Biodiversidad y desarrollo econ¨®mico
La conservaci¨®n global y local del medio ambiente debe dar nuevos aires a la acci¨®n pol¨ªtica, emerger como se?as de identidad y hacernos entrar en una nueva era para la humanidad. Esta acci¨®n pol¨ªtica es tambi¨¦n universal y local. Afecta al conjunto del genero humano, al planeta y a cada uno de nosotros individualmente, y se defiende tanto desde los organismos internacionales, como desde las empresas -sean grandes o peque?as-, los barrios, los pueblos, las ciudades y las aldeas de nuestra geograf¨ªa. Nos afecta a todos y cada uno de nosotros. Nos afecta ahora y afectar¨¢ en el futuro a nuestros descendientes. Y los responsables pol¨ªticos, han de hacer posible un desarrollo sostenible, buscar los mecanismos de sinapsis adecuados para el conjunto de pol¨ªticas.
Hablo de sinapsis porque es una palabra sumamente descriptiva de lo que quiero decir. La sinapsis -concepto etimol¨®gicamente procedente del griego y muy utilizado en neurolog¨ªa viene de sin "juntos" y hapteina "con firmeza"- y es la clave fundamental del funcionamiento del cerebro y por tanto del ser humano. Las neuronas -y las pol¨ªticas tambi¨¦n- solo pueden funcionar y hacer funcionar al cerebro para desarrollar funciones complejas si entre ellas se desata la energ¨ªa de uni¨®n, de interrelaci¨®n, es decir, de sinapsis. Y la pol¨ªtica de medio ambiente solo ser¨¢ eficaz si se combina con las perspectivas de las pol¨ªticas social y la econ¨®mica. Es decir, si encuentra los mecanismos de sinapsis compartida para crecer ayudando a crecer a la sociedad y a la econom¨ªa en esa relaci¨®n de componentes cuya interconexi¨®n dar¨¢ paso al nuevo modelo productivo y a la consolidaci¨®n de una sociedad sostenible.
Sinapsis de la que parece carecer la Xunta cuando quiere permitir una afecci¨®n a la Red Natura 2000 que ser¨¢ irreversible de llegar a autorizar la construcci¨®n de piscifactor¨ªas y en la que ni prima la pol¨ªtica ambiental ni la econ¨®mica, pues ser¨¢ pan para hoy y hambre para ma?ana.Los socialistas estamos persuadidos de la necesidad de dise?ar modelos de desarrollo que incorporen la perspectiva ecol¨®gica para evitar que lo que progresamos por un lado lo retrocedamos por otro. Sin embargo, la Xunta sigue cometiendo uno de los denominados cuatro pecados capitales de la revoluci¨®n industrial: la degradaci¨®n de los ecosistemas. Pero la Xunta comete otro pecado adicional, el de la insolidaridad intergeneracional: con los que ahora estamos aqu¨ª y con los que todav¨ªa no han nacido. Se olvida de que existen dos razones principales para proteger la biodiversidad. La primera es el imperativo ¨¦tico de impedir todas las extinciones por causa antr¨®pica que sea posible y de frenar la p¨¦rdida de biodiversidad a largo plazo. La segunda es la preservaci¨®n de los servicios que proporcionan los ecosistemas. La reducci¨®n de la diversidad biol¨®gica tambi¨¦n afecta a nuestra identidad cultural, que est¨¢ profundamente arraigada a nuestro entorno porque los recursos biol¨®gicos son pilares que sustentan las civilizaciones.
Muchas m¨¢s cosas podr¨ªamos se?alar si nos detuvi¨¦ramos en profundidad en el an¨¢lisis de los costes de biodiversidad, el balance entre el coste de la inacci¨®n y el coste de la conservaci¨®n efectiva. Pero los socialistas deseamos que la Xunta ponga en marcha definitivamente un modelo de acuicultura sostenible que permita desarrollar una actividad econ¨®mica con futuro sin hipotecar otro de nuestros baluartes como es la Red Natura 2000. Porque en un mundo en el que est¨¢n ¨ªntimamente interrelacionadas econom¨ªa y ecolog¨ªa, Galicia tambi¨¦n depende de los servicios y productos que ofrece la naturaleza.
El Gobierno gallego tiene adem¨¢s la responsabilidad de mostrar c¨®mo los altos niveles de desarrollo econ¨®mico y de bienestar social son compatibles e incluso pueden contribuir a la conservaci¨®n y el uso sostenible de la biodiversidad. No necesita grandes esfuerzos, basta con que deje en vigor el plan gallego de acuicultura elaborado por el Gobierno de Emilio P¨¦rez Touri?o o que se remita a la Declaraci¨®n de Cibeles aprobada por el Gobierno de Espa?a en 2010 y que ha servido de base para el acuerdo por parte de la Comisi¨®n de Medio Ambiente de la Uni¨®n Europea, bajo presidencia espa?ola, con la meta de detener la p¨¦rdida de biodiversidad para 2020. Todos los gallegos tenemos el derecho a disfrutar de un medio ambiente saludable y sostenible, lo que exige preservar la biodiversidad.
Elena Espinosa es diputada en el Congreso por el PSdeG y fue ministra de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino. Alberto Fidalgo es diputado del PSdeG
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