Reivindicando a Feij¨®o
Haciendo bueno ese dicho de que, por bueno que sea, siempre valoramos m¨¢s cuanto venga de fuera que lo de casa, Rajoy ha acudido a Toledo a proclamar a Dolores de Cospedal musa e inspiraci¨®n de su estilo de gobierno. Sin preaviso, la restauraci¨®n popular ha dejado de encarnar el Shangri-la de la derecha. Pero no se dejen engatusar por la propaganda centralista. No es por Galicia, ni por Feij¨®o. Es por Rajoy. Toda la culpa es suya y adem¨¢s se equivoca.
En primer lugar, peca de cierta soberbia al mostrar un desapego tan fulminante y algo desagradecido con Feij¨®o, el candidato que le proporcion¨® una victoria cuando m¨¢s lo necesitaba. Ganar ahora es f¨¢cil. Cualquiera puede hacerlo sin bajar de autob¨²s. Lo dif¨ªcil era salir victorioso cuando a¨²n discut¨ªamos si and¨¢bamos en crisis o en desaceleraci¨®n, cuando Zapatero promet¨ªa salir todos juntos de las dificultades.
Empieza a hacerse las preguntas correctas y a admitir que ya no le quedan respuestas f¨¢ciles
En segundo lugar, se confunde gravemente al dejarse llevar por el chiste de la novedad, relegando a la democracia feijoniana al pelot¨®n de las restantes baron¨ªas justo ahora. Porque justo ahora es cuando Feij¨®o empieza a resultar un gobernante interesante. Cuando comienza a formularse las preguntas correctas mientras reconoce que se le acabaron las respuestas f¨¢ciles y debemos buscar soluciones con paciencia, porque va a costar trabajo encontrarlas. Este camino chispeante de golpes de efecto y sonoros titulares ya lo hemos recorrido en Galicia. La tierra prometida quedaba un par de coches oficiales y cuatro asesores m¨¢s all¨¢. El resto lo har¨ªa el poder m¨¢gico del hada de la austeridad. Sabemos c¨®mo acaba. Incluso podemos anticipar el futuro que aguarda a los manchegos. Cuando la evidencia de que los pocos millones ahorrados recortando personal, fotocopias o mobiliario no suman para financiar los dilemas mastod¨®nticos que enfrentamos, el problema ser¨¢ que Madrid les debe cientos o miles de millones. Su sanidad, su educaci¨®n o sus servicios sociales se precarizar¨¢n porque en Madrid no manda el PP. Cuando en La Moncloa viva Rajoy, las hadas de la austeridad y la confianza obrar¨¢n el milagro que ahora les impiden el incapaz Zapatero y el maligno Rubalcaba. Recortando medio kilo de asesores y cuarto y mitad de empresas p¨²blicas, el cr¨¦dito volver¨¢ a fluir, las hipotecas se pagar¨¢n con longanizas y habr¨¢ tanto trabajo que nuestras mayores tribulaciones volver¨¢n a ser Mayor Oreja y su efecto llamada.
Feij¨®o ya ha terminado ese viaje y sabe a d¨®nde lleva: a la melancol¨ªa y a farragosas ruedas de prensa con titulares poco agradecidos. A fuerza de escornarse gobernando, conoce cu¨¢les son los verdaderos desaf¨ªos y la falta de soluciones sencillas o f¨¢ciles. Recortando gastos se saca para tapar agujeros, como dec¨ªan los concursantes de Un, Dos, Tres. Aunque goz¨¢ramos de la Administraci¨®n m¨¢s eficiente del mundo, el problema seguir¨ªa siendo que la demanda y los ingresos no dan. Queremos y exigimos algo que no estamos muy dispuestos a pagar.
Queremos una sanidad que no estamos dispuestos a pagar. No nos da para sostener un sistema sanitario que garantiza la promesa de sanarlo todo, incluso la vejez, gratis total. Exigimos una educaci¨®n que no estamos dispuestos a pagar. No nos da para sostener esta oferta de colegios contenedores donde los padres podamos dejar a los hijos siempre que nos convenga. Queremos unos servicios sociales que no estamos dispuestos a pagar. No nos da para sostener este surtido de centros de d¨ªa y guarder¨ªas a precios de saldo abiertos 24 horas. Hasta exigimos un dispositivo contra el fuego que nos parece muy recortable cuando llueve y hace fr¨ªo, porque solo estamos dispuestos a pagarlo cuando sopla el viento, las temperaturas superan los 30 grados, el monte arde y ya es demasiado tarde. Entonces descubrimos que existen los incendiarios y plantar fuego constituye un provechoso negocio.
Hace mal la oposici¨®n en rehuir ese combate y disparar contra la democracia feijoniana el habitual, t¨®pico y t¨ªpico arsenal de simplificaciones y causalidad creativa al estilo de "Piove? porco goberno". Es tiempo de ideas complejas y pol¨ªticas innovadoras. Las ideas simples no hacen el mundo m¨¢s f¨¢cil. Solo lo vuelven m¨¢s peque?o.
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