Arquitectura de guerrilla en el 15-M
Un estudiante de Ciencias Ambientales de 21 a?os dise?¨® la b¨®veda de Sol - Arquitectos y urbanistas analizan la est¨¦tica y filosof¨ªa constructiva de la acampada
Alberto Araico de Brito tiene 21 a?os, estudia segundo de Ciencias Ambientales y ha proyectado una de las construcciones m¨¢s comentadas del momento: la b¨®veda de pal¨¦s de la Puerta del Sol. Es el puesto de informaci¨®n del Movimiento 15-M. "El barranc¨®n", lo llaman algunos, incluido su autor, pero el nombre no gusta en Sol, porque suena a militar.
La acampada ha sido muchas cosas, entre ellas una acampada. Es decir, un asentamiento f¨ªsico, que m¨¢s all¨¢ -o mejor, m¨¢s ac¨¢- de mensajes y s¨ªmbolos, ha tenido sus procesos constructivos y su est¨¦tica. Un experimento de improvisaci¨®n, reciclaje, bricolaje, dise?o colectivo y ap¨¢?ate como puedas que ha llamado la atenci¨®n de arquitectos y urbanistas profesionales. Para algunos fue una lecci¨®n de arquitectura ef¨ªmera y apropiaci¨®n ciudadana, para otros un caos sin potencia est¨¦tica, un poblado chabolista.
"El campamento no estaba a la altura de las ideas", dice el autor de la b¨®veda
"Quer¨ªamos mejorar la est¨¦tica siendo fieles al esp¨ªritu de las asambleas"
Constructivamente podr¨ªa aguantar 30 a?os en pie, asegura el creador
La estructura se introdujo en Sol camuflada el d¨ªa del desmontaje
Lo que queda es esta simple b¨®veda de pal¨¦s, que tambi¨¦n es arquitectura urgente, sin duda, pero no tan improvisada como cabr¨ªa pensar.
Sentado a lo indio frente a su obra, Araico explica que estaba en Valdegrulla, un pueblo fantasma de Soria, cuando se enter¨® del 15-M. "Lo que estaba pasando en Sol nos pareci¨® mazo de chulo... pero pensamos que el campamento, est¨¦ticamente, no estaba a la altura de las ideas".
Habla en plural porque pertenece a la asociaci¨®n neorrural Beatus Ille (Feliz Aquel), que se dedica a revivir pueblos abandonados. Son una docena de amigos del barrio del Pilar, estudiantes de arquitectura, carpinteros, soldadores... "Quer¨ªamos mejorar la est¨¦tica de la acampada siendo fieles al esp¨ªritu de las asambleas", dice Araico, que se plant¨® en Sol con el Proyecto Manzana bajo el brazo.
En la portada hay un dibujo de una bomba con una manzana dentro (es un juego de palabras con el Proyecto Manhattan, que desarroll¨® la primera bomba at¨®mica). No es la ¨²nica iron¨ªa del documento: entre las 50 p¨¢ginas hay una con el lema "Nuevo chabolismo ilustrado".
El Proyecto Manzana se redact¨® para la Universidad Aut¨®noma. Hace meses, sintiendo que le faltaban "horas de vuelo" en bioconstrucci¨®n (combinaci¨®n de calidades constructivas tradicionales y nuevos materiales), Araico se dispuso a "hacer algo con pal¨¦s" en un solar olvidado del campus. "?Y me sali¨® el Guggenheim!", se r¨ªe mostrando en el m¨®vil las fotos de aquel primer proyecto: una caseta con tejado a un agua impermeabilizado con tetrabriks (que recuerdan a las planchas de titanio del museo de Gehry).
La caseta llam¨® la atenci¨®n de Ecocampus -un organismo del vicerrectorado que promueve el pensamiento ecologista en el campus- y le encargaron que hiciese algo parecido en el huerto y vivero universitario. "Como la caseta perd¨ªa calor por el tejado, dise?amos una b¨®veda con un arco de medio punto, que disgrega la carga y una cercha circular que soporta espacios di¨¢fanos", dice Araico, que firma el proyecto con el dise?ador industrial Carlos Mart¨ªn Ponz y el estudiante de arquitectura Jos¨¦ Luis Moreno Mu?oz.
