El coche de la Espa?a aut¨¢rquica
El Museo de Badalona dedica una exposici¨®n al Bisc¨²ter, hecho en Sant Adri¨¤
El motor de dos tiempos que lo impulsa suena como el de una vieja motocicleta y sus reducidas dimensiones hacen pensar que no era el rey de la carretera, pero lo cierto es que el Bisc¨²ter fue el veh¨ªculo que puso a la Espa?a de los a?os cincuenta sobre cuatro ruedas. Su producci¨®n -entre 1953 y 1962- fue uno de los intentos m¨¢s s¨®lidos de desarrollar una industria automovil¨ªstica propia. Recuerdan algunos de los trabajadores de la Autonacional, con sede en Sant Adri¨¤ de Bes¨°s, que de la f¨¢brica salieron aproximadamente 12.000 unidades de este utilitario con forma de zapatilla. Hoy apenas quedan unos 200 Bisc¨²ter y se han convertido en pieza de coleccionista. Por eso, el Museo de Badalona le dedica hasta el 2 de octubre una exposici¨®n en la que ha reunido tres modelos m¨ªticos y decenas de fotograf¨ªas de particulares que ilustran qu¨¦ supuso la motorizaci¨®n de muchas familias de la ¨¦poca.
Autonacional lleg¨® a producir 12.000 unidades entre 1953 y 1962
Costaba 28.000 pesetas y dej¨® de fabricarse con la llegada del Seat 600
"Lo m¨¢s destacado del Bisc¨²ter era su simplicidad est¨¦tica y mec¨¢nica. Se podr¨ªa decir que era espartano, incluso", opina Antoni Tach¨®, presidente del Cl¨¤ssic Motor Club del Bages. El dise?o era del ingeniero aeron¨¢utico franc¨¦s Gabriel Voisin (1882-1973), que present¨® el prototipo en el Sal¨®n de Par¨ªs en 1949, pero no encontr¨® quien viera rentabilidad a aquel veh¨ªculo de bajo coste. En la Espa?a de la posguerra, que subsist¨ªa gracias a una econom¨ªa aut¨¢rquica, en cambio, el Bisc¨²ter s¨ª se abri¨® paso.
"En aquella ¨¦poca, adem¨¢s del Seat 1400 (el primero que sal¨ªa de la f¨¢brica de la Zona Franca), hab¨ªa unos 100 fabricantes de microcoches que nacieron como fruto de la inventiva empresarial. Pero el 95% de estas empresas tan solo llegaron a producir entre una y 10 unidades: fracasaron porque no contaban con medios econ¨®micos para impulsar el proyecto. Del Iseta, el PTV y el Goggomobil se produjeron unos 1.000, mientras que el Bisc¨²ter super¨® a todos ellos y lleg¨® a popularizarse con unas 12.000 unidades circulando por las carreteras", explica Tach¨®, quien recuerda que estos peque?os veh¨ªculos acabaron sucumbiendo tras la comercializaci¨®n del Seat 600.
Joaquim y Josep Jo fueron dos de los 300 operarios que trabajaban en la Autonacional. "El Bisc¨²ter costaba unas 28.000 pesetas y nosotros cobr¨¢bamos 200 a la semana, as¨ª que ¨¦ramos de los que ten¨ªan que conformarse con mirarlo nada m¨¢s". Manuel Guti¨¦rrez, en cambio, s¨ª consigui¨® con el paso de los a?os pilotar el microcoche. De hecho es el orgulloso propietario de uno de los que se exhiben estos d¨ªas en el museo. Es mec¨¢nico y, aunque est¨¢ jubilado, todav¨ªa trabaja en su taller de Badalona, donde hace 30 a?os que restaura autom¨®viles cl¨¢sicos. Por sus manos han pasado Hispano-Suiza, Cadillac, Jaguar y Bentley. En recuperar la vieja carrocer¨ªa de uno de estos microcoches invierte unas 150 horas de trabajo. "A partir de entonces pueden llegar a costar unos 15.000 euros en el mercado, aunque yo tengo tres y no los vendo a ning¨²n precio", explica mientras arranca su Bisc¨²ter, con el que acude a las concentraciones que organiza el Cl¨¤ssic Motor Club del Bages. El sonido del viejo motor invita a la nostalgia. Y algunos de los que acuden al museo no dejan de evocar el pasado. Recuerdan que algunos modelos no ten¨ªan marcha atr¨¢s y hab¨ªa que aparcarlos cargando la parte trasera a mano. O que un viajero lleg¨® conduciendo su Bisc¨²ter hasta Par¨ªs, desde donde envi¨® una fotograf¨ªa para dejar constancia de la haza?a. Conquistas de la carretera, en definitiva, que han dejado huella en la memoria.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.