Tradici¨®n modernizada

Comienza el Tour. Que empiece la fiesta. Ah, no, perd¨®n, que esto es una frase hecha, y hab¨ªamos quedado ayer en que esto no era una fiesta, sino unas vacaciones.

Ahora bien, para los corredores, vacaciones pocas. Eso ya llegar¨¢ en noviembre. Ahora lo que llega es la oportunidad de que esas vacaciones sean merecidas. Por cierto, para los corredores que no corren el Tour, ahora llega lo que nosotros llamamos con iron¨ªa juliembre. Un mes en el que hay que entrenarse pero en el que no hay apenas carreras que se postulen como objetivos; d¨ªas de calor en los que el entusiasmo por trabajar y hacer kil¨®metros de los primeros meses de la temporada comienza a escasear. Pero bueno, ese es su problema, nosotros a lo nuestro.

Esperan tres semanas con un esquema cl¨¢sico de carrera pero con detalles que marcan la diferencia

Tres semanas nos esperan con un esquema cl¨¢sico de Tour pero con ciertos detalles que marcan la diferencia con otros Tours m¨¢s tradicionales. El esquema es de una primera semana y media relativamente sencilla, con variadas oportunidades para los hombres r¨¢pidos. Luego Pirineos y Alpes, en ese orden. Los Pirineos se tocan en tres etapas: una primera con llegada en Lourdes tras pasar el Aubisque, y otras dos con llegadas en Luz Ardiden y Plateau de Beille. A esto le siguen un par de etapas de traslado geogr¨¢fico hacia los Alpes, con jornada de descanso incluida, seguido del festival y fin de fiesta alpino. Contrarreloj larga y dura en Grenoble el pen¨²ltimo d¨ªa, y tradicional etapa de homenaje al ganador en los Campos El¨ªseos.

Hasta aqu¨ª lo tradicional. Centr¨¦monos ahora en lo no tan habitual. Debut hoy con una primera etapa en l¨ªnea, algo que hac¨ªa varios a?os que no ve¨ªamos. Adem¨¢s con una llegada en un repecho de dos kil¨®metros, en lo que ser¨¢ la primera cota de la carrera, el Mont des Alouettes. El ganador de esta primera etapa, adem¨¢s del primer maillot de l¨ªder, se llevar¨¢ el primero de la monta?a, y seguramente el primer maillot verde de la clasificaci¨®n por puntos. Un bot¨ªn muy goloso; siempre lo ha sido, pero ahora a¨²n m¨¢s. Adem¨¢s cabe la posibilidad por el tipo de llegada de la que hablamos, de que el ganador fuese el corredor que porta ahora el maillot de campe¨®n del mundo, Hushovd. El cl¨ªmax en este caso puede ser total. La apuesta por Gilbert es evidente, pero despu¨¦s de ver ayer la llegada me da la sensaci¨®n de que a esta cuesta le falta dureza para las cualidades del val¨®n.

Al d¨ªa siguiente, esto es, ma?ana, contrarreloj por equipos corta, de tan solo 23 kil¨®metros. M¨¢s bien parece que se quiere mantener el espect¨¢culo -esta disciplina siempre lo es- sin que las diferencias resulten especialmente abultadas.

El cuarto d¨ªa llegada al Mur de Bretagne, al estilo cl¨¢sica de las ?rdenas, y cuando se cumple una semana de carrera, dos etapas complicadas por el macizo central. La primera con llegada en alto en Super-Besse, y la segunda en un continuo sube y baja de m¨¢s de 200 kil¨®metros con llegada a Saint-Flour.

Y en festival de fin de fiesta en el coraz¨®n de los Alpes, aparte de la infernal etapa del Galibier -Agnello, Izoard y Galibier- que entra dentro de lo tradicional, una sorprendentemente corta etapa -110 kil¨®metros- en Alpe-D'Huez con el Galibier de nuevo de por medio.

Ya habr¨¢ tiempo de hablar de candidatos y rivales, aunque viajar fuera del dueto Contador-Schleck es aventurarse demasiado. Lo importante es que ya empieza el show -hay ganas-, y esperemos que no defraude.