El Proyecto Manzana tiene planos, c¨¢lculos y un presupuesto (6.471 euros, aunque "est¨¢ algo hinchado", admite el autor). La estructura se completaba con un aislamiento de tetrabriks, pilastras de neum¨¢ticos usados, unos vanos de luz de lunas de coche y una cubierta vegetal. "Comparado con el proyecto original esto es una caseta de feria", dice Araico se?alando la b¨®veda de Sol.
Cuando los neorrurales presentaron su proyecto al 15-M les llevaron "de comisiones". "Fue un proceso largo", suspira Irene Rodr¨ªguez, arquitecta t¨¦cnica de 24 a?os y miembro de la disuelta Comisi¨®n de Infraestructuras. La idea gust¨® pero hab¨ªa suspicacias: "La gente asociaba la b¨®veda al desmantelamiento de la acampada y a cierta legalizaci¨®n del movimiento". Es decir, para algunos reducir el campamento a un punto informativo era "venderse". Tambi¨¦n se consult¨® con Legal el problema de seguridad, ya que la polic¨ªa hab¨ªa subrayado que no quer¨ªa estructuras permanentes.
Mientras las comisiones discut¨ªan, "Infra" decidi¨® ir tirando. En una sala prestada en Tabacalera, un equipo de hasta 50 personas se propuso construir en tiempo r¨¦cord y con los materiales disponibles la b¨®veda. Unos buscaban pal¨¦s tirados por la ciudad, otros comprobaban los c¨¢lculos y triangulaciones. Subi¨¦ndose encima y zarande¨¢ndola se hicieron las pruebas de carga. "Con lo que ten¨ªamos, hicimos lo que pudimos", dice Rodr¨ªguez. "Esta experiencia me ha dado la creatividad que nunca me dejaron tener en la carrera, y me ha hecho preguntarme cosas como ?por qu¨¦ se alargan siempre tanto las obras? Aun con recursos limitados, si tienes sentido com¨²n, puedes ser eficaz", a?ade.
La estructura se desmont¨® y se pleg¨® marcando cada pieza con un c¨®digo para volver a montarla en Sol como un puzle (en los pal¨¦s se puede leer: G7, H6...). El d¨ªa que se desmantel¨® el campamento, camuflada en las mismas furgonetas que sacaban material ("por si no nos dejaban meterlo"), la b¨®veda entr¨® en Sol. Tras un parapeto de lonas azules para que la polic¨ªa no se percatase, se volvi¨® a montar discretamente. Se apretaron los tornillos con los pal¨¦s de canto y se levantaron los arcos a pulso, "como lo hac¨ªan los romanos", seg¨²n la t¨¦cnica. Luego, los tirantes, "como en las b¨®vedas bizantinas". Todo entre las 2 de la tarde y las 10 de la noche del s¨¢bado 11 de junio. Aquella primera noche, tras el concierto de inauguraci¨®n, Alberto Araico hizo el primer turno de guardia en su obra.
A la b¨®veda le faltan algunos detalles: barniz ign¨ªfugo, aislamiento de tetrabriks, flores en la cubierta "para que quede m¨¢s bonita"... Eso en el plano est¨¦tico; en el otro, queda por definir para qu¨¦ servir¨¢, c¨®mo se gestionar¨¢, qui¨¦n la atender¨¢... Pero sobre todo, la duda es: ?cu¨¢nto tiempo durar¨¢ en la plaza? "Constructivamente esto podr¨ªa aguantar 30 a?os, lo que aguanten los materiales", dice Araico. "Pero tambi¨¦n te digo que se puede desmontar en una tarde".
Bulos de la b¨®veda
- "Refleja a los tragabolas del metro". No, el proyecto en el que se basa, pensado para el vivero de la Aut¨®noma, preexist¨ªa a la localizaci¨®n en Sol.
- "Es de un arquitecto famoso". No, la idea es obra de un estudiante de segundo de Ciencias Ambientales, y el resultado, obra del trabajo colectivo de la disuelta Comisi¨®n de Infraestructuras.
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Documentando la improvisaci¨®n
Los arquitectos que llevan a?os planteando temas de reciclaje, autogesti¨®n o bioconstrucci¨®n se emocionaron al ver lo que ocurr¨ªa en Sol. "Tras a?os sin demasiada repercusi¨®n, se estaban haciendo esas cosas a la vista de todos", dice Manuel Pascual de Zuloark. "Y la primera pregunta fue, ?qui¨¦n est¨¢ detr¨¢s?, sin embargo, no hab¨ªa ningun colectivo arquitect¨®nico levantando aquello... ?y eso es lo mejor!"
