En equilibrio estable
Naiara Moncada y Juan Marchante, los interioristas de Rosita Gallery, son los autores de la reforma de esta vivienda ubicada en un piso alto de una torre de los a?os setenta de Bilbao, que ha girado en torno a maximizar la luminosidad de un piso urbano sin renunciar a la compartimentaci¨®n que exige la vida cotidiana de una familia con hijos.
La vivienda, tal como atestigua la viga de acero que queda a la vista en el recibidor, se vaci¨® del todo para distribuir el espacio en dos mitades. Una para la zona com¨²n y otra para los dormitorios juveniles, con el dormitorio principal parcialmente integrado en la zona com¨²n.
La vivienda exhibe hoy un perfecto equilibrio entre apertura y privacidad, logrado mediante el empleo de puertas correderas que van de techo a suelo y se convierten en verdaderos tabiques m¨®viles. Act¨²an, as¨ª, a modo de compuertas que se abren o cierran para dejar fluir o concentrar el espacio. A partir de un n¨²cleo que concentra la luz (el recibidor y el sal¨®n comedor), el espacio se divide o en su caso se unifica, compartiendo ventilaci¨®n y luz natural.
Es, por lo dem¨¢s, una decoraci¨®n en blancos y negros. Los elementos b¨¢sicos del equipamiento, en especial la carpinter¨ªa, est¨¢n acabados siempre en tonos que les permiten fundirse en el espacio, para regalarle as¨ª amplitud y convertir el mobiliario y las obras de arte en protagonistas del programa decorativo. Las paredes y los rodapi¨¦s son blancos o, en su caso, en un gris casi negro, y las puertas correderas est¨¢n lacadas en el mismo blanco brillante de los armarios. Los suelos, entarimados en roble, se han te?ido de negro en toda la casa, el mismo tono que presenta el revestimiento de corcho de la pared del pasillo de la habitaci¨®n juvenil, frente a un ba?o interior enteramente acabado en gris oscuro.
La continuidad y la homogeneidad es la norma, y ni siquiera se rompe en la iluminaci¨®n que se consigue a base de hal¨®genos empotrados en el techo e instalados de forma regular y pautada.
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