Europa contagia
Oficialmente Grecia no puede quebrar, pero est¨¢ quebrada. Este es el guion de la gran tragedia, invento griego, provocada por la deuda soberana del peque?o gran pa¨ªs mediterr¨¢neo del que venimos todos. La magnitud de la deuda soberana de Grecia, 340.000 millones de euros, es solo una gota de agua en el PIB de la UE. Es soportable y representa m¨¢s un problema pol¨ªtico que econ¨®mico. ?Es la globalizaci¨®n, est¨²pido! Potencia el contagio planetario inmediato del mal de la periferia sur de Europa, desde los teclados de los ordenadores de los due?os del universo que operan en las salas de tesorer¨ªa de Londres, Hong Kong o Nueva York al sistema financiero mundial. En un peque?o rinc¨®n del mundo, que presume de solidaridad, cohesi¨®n social, cultura, que detesta la guerra, ama el poder blando, cargado de historia, un pu?ado de tecn¨®cratas, banqueros centrales, y pol¨ªticos, en Bruselas, Fr¨¢ncfort, Berl¨ªn y Par¨ªs, llevan m¨¢s de un a?o intentando rescatar a Grecia. Y han fracasado. Pero no pierden el empleo tras su demostrada incompetencia en el manejo de la crisis del euro. Como hac¨ªamos de peque?os, llevan 12 meses ag¨®nicos d¨¢ndole patadas a una lata vac¨ªa cuesta abajo, con medidas a medias, que permiten la ilusi¨®n de ganar tiempo. Desde la borda de la arrogancia calvinista, austera y disciplinada del centro y norte de Europa, arrojan salvavidas defectuosos a las perezosas hormigas sure?as que no ahorraron lo que deb¨ªan, pero que s¨ª compraron en su momento los mercedes y BMW alemanes o los trenes franceses, endeud¨¢ndose con los bancos de Par¨ªs y Berl¨ªn. Cuando lo que se necesita es que el coraz¨®n de Europa, si es que a¨²n late, bote un barco nuevo con un Gobierno econ¨®mico de la Uni¨®n, un ministro de finanzas europeo y una pol¨ªtica fiscal com¨²n, reforzando una supervisi¨®n central y una mayor coordinaci¨®n de las econom¨ªas de los Veintisiete.
Es necesario que del coraz¨®n de Europa, si a¨²n late, surja un gobierno econ¨®mico de la Uni¨®n
El jefe de la Comisi¨®n, el pat¨¦tico Dur?o Barroso, tiene la desfachatez de afirmar que no tienen plan B. Grecia es culpable, sin matices. Claro que ha hecho muchas cosas mal, pero le estamos pidiendo un imposible. Veamos. Liberen dinero, que no tienen porque su econom¨ªa padece una depresi¨®n, para pagar la deuda en la que incurren, por cr¨¦ditos caros, rescates al 5%, y para ello inflijan austeridad y m¨¢s paro a su poblaci¨®n. Ya han recortado las pensiones. Ahora reduzcan el 25% del empleo p¨²blico, pongan a 150.000 funcionarios en la calle. Suban los impuestos. Privaticen las empresas estatales, desde los ferrocarriles a los bancos, pasando por el puerto del Pireo y las telecomunicaciones. Malvendi¨¦ndolas para conseguir 35.000 millones de euros. Pero incluso si hacen los deberes, y ya est¨¢n en ello, Grecia continuar¨¢ sepultada por un mont¨®n de deuda. La oposici¨®n conservadora le niega el apoyo a Papandreu al que la calle considera "el empleado del a?o del FMI".
El crecimiento mundial est¨¢ en su momento m¨¢s d¨¦bil desde que comenz¨® la recuperaci¨®n hace casi dos a?os. La alarma es global. Obama conmin¨® a Merkel en Washington: detenga una espiral incontrolada de impagos. Esta semana, el presidente de la Reserva Federal, Ben Bernanke, advierte: "Si no se logra resolver la deuda griega, estar¨¢ amenazado el sistema financiero europeo, el sistema financiero global y la uni¨®n pol¨ªtica de Europa". El rescate de Grecia es en gran medida el rescate de los bancos alemanes y franceses. Y no solo ellos, tambi¨¦n el propio Banco Central Europeo (BCE) est¨¢ contaminado de pr¨¦stamos t¨®xicos. Y la ola puede llegar a la banca estadounidense, que no es una gran prestamista de Grecia, pero podr¨ªa tener que responder por seguros de impago de la deuda griega. El efecto de una eventual quiebra de Grecia es tan aterrador que producir¨¢ un cierre de filas del FMI, el BCE, la UE, Alemania, EE UU, incluso China, para salvarla. "Ser¨¢ rescatada mientras que los pol¨ªticos crean que la alternativa pueda ser el colapso de la econom¨ªa global", afirma el New York Times en un editorial.
Es dif¨ªcil encontrar voces discrepantes del pensamiento dominante: salvar a los bancos sin ocuparse de los innumerables soldados Ryan desamparados en la calle al tiempo que perece la econom¨ªa real. Dos valiosas excepciones a este silencio de los corderos. El historiador franc¨¦s Alain Touraine, que acaba de publicar en Espa?a Despu¨¦s de la crisis (Paid¨®s), entiende que esta "es el resultado de la ruptura impuesta por los financieros entre sus intereses y los de la poblaci¨®n global". Que la pol¨ªtica vuelva a regular el poder de la econom¨ªa en funci¨®n de los intereses de los ciudadanos. Para el Nobel de Econom¨ªa Paul Krugman, los ¨²nicos beneficiarios reales de las pol¨ªticas del Comit¨¦ del Dolor, el FMI, el BCE, la UE, "son los rentistas: banqueros e individuos adinerados con montones de bonos en sus carteras de inversiones".
fgbasterra@gmail.com
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