Escoltas sin concejales que proteger
El Ayuntamiento pone a patrullar sin un cometido concreto a los 85 polic¨ªas municipales dedicados a cuidar de ediles hasta asignarles un nuevo destino
?Qu¨¦ hace un escolta cuando se queda sin nadie a quien escoltar? En Madrid, y al menos hasta el pr¨®ximo 1 de julio, poca cosa: pasear por la ciudad, vestidos de paisano pero con la pistola en la mochila, atentos a los carteristas porque al fin y al cabo son polic¨ªas municipales, pero sin ning¨²n cometido espec¨ªfico m¨¢s all¨¢ de consumir su horario de trabajo. En esta situaci¨®n se han quedado 85 agentes que hasta ahora realizaban labores de protecci¨®n personal a concejales madrile?os, en virtud del acuerdo tomado por la Junta de Gobierno el pasado 16 de junio.
La idea de reducir los coches oficiales al servicio de los concejales la propuso UPyD apenas una semana despu¨¦s de las elecciones del 22 de mayo. El Ayuntamiento acept¨® el recorte, explic¨® que los veh¨ªculos eran precisos para las labores de protecci¨®n de sus usuarios, y avanz¨® que, adem¨¢s del coche, retirar¨ªa los escoltas a los concejales si el Ministerio de Interior no lo consideraba inoportuno. Con esta medida calcula ahorrar cuatro millones de euros.
"Nos hemos jugado el tipo y ahora les dan igual nuestras peticiones", claman
El Ayuntamiento contaba con dos centenares de personas para labores de protecci¨®n. Cada concejal dispon¨ªa de dos escoltas, que trabajaban por turnos entre las siete de la ma?ana y las diez de la noche. Ahora esa vigilancia se circunscribe al alcalde, alg¨²n miembro del Gobierno municipal, los portavoces de la oposici¨®n y casos muy especiales (los exregidores, por ejemplo). En total, 14 agentes de protecci¨®n directa y 46 para tareas de contravigilancia.
?Qu¨¦ hacer con los 85 escoltas que sobran? Izquierda Unida propuso dedicarlos a la protecci¨®n de colectivos vulnerables, dentro de la Unidad de Vigilancia de G¨¦nero o las Oficinas de Atenci¨®n al Ciudadano. Y as¨ª anunci¨® el Ayuntamiento que lo har¨ªa, pero por ahora los agentes no han recibido ninguna orden al respecto. Seg¨²n denuncian, solo se les ha comunicado que el 1 de julio se integrar¨¢n de cuatro en cuatro en las 22 unidades de distrito. "All¨ª, lo mismo nos pueden poner a patrullar que a vigilar un esc¨¢ner", cuenta Luis (nombre ficticio de uno de ellos).
Se quejan de que les han impuesto el turno (de tarde, aunque la mayor¨ªa ten¨ªa comprometido el de ma?ana), y que carecen de la formaci¨®n o la pr¨¢ctica necesarias para algunas de las labores que podr¨ªan acabar desempe?ando. Despu¨¦s de 10 o 20 a?os como escoltas, coger un coche patrulla "puede resultar complicado", a?ade Luis.
"Se han quedado los enchufados, los que ten¨ªan amigos seguir¨¢n como escoltas y el resto nos tenemos que buscar la vida", reconoce Jes¨²s (nombre supuesto). "Con nuestra antig¨¹edad, que algunos llevan hasta 30 a?os en el cuerpo, deber¨ªamos poder elegir destino, pero nos obligan a ir por la tarde, pese a que la mayor¨ªa proven¨ªamos de la noche o de la ma?ana, que son turnos m¨¢s c¨®modos", a?ade Jos¨¦ (nombre ficticio). "Ahora que la plantilla est¨¢ tan llena, estaremos mucho tiempo en estos destinos, pese a que muchos hemos sido escoltas 10 y 12 a?os. Estamos peor que cuando salimos de la academia", a?ade Jes¨²s.
Los agentes dejan de cobrar unos 580 euros brutos al mes. "No es un detalle importante, porque metiendo horas en una unidad de distrito, se puede conseguir m¨¢s. Lo malo es el trato que hemos recibido y el enchufismo en este proceso", destaca Jes¨²s. El pasado martes recibieron la papeleta del traslado y antes del 1 de julio tiene que estar resuelta la asignaci¨®n de sus nuevas ubicaciones. "Les van a dar lo mismo nuestras peticiones. Igual nos mandan a distritos que est¨¢n a la otra punta de donde vivimos. Y eso pese a que nos hemos jugado el tipo estos ¨²ltimos a?os", destaca Jes¨²s.
El concejal socialista Diego Cruz, dedicado a temas de seguridad, ha pedido al delegado Pedro Calvo que tenga en cuenta las circunstancias de estos agentes al asignar los nuevos destinos, y le ha recordado el compromiso de destinarlos a proteger a v¨ªctimas de violencia de g¨¦nero.
Los afectados amenazan incluso con interponer un recurso contencioso-administrativo contra el Ayuntamiento, y exigen que se les aclare ya su cometido a partir del 1 de julio. "Tenemos ilusi¨®n por el cambio, proteger a un concejal puede llegar a ser aburrido; hacer cumplir una orden de vigilancia o ser agente tutor de un menor era un reto que nos apetec¨ªa", explica Luis. Pero por ahora, lo ¨²nico que tienen claro es que, cada ma?ana de trabajo, reciben un cometido sin concretar, y dejan pasar las horas patrullando por su cuenta la ciudad. Es el mismo trabajo que realizan sus compa?eros de contravigilancia, pero sin cometidos espec¨ªficos, sin un contenido realmente ¨²til. Hasta el pr¨®ximo 1 de julio, seguir¨¢n siendo escoltas, pero sin nadie a quien escoltar.
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