Un duelo de n¨²meros uno
Djokovic llega a lo m¨¢s alto de la clasificaci¨®n mundial y se medir¨¢ en la final a Nadal, que defiende el t¨ªtulo de Wimbledon, en un choque tit¨¢nico por el dominio del tenis
El beso, como el sudor y las l¨¢grimas, se queda sobre la hierba. Al final del d¨ªa, Novak Djokovic ya ha puesto sus labios sobre el sagrado c¨¦sped de Wimbledon, celebrando que es el nuevo n¨²mero uno mundial (7-6, 6-2, 6-7 y 6-3 al franc¨¦s Tsonga en semifinales). Al final del d¨ªa, Rafael Nadal, el hombre al que desplaza el serbio de tan privilegiado puesto despu¨¦s de m¨¢s de un a?o, ya le espera (5-7, 6-2, 6-2 y 6-4 al brit¨¢nico Andy Murray) en el encuentro decisivo para defender ma?ana su corona de Londres. Y al final del d¨ªa, descontadas ya las horas de sol y los chasquidos fr¨ªos del viento, se ha quedado pelado el verde de la central, sometido a la guada?a de las zapatillas de los tenistas, tembloroso frente a sus gritos, ralo bajo esas pisadas que cazan pelotas imposibles. Fue un simple viernes en Londres, pero una jornada gloriosa en Wimbledon.
El serbio ha derrotado al espa?ol en cuatro finales durante esta temporada
"You're a real Braveheart Andy!", gritan desde el p¨²blico. "?Eres un verdadero coraz¨®n valiente!", le dicen a Murray. Son voces roncas que apelan a la historia de Escocia y a las emociones, que quieren el partido a flor de piel, que reciben, que ven, tambi¨¦n, c¨®mo el encuentro cambia en dos puntos. El primer zarpazo es del h¨¦roe local, que aprovecha la lenta salida del espa?ol para hacer suyo el primer parcial del partido. Vibra el gent¨ªo. Juega con plomo Murray, que llama al fisioterapeuta nada m¨¢s arrancar el partido. El n¨²mero cuatro mundial tiene entonces la oportunidad de dar lo que parece un zarpazo definitivo: con 1-2 y 15-30 sobre el saque de Nadal en la segunda manga, tiene una bola comod¨ªsima, la pista entera esper¨¢ndole, el mundo a sus pies, el triunfo a poco m¨¢s de un golpe, a un suspiro. Inexplicablemente, falla. Ocurre algo peor para ¨¦l. Activa al can¨ªbal. Nadal, que acabar¨¢ el encuentro con siete errores no forzados por 39 de su adversario, le propina desde ese instante un 7-0. De 5-7 y 1-2, se pasa a 5-7, 6-2 y 2-0 para el espa?ol. Murray sigue en la pista, pero su cerebro est¨¢ en otro sitio. Se hab¨ªa ido, ro¨ªdo por las dudas. Se hab¨ªa marchado, carcomido por los fallos.
"Tuve suerte con ese punto f¨¢cil que fall¨®. Cambi¨® el encuentro", reconoci¨® luego el espa?ol. "No me importa mucho haber perdido el n¨²mero uno, no es la meta. La meta es estar sano, ser competitivo, intentar estar a mi mejor nivel en los momentos importantes", prosigui¨® el mallorqu¨ªn, que ha alcanzado al menos la final en sus ¨²ltimas cinco participaciones en Wimbledon. "No he perdido el n¨²mero uno. Ha habido un t¨ªo que ha jugado incre¨ªble desde enero y al que hay que felicitar", cerr¨® el campe¨®n vigente, al que esper¨® el rival derrotado para abandonar la pista, el gesto de un caballero.
