"Los j¨®venes fot¨®grafos lo tienen dif¨ªcil para innovar"

Hay artistas que tienen el don de la oportunidad: est¨¢n en el momento adecuado y en el lugar preciso. Ese es el secreto de la llamada Escuela de D¨¹sseldorf, la generaci¨®n de fot¨®grafos alemanes que sigui¨® la estela de Bernd y Hilla Becher, seg¨²n uno de sus componentes, Thomas Ruff (Zell am Harmersbach, 1958). Ayer recibi¨® el premio PhotoEspa?a 2011 "como reconocimiento a su personalidad art¨ªstica, precisa y coherente, que le ha valido reconocimiento mundial". El jurado a?ade que ha destacado por "su constante experimentaci¨®n en torno a las propiedades de la fotograf¨ªa". El artista desarroll¨® tras recibir el premio esta y otras cuestiones sobre su obra y la generaci¨®n que comparte con Candida H?ffer, Thomas Struth o Andreas Gursky.

El certamen PhotoEspa?a le ha premiado con su principal galard¨®n

Representa a la generaci¨®n alemana que renov¨® la fotograf¨ªa en los 80

Pregunta. En este punto de la historia de la fotograf¨ªa, ?que puede aportar como medio creativo? ?Puede evolucionara a¨²n m¨¢s?

Respuesta. Hace 25 a?os, cuando empezamos en D¨¹sserldorf, no como grupo, sino como artistas independientes, la fotograf¨ªa era un erial. Todos pudimos plantar un ¨¢rbol y dejarlo crecer. Ahora, 25 a?os despu¨¦s, tenemos un bosque. Los j¨®venes fot¨®grafos lo tienen dif¨ªcil a la hora de encontrar un camino para crecer y, mientras tanto, las mismas cosas se muestran una y otra vez. No est¨¢ sucediendo realmente nada nuevo.

P. ?Significa eso que la fotograf¨ªa ha llegado a una especie de punto muerto? ?C¨®mo busca nuevos caminos de evoluci¨®n?

R. Siempre espero tambi¨¦n encontrar algo nuevo e inesperado, sea en un peri¨®dico o en una exposici¨®n. Lo que ahora trabajo en una mezcla entre fotograf¨ªa y realidad virtual. El punto de partida son fotograf¨ªas cient¨ªficas que transformo en paisajes muy coloridos, de forma que d¨¦ la impresi¨®n de que se va en un avi¨®n mirando un paisaje de Marte. Es como una predicci¨®n del futuro.

P. ?Su forma de evolucionar es explorar desde el punto de vista t¨¦cnico?

R. Parte de mi trabajo ha sido siempre usar la fotograf¨ªa como una pr¨®tesis. Con objetivos especiales, con pel¨ªcula especial, la fotograf¨ªa puede mostrar cosas que a simple vista no se pueden ver. La fotograf¨ªa es un medio muy t¨¦cnico, con herramientas que permiten ver cosas. As¨ª que mi viaje a Marte es tambi¨¦n un viaje con estas pr¨®tesis y un deseo de ver lugares a los que no se puede llegar: nadie ha ido a Marte.

P. ?Qu¨¦ compart¨ªa como grupo la Escuela de D¨¹sseldorf?

R. Todos nosotros somos artistas individuales, pero, como la gente necesita categorizar, pues dicen: estos que vienen de D¨¹sseldorf y que hacen fotos de gran formato, pues los llamamos Escuela de Becher. Pero tenemos estilos diferentes: solo coincidimos en el lugar y en el medio, la fotograf¨ªa. Est¨¢bamos en el momento justo, en el lugar adecuado y quiz¨¢s tambi¨¦n us¨¢bamos el medio oportuno. La escena art¨ªstica a principios de los ochenta estaba dominada por el Nuevo Expresionismo en pintura y lo invad¨ªa todo, las galer¨ªas, los museos... No hab¨ªa nada de arte minimalista ni conceptual. Pero, hacia 1985 o 1986, la gente se cans¨® de esta pintura expresionista y empez¨® a buscar algo nuevo. En ese momento la fotograf¨ªa todav¨ªa no se consideraba arte de primera fila, sino de segunda, y cuando desarrollamos este lenguaje visual fotogr¨¢fico objetivo muy preciso, y usamos el gran formato, a la gente le sorprendi¨® porque hac¨ªamos im¨¢genes que no pod¨ªan haber sido pintadas ni serigrafiadas... Eran fotograf¨ªas muy precisas, muy grandes, y no pasaron desapercibidas. En 1986, cuando mostr¨¦ por primera vez la serie de retratos [se pueden ver en la exposici¨®n 1000 caras / 0 caras / 1 rostro, programada por PhotoEspa?a en la sala Alcal¨¢ 31 de Madrid] hab¨ªa coleccionistas que no ten¨ªan fotograf¨ªa y no daban cr¨¦dito a que eso pudiera haberse hecho. Eso fue lo que nos dio el impulso.