Estatuto: aniversario con balance pesimista
Las consecuencias pr¨¢cticas del fallo del TC se notan en la pol¨ªtica ling¨¹¨ªstica
El 28 de junio de 2010 se acab¨® una etapa en la historia de Catalu?a y empez¨® otra que apenas ha dado sus primeros pasos. El Tribunal Constitucional (TC) fall¨® sobre el Estatuto casi cuatro a?os despu¨¦s de que el Partido Popular impugnara un texto que hab¨ªa contado con un amplio respaldo parlamentario y ciudadano. La sentencia cerr¨® el paso a Catalu?a en su aspiraci¨®n de aumentar sus cotas de autogobierno y su margen competencial. Un a?o despu¨¦s, sus efectos se hacen notar lentamente.
"La sentencia del TC ha roto el pacto constitucional de 1978", asegura Javier P¨¦rez Royo, catedr¨¢tico de Derecho Constitucional de la Universidad de Sevilla. Argumenta P¨¦rez Royo que, seg¨²n la Constituci¨®n, los estatutos se fundamentaban en un pacto pol¨ªtico, un acuerdo que entorpeci¨® el TC. Similar an¨¢lisis dibuja Xavier Arb¨®s, catedr¨¢tico de Derecho Constitucional de la Universidad de Barcelona, que expone: "El modelo constitucional se ha visto rebajado, m¨¢s por la forma que por el contenido del fallo. Hay art¨ªculos inconstitucionales que est¨¢n intactos en otros estatutos. Esto crea un agravio permanente".
Sin blindaje competencial
"Con la sentencia de hace un a?o, parte del Estatuto del 1979 habr¨ªa sido declarado anticonstitucional", agrega el tambi¨¦n catedr¨¢tico de derecho constitucional de la UB Enoch Albert¨ª. Albert¨ª alerta: un a?o despu¨¦s, queda claro que la sentencia rebaja la calidad del texto: "Se ha convertido una pieza bastante irrelevante, en el sentido de que no ofrece las garant¨ªas que permit¨ªan dar el salto a la autonom¨ªa". El catedr¨¢tico expone que el fallo acab¨® con la pretensi¨®n de Catalu?a de blindar sus competencias. Ello tambi¨¦n ha afectado a la Generalitat: "Ha quedado debilitada, junto a las comunidades aut¨®nomas". Coincide Arb¨®s, que se?ala el peligro de regresi¨®n auton¨®mica. Ambos catedr¨¢ticos, sin embargo, creen que el proceso estatutario ha valido la pena.
La sentencia tiene de momento m¨¢s efectos pol¨ªticos que pr¨¢cticos. Un a?o despu¨¦s, el TC ha aumentado su descr¨¦dito, con la dimisi¨®n de tres magistrados como ¨²ltimo cap¨ªtulo de su crisis. El soberanismo, que centr¨® la masiva marcha contra el recorte del 10 de julio, se mantiene estable en un apoyo del 25%. Y Catalu?a afronta una nueva etapa, con Converg¨¨ncia i Uni¨® de nuevo en el poder. Los recortes sociales y la crisis centran ahora la preocupaci¨®n de los ciudadanos, y el Estatuto ha quedado en segundo plano.
Falta todav¨ªa tiempo, coinciden los tres expertos, para que el fallo tenga m¨¢s efectos. "Con el Estatuto ha pasado todo, y no ha pasado nada. Ni se ha roto Espa?a ni la sentencia se ha notado, por la crisis", mantiene P¨¦rez Royo. Un ¨¢mbito s¨ª se ha visto afectado: la pol¨ªtica ling¨¹¨ªstica. El Tribunal Supremo se apoy¨® en la sentencia del TC para cuestionar en tres fallos la inmersi¨®n ling¨¹¨ªstica en las escuelas. "Podemos ir a peor", avisa Arb¨®s. Se suma Albert¨ª: "El tema ling¨¹¨ªstico ser¨¢ una fuente de problemas en el futuro considerable. El TC estableci¨® una doctrina contradictoria".
Los partidos catalanes, con la excepci¨®n de Partit dels Socialistes e Iniciativa, han dejado de lado el Estatuto, y todos han abandonado la unidad que les impuls¨® las semanas posteriores al fallo. CiU lo f¨ªa todo al concierto econ¨®mico, y ERC solo quiere hablar de independencia. "Las espadas est¨¢n en alto. El nacionalismo catal¨¢n ha dado por roto el pacto, ha visto que no tiene que ser leal con la Constituci¨®n", ilustra P¨¦rez Royo, que concluye: "Se ha roto algo muy gordo. En alg¨²n momento, esa barbaridad pasar¨¢ factura".
Todo queda en manos de la pol¨ªtica, sentencian los catedr¨¢ticos, de la voluntad de los partidos (principalmente el PP), de impugnar o dejar que sigan su curso las leyes que el Parlament apruebe bas¨¢ndose en el Estatuto. Tendr¨¢ que pasar m¨¢s tiempo para saber si el fallo sigue extendiendo sus efectos.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.