El nombramiento de Draghi al frente del BCE amenaza con provocar otro cisma en Europa

El pleno del Parlamento europeo respald¨® ayer por amplia mayor¨ªa el nombramiento del italiano Mario Draghi como nuevo presidente del Banco Central Europeo (BCE). El actual gobernador del Banco de Italia debe sustituir al franc¨¦s Jean-Claude Trichet al frente del Eurobanco. Pero Europa no ha dicho a¨²n la ¨²ltima palabra. Cuando emergi¨® como favorito, la elecci¨®n de Draghi levant¨® una polvareda por su pasado como responsable europeo de Goldman Sachs, el banco de negocios estadounidense que ayud¨® a Grecia a camuflar parte de su agujero fiscal con contabilidad creativa. Eso no es ning¨²n impedimento: lo que amenaza con provocar un cisma en Europa es que con la salida de Trichet y la llegada de Draghi, Italia tendr¨¢ dos sillas en el Consejo ejecutivo del BCE, por ninguna de Francia. Y ese juego de sillas suele ser trascendental en Bruselas para cerrar acuerdos.

Los jefes de Estado y de Gobierno de la eurozona tienen previsto nombrar hoy a Draghi. Pero Francia, que en principio le apoya, amenaza con bloquear esa decisi¨®n si no consigue un puesto en la c¨²pula del BCE. Solo Lorenzo Bini Smaghi, el italiano que actualmente se sienta en el Consejo del BCE, puede desbloquear la situaci¨®n. El presidente italiano Silvio Berlusconi pidi¨® la renuncia hace unos d¨ªas a Bini Smaghi, al que a¨²n le quedan dos a?os de mandato. Berlusconi podr¨ªa ofrecerle la presidencia del Banco de Italia, e incluso la de la autoridad italiana de Competencia. Pero Bini Smaghi no suelta prenda. Guarda silencio desde hace semanas.

El posible retraso en el nombramiento del nuevo presidente del Eurobanco (que deber¨ªa ocupar el cargo en noviembre) no beneficia el clima que afecta la gobernanza de la eurozona: el FMI y la UE tensan la cuerda para que Grecia apruebe nuevas medidas de austeridad, los socios de la eurozona quieren involucrar a la banca en la reestructuraci¨®n de la deuda griega y ahora una instituci¨®n capital en el control de la crisis, el BCE, a?ade otra dosis de incertidumbre cuando ya parec¨ªa que Draghi hab¨ªa superado todos los escollos.