El fot¨®grafo que nunca dej¨® de ser poeta
La casa de Manuel Vilari?o (A Coru?a, 1952) est¨¢ casi escondida en medio de una zona boscosa a unos 30 kil¨®metros de A Coru?a. Es una especie de loft de dos pisos en la que el artista acumula libros y todo tipo de elementos (tortugas, cr¨¢neos de animales, p¨¢jaros muertos) que utiliza para fabricar las fotograf¨ªas que le han dado un lugar destacado en el arte contempor¨¢neo espa?ol. En los dos ¨²ltimos a?os la casa se ha convertido en un refugio improvisado ante el impacto que ha causado en su trabajo la muerte de su esposa. Ruinas al despertar es el significativo t¨ªtulo del libro de poemas que Vilari?o, el fot¨®grafo que nunca ha dejado de ser poeta, va a publicar en breve.
Leer lo que ha escrito Vilari?o es asomarse directamente al abismo que surge cuando un ser querido deja de estar con nosotros. El artista, gran lector de poes¨ªa, siempre hab¨ªa escrito versos, pero nunca hasta ahora se hab¨ªa atrevido a publicarlos. Por una vez el fot¨®grafo se ha decidido a describir con palabras lo que ve y sobre todo lo que siente. El resultado es poes¨ªa pura, escrita directamente con el coraz¨®n. Y es que seg¨²n Vilari?o toda obra de arte es biogr¨¢fica y este libro es una prueba de ello. De hecho la muerte no es algo en absoluto ajeno a este artista que siempre ha trabajado con elementos relacionados con ella. En sus fotograf¨ªas suelen aparecer animales muertos, casi siempre p¨¢jaros, que son cuidadosamente presentados por el artista en pol¨ªpticos donde los cad¨¢veres aparecen depositados en medio de especias de vivos colores. Lo sagrado, el silencio y la muerte son elementos omnipresentes en la obra de Vilari?o, que particip¨® en el pabell¨®n espa?ol en la Bienal de Venecia de 2007. Ese mismo a?o le fue concedido el Premio Nacional de Fotograf¨ªa. "Me he refugiado en la esencialidad de la poes¨ªa frente a la frivolidad que rodea al arte contempor¨¢neo". Con estas palabras Vilari?o resume lo que le ha ocurrido en los ¨²ltimos meses y encuentra nuevos alicientes para seguir luchando y trabajar en nuevos proyectos art¨ªsticos que seguir¨¢n marcados por un universo est¨¦tico muy personal.
A diferencia de lo que buscan la mayor¨ªa de sus colegas, Vilari?o no intenta atrapar un instante ¨²nico con su c¨¢mara sino m¨¢s bien busca construir piezas en las que el espectador pueda encontrar pistas filos¨®ficas y literarias sobre todo lo que puede sugerir una imagen. En realidad, el trabajo de Vilari?o siempre ha consistido en hacer poes¨ªa, unas veces con la c¨¢mara y ahora tambi¨¦n con la pluma. Lo importante es que en el resultado final siempre aparece el alma desnuda del artista.
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