Antes de que todo eso ocurra, Djokovic besa el c¨¦sped y se santigua mientras levanta el dedo ¨ªndice, imitado por su banquillo. Es la se?al del n¨²mero uno. Es el aviso de qui¨¦n ocupar¨¢ ese puesto desde el lunes. Es, tambi¨¦n, la culminaci¨®n de un encuentro colosal y lleno de espinas, en el que no juegan solo las raquetas, sino tambi¨¦n los corazones, las agallas y las prisas. Tsonga, el rival del serbio, golpea primero. Gana al resto el primer juego. El estadio se cimbrea siguiendo su loco ritmo. Tsonga vuela a por voleas imposibles como si fuera un cometa. Tsonga salta y brinca, jugando sin cadenas, liberado el monstruo, una bestia de la naturaleza sobre la pista. En el Palco Real, donde el comedimiento y la econom¨ªa de gestos son ley no escrita, hay espectadores que se levantan con las manos en la cabeza, at¨®nitos ante lo que ven sobre la hierba.
Djokovic, no. Djokovic es el dique que se enfrenta a la tormenta. La solidez es su bandera. Su credo, el del malec¨®n frente a las olas: aqu¨ª mi pared, aqu¨ª tus acometidas. Poco a poco, amaina el temporal, baja la furia de la tormenta, es imposible, sabe Djokovic, mantener esa presi¨®n durante todo el d¨ªa. Tsonga duda. Djokovic, tiembla. Tsonga salva dos puntos de partido. Djokovic no se encuentra, est¨¢ ido, grogui como anda, emborrachados los sentidos por el canto de sirena de la llegada del n¨²mero uno. Finalmente, tras haber perdido una manga que jam¨¢s debi¨® haber cedido, el serbio logra con todo merecimiento el trono que le se?ala como el mejor tenista del planeta, por delante de Nadal.
"Cuando acab¨® el partido, no sab¨ªa c¨®mo mostrar mis emociones", explic¨® luego Djokovic, due?o de un curso en el que ha ganado siete t¨ªtulos y solo ha perdido un partido ante el suizo Roger Federer, en las semifinales de Roland Garros. "Es uno de esos momentos que no se pueden describir con palabras", prosigui¨® el finalista, que desde enero ha ganado cuatro veces a su rival mallorqu¨ªn y tres al suizo. "Para ser n¨²mero uno en la ¨¦poca de Nadal y Federer hay que perder un solo partido en siete meses", brome¨®. "En los ¨²ltimos dos o tres a?os hubo momentos realmente dif¨ªciles, porque estaba perdiendo la mayor¨ªa de los partidos importantes contra ellos. Dud¨¦ de m¨ª. Super¨¦ aquello porque mi fe era muy fuerte. Competir contra ellos dos es un reto... aunque tambi¨¦n me ha hecho mejorar".
Djokovic es el primer tenista que desplaza del trono a los dos rivales legendarios desde febrero de 2004. Djokovic es el campe¨®n del Abierto de Australia 2011. Djokovic est¨¢ en su primera final del templo verde, estrena ah¨ª el n¨²mero uno mundial y quiere volver a besar la hierba. Le espera ma?ana Nadal, el campe¨®n vigente , al que ha derrotado en cuatro finales en lo que va de a?o. Es un partido por algo m¨¢s que el t¨ªtulo con m¨¢s prestigio del tenis, por la corona de Wimbledon. Es un pulso, un combate, para decidir qui¨¦n comienza a dominar todo el tenis masculino lo que queda de a?o.
Cambio de rey
- El serbio Novak Djokovic ser¨¢, a partir del pr¨®ximo lunes, el n¨²mero uno del tenis mundial destronando a Rafa Nadal, que estuvo en la cima durante 56 semanas consecutivas (desde el 7 de junio de 2010). El espa?ol defiende en Wimbledon su t¨ªtulo, mientras Djokovic ya ha mejorado el resultado del a?o pasado (semifinal).
- Con 24 a?os y 43 d¨ªas, Nole, primer serbio en liderar el ranking, es el tenista de m¨¢s edad, en activo, en alcanzar el n¨²mero uno por primera vez (Nadal lo logr¨® con 22 a?os y dos meses).
- El serbio ha conseguido quebrantar el duopolio Federer-Nadal, que duraba desde febrero de 2004.
- Nadal fue la mejor raqueta durante 102 semanas, entre dos etapas -la primera fue desde agosto de 2008 hasta julio de 2009-. Ya ha superado a Agassi (101), mientras queda por detr¨¢s de Sampras (286), Federer (285), Lendl (270), Connors (268), McEnroe (170) y Borg (109).
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