Romper el hilo

Hay novelas que alumbran historias y hay otras que alumbran personajes. Este ¨²ltimo es el caso de La acabadora, de la escritora sarda Michela Murgia. La acabadora es como se conoce a Bonaria Urrai, sin marido ni hijos, que trabaja como modista durante el d¨ªa y como comadrona de muertos por las noches, en Soreni, una aldea de Cerde?a. Bonaria es una madre a la inversa: ella, que jam¨¢s ha engendrado nueva vida, ayuda a los moribundos a desprenderse de la que les queda. Siempre de luto, la mujer es respetada y temida en la misma medida. Al igual que las Parcas, que hilaban el destino del hombre, la acabadora -t¨¦rmino sardo que proviene del espa?ol "acabar"- rompe el hilo que une al agonizante a la vida cuando los familiares lo solicitan. El personaje de Bonaria, poderoso e inolvidable, ti?e de connotaciones mitol¨®gicas esta novela, la primera de Michela Murgia, un relato sobre el amor y la muerte. En La acabadora se entrelazan la realidad y el mito, el italiano y el dialecto, al igual que, cuando cose, une Bonaria la urdimbre y la trama. La novela se inicia con la adopci¨®n de Mar¨ªa, la cuarta hija de una viuda que la cede para aliviar su pobreza. Seg¨²n la costumbre local, la ni?a de seis a?os se convierte en "hija del alma" de Bonaria. Sus ojos infantiles iluminar¨¢n para el lector la figura impactante de la acabadora; y su crecimiento marcar¨¢ el tiempo de un relato sin fechas que transcurre en una aldea con tradiciones y creencias m¨¢s fuertes que la fe del cura. Cuando la autora abandona brevemente este ¨¢mbito, con la marcha de Mar¨ªa a Tur¨ªn -el paso de la aldea a la ciudad, de la colectividad a la individualidad-, la historia pierde intensidad y vuelve a recobrarla con el regreso de la joven a Soreni. La acabadora ha sido galardonada en Italia con el prestigioso Premio Campiello.