La metamorfosis de Wimbledon

Muchos de los amantes del tenis que lean este art¨ªculo recordar¨¢n los tiempos en que Wimbledon era el escenario propicio para que los Sampras, Krajicek, Edberg, Becker, Rafter, Stich, Ivanisevic y dem¨¢s bombarderos camparan a sus anchas con su t¨ªpico juego de servicio y volea. ?Y qu¨¦ ha pasado para que ese tipo de jugador haya desaparecido hoy en d¨ªa? ?C¨®mo es posible que incluso Federer, uno de los m¨¢s dotados en la red que yo haya visto nunca, apenas visite ahora esa zona del campo? ?Qu¨¦ es lo que ha hecho que el escenario cambie de forma tan radical?Hay muchas y distintas teor¨ªas al respecto. En el circuito, en general, alej¨¢ndonos de Londres, la principal raz¨®n es el ralentizamiento de las pistas r¨¢pidas.

El suelo se ha endurecido. Eso hace que la bola bote m¨¢s alta y d¨¦ m¨¢s tiempo al que la recibe

A mediados de la d¨¦cada de los noventa, ¨¦poca en la que yo empec¨¦ como profesional, hab¨ªa varios torneos en los que pasar tres bolas por encima de la red se antojaba una misi¨®n imposible. Los materiales hab¨ªan evolucionado muy r¨¢pidamente y eso ocasion¨® la aparici¨®n de numerosos individuos que eran capaces de sacar asiduamente por encima de los 200 kil¨®metros por hora. Eso, unido a la veloc¨ªsima pista, hizo que se tomaran medidas para beneficiar el espect¨¢culo. Se cambi¨® la superficie en los torneos de pista cubierta, se puso una bola m¨¢s pesada y se solucion¨® el problema. Se segu¨ªa sacando a la misma velocidad, pero el restador ya ten¨ªa unas mil¨¦simas de segundo de m¨¢s para preparar su golpe, tiempo suficiente trat¨¢ndose del tenis. Aseguro que, en esas circunstancias, enfrentarse a cualquiera de los jugadores nombrados unas l¨ªneas antes pod¨ªa llegar a ser una pesadilla. Pero esa medida llev¨® consigo que los jugadores de saque y volea pasaran a ser una especie en peligro de extinci¨®n.

Hoy en d¨ªa puedes contar con los dedos de una mano los que practican ese juego. Tambi¨¦n contribuy¨® el hecho de que el tenis se volvi¨® cada vez m¨¢s popular -en gran parte, gracias a la televisi¨®n-, menos exclusivo y costoso que antes. Eso lo hizo m¨¢s accesible a m¨¢s gente y eso, a la vez, provoc¨® que los tenistas salieran m¨¢s preparados tanto f¨ªsica como t¨¦cnicamente. Todo ello hizo que, poco a poco, los jugadores se lo pensaran m¨¢s antes de subir a la red.

Estamos hablando de superficies duras que se constituyen a partir de varias capas. A mayor rugosidad, la bola se frena al botar y eso da m¨¢s tiempo para pensar y golpear a quien la recibe.

En Wimbledon, la hierba se ha vuelto cada vez m¨¢s lenta con el paso de los a?os hasta convertirse, en la actualidad, en un piso casi tan lento como la tierra batida. Eso se debe a que hace una d¨¦cada se cambi¨® el suelo y el tipo de hierba. Se pas¨® a usar una mucho m¨¢s resistente, menos h¨²meda y capaz de aguantar m¨¢s f¨¢cilmente el peso de los jugadores, que puede llegar a ser de entre 95 y 100 kilos. El suelo se endurece y eso hace que la bola bote m¨¢s alta, dando de esta forma esas mil¨¦simas de segundo de m¨¢s a quien la recibe. El suelo m¨¢s duro es la clave de este cambio de velocidad al que me refiero y no tanto la hierba. Fue una medida muy criticada por muchos tenistas. Los brit¨¢nicos (Henman, Rusedski), estuvieron en contra y consideraban (con raz¨®n) que les perjudicaba.

?Volveremos a ver ese tipo de juego en un futuro? Si no cambian las cosas, lo dudo mucho.