"Era gente an¨®nima, nosotros nos acercamos luego", coincide Jaime Matamoros del colectivo Autoconstrucci¨®n, que colabor¨® con Acampada Sol con dos arquitecturas ef¨ªmeras y una lectura de Jane Jacobs (la activista que, sin formaci¨®n como urbanista, fue la gr¨¢n cr¨ªtica del desarrollismo de los setenta). Para el gabinete de psicolog¨ªa de la acampada construyeron una casita de cart¨®n con los tubos de los rollos de tela de la cercana tienda Pontejos. Zuloark se volc¨® por su parte en "documentar el proceso puramente constructivo" del 15-M en la web www.inteligenciascolectivas.org. ?Por qu¨¦ documentar pilares hechos de palos de escoba, cubiertas de lona o cimentaciones de bidones de agua? "Son detalles constructivos no estandarizados, como una wikipedia de soluciones eficaces y alternativas a la arquitectura oficial", dice su portavoz, "y m¨¢s all¨¢ del ingenio, plantean cuestiones muy contempor¨¢neas de filosof¨ªa constructiva". Improvisando y sin medios, Acampada Sol sac¨® temas que tienen en ascuas a los arquitectos m¨¢s punteros como la hibridaci¨®n del espacio p¨²blico digital con el espacio p¨²blico f¨ªsico o la creaci¨®n de arquitecturas vivas, capaces de evolucionar. "Desde el principio, Sol se inaugura cada d¨ªa", dice el arquitecto.
Lecciones arquitect¨®nicas de y para el 15-M
- Jos¨¦ Antonio Granero. Decano del Colegio de Arquitectos de Madrid. "Un movimiento no lleva a ninguna parte si no es propositivo, y creo que aqu¨ª han faltado ideas claras, lo que se ha traducido en la est¨¦tica de la acampada. Arquitect¨®nicamente, el 15-M ha sido una oportunidad perdida por la confusi¨®n. Era una ocasi¨®n ¨²nica para realizar una pieza de arquitectura ef¨ªmera interesante siguiendo el ejemplo de gente como Frei Otto o Prada Poole, que experimentaron con construcciones hinchables o de malla y sistemas de autogesti¨®n y autoconstrucci¨®n. Sin embargo, en el 15-M falt¨® una propuesta formal, no se cre¨® un espacio reconocible, y eso har¨¢ que, en lo que se refiere a la relaci¨®n con el uso del espacio, pase sin pena ni gloria".
- Jos¨¦ Mar¨ªa Ezquiaga. Premio Nacional de Urbanismo 2005. "Emociona ver c¨®mo una generaci¨®n formada en la carencia de un verdadero espacio p¨²blico -fuera del centro comercial, la periferia de adosados y el espacio virtual- se apropia de ¨¦l. Ha sido un encuentro hist¨®rico de una generaci¨®n con su ciudad. Sol fue un ¨¢gora. Dicho esto, me pregunto, ?es necesario plantar una infraestructura para sentirnos due?os de un espacio? La plaza es del indignado y del turista, del indigente y el comerciante... ?No evita la ocupaci¨®n que sea compartida por todos? La madurez del movimiento pasa por comprender que el espacio p¨²blico est¨¢ en la cabeza. La b¨®veda de pal¨¦s es un santuario. Dicen que tiene un uso funcional, pero ante todo es un monumento al 15-M. Un obelisco, un arco del triunfo".
- Andr¨¦s Perea. Profesor de la Escuela de Arquitectura de Madrid durante 42 a?os. "Hemos visto que con pocas cosas se puede hacer tant¨ªsimo. Este es un fen¨®meno a estudiar sobre la capacidad del ser humano para negociar el espacio. La inteligencia colectiva ha sido altamente eficaz gestionando las infraestructuras. Adem¨¢s, los resultados figurativos y formales sorprenden por su creatividad y su optimizaci¨®n de los recursos. Lo m¨¢s curioso: la acampada respond¨ªa a rituales humanos y sociales m¨¢s que a funciones y actividades. Las soluciones arquitec- t¨®nicas no respond¨ªan a usos como 'dormir' o 'comer', sino a algo m¨¢s primigenio: 'reunirse'. El umbral de las relaciones humanas est¨¢ en esa ceremonia, es el origen de la colectividad".
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