El Centro Dram¨¢tico hace retumbar el cabar¨¦ subversivo de Brecht
Santiago acoge el estreno del m¨¢s ambicioso proyecto de la compa?¨ªa p¨²blica
Bertolt Brecht estren¨® A ¨®pera dos tres re¨¢s> en agosto de 1928. Fue la m¨¢s celebrada de sus obras y un furibundo, despiadado, sarc¨¢stico ataque, con canciones de Kurt Weill, a las relaciones sociales en la Rep¨²blica de Weimar. Hoy, cuando Quico Cadaval acaba de poner de largo su versi¨®n para el Centro Dram¨¢tico Galego, ya no existen los militares mutilados en la Gran Guerra que piden limosna a las puertas del teatro, la gentrificaci¨®n invisibiliza a las prostitutas en el centro de las urbes y los bandidos rom¨¢nticos no se parecen a Mackie o da faca.
Pero su parlamento final, al pie de la horca, todav¨ªa retumba, habla tambi¨¦n de esta ¨¦poca e incluso arranc¨® alg¨²n aplauso en la noche de las hogueras de San Xo¨¢n en el Auditorio de Galicia de Santiago: "?Qu¨¦ delito es atracar un banco comparado con fundarlo?". La etapa de Blanca Cend¨¢n al frente de la compa?¨ªa dram¨¢tica p¨²blica alcanza un punto de inflexi¨®n con A ¨®pera dos tres re¨¢s. El m¨¢s ambicioso de los trabajos programados bajo su direcci¨®n, con Cadaval a los mandos y Luis Tosar en el papel del carism¨¢tico y violento Mackie, compareci¨® ante los espectadores el pasado jueves.
All¨ª, el conselleiro de Cultura, Roberto Varela, y la plana mayor de su departamento, el alcalde en funciones, Xos¨¦ S¨¢nchez Bugallo, y nombres rutilantes de las artes esc¨¦nicas y musicales asistieron al diagn¨®stico brechtiano> de la Alemania que engendraba el nazismo. En los cartones de los mendigos de la versi¨®n del CDG se pod¨ªa leer "indignados".
En la ¨®pera seg¨²n Brecht y Weill, un tratado pop escrito un a?o antes de que el dramaturgo alem¨¢n ingresase en el Partido Comunista —para Quico Cadaval, "el espejo en que se reconoci¨® su tiempo"— las canciones cargan con buena parte del peso narrativo. Adaptadas al gallego, al igual que el resto del texto, por Pepe Send¨®n, e interpretadas con elegantes arreglos por una banda en directo dirigida por Diego Garc¨ªa, las composiciones ponen a prueba las habilidades cantoras del elenco. Con alg¨²n peque?o problema de sonido, Jenny a pirata, Barbara song o la evocadora Morirat —que conoci¨® versiones de Sonny Rollins o Ella Fitzgerald— punt¨²an el relato fragmentado de una sociedad en la que no es posible ser amable.
En el teatro, el p¨²blico era una asamblea que recib¨ªa un informe sobre la situaci¨®n del mundo. As¨ª lo consideraba el autor de Terror y miseria en el Tercer Reich. En la mirada de Quico Cadaval, donde los mendigos a sueldo de Jonathan Peachum —un magn¨ªfico Marcos Orsi— esperan la visita del Papa para hacer su particular agosto, A ¨®pera dos tres re¨¢s "es tratada como un cl¨¢sico". "M¨¢s que lealtad o fidelidad a las ideas de la obra original", se explica en la documentaci¨®n entregada a la prensa, "nosotros vamos m¨¢s all¨¢ y nos humillamos hasta el extremo de la adoraci¨®n meliflua".
Aunque cada actor intepreta varios personajes, M¨®nica de Nut se centra en Jenny, Muriel S¨¢nchez en Polly Peachum, Bego?a Santalices en la se?ora Pechum, C¨¦sar Goldi en Tigre Brown o Fran P¨¦rez en el ciego que canta. Y la potencia de Bertolt Brecht para exponer las contradicciones de la realidad permanece. Con un montaje de pr¨¢cticamente tres horas y una din¨¢mica puesta en escena, A ¨®pera dos tres re¨¢s reaparece como un cabar¨¦ subversivo en el que la desigualdad impide a los individuos practicar la amistad, entender la compasi¨®n sin usura, amar. A ¨®pera dos tres re¨¢s contin¨²a hoy y ma?ana en Santiago. En julio ir¨¢ a Ferrol, Pontevedra y Madrid.
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