EE UU devuelve a Tarragona a dos ni?as secuestradas por la madre
Un juez de Tejas sentencia que vuelvan con el padre, que tiene la custodia - La mujer las sac¨® del pa¨ªs aprovechando un error de un juzgado de Valls
Un juzgado de EE UU ha resuelto el embrollo creado por la justicia espa?ola que ha separado a Francisco Jos¨¦ Iborra de sus dos hijas durante m¨¢s de 15 meses. Es el tiempo que la madre ha mantenido en Houston a las ni?as, de 11 y 13 a?os, despu¨¦s de sacarlas de Espa?a aprovechando un error judicial: no se transmiti¨® a la polic¨ªa el mandato que prohib¨ªa a las menores salir del pa¨ªs. Tras encallar en la Administraci¨®n y la justicia espa?olas, el padre present¨® una demanda contra su exmujer en el juzgado de lo civil del condado de Montgomery, Tejas, a finales de 2010. Medio a?o despu¨¦s, el pasado d¨ªa 20, la juez sentenci¨® que las ni?as hab¨ªan sido scacadas de Espa?a ilegalmente y orden¨® que volvieran a su pa¨ªs de origen. "Es casi un milagro, en alg¨²n momento cre¨ª que era imposible resolver este l¨ªo", celebra Iborra, y las dos hijas miran como distra¨ªdas al padre, que las abraza de nuevo en el sof¨¢ de casa, en Tarragona.
"No estoy enfadado, solo decepcionado con la justicia", dice Francisco Iborra
El milagro de Iborra, que abri¨® una causa penal por sustracci¨®n ilegal de menores contra Luisiane Almeida, brasile?a nacionalizada espa?ola de la que se divorci¨® en 2006, empez¨® como un desastre en el Juzgado de Instrucci¨®n n¨²mero 1 de Valls (Alt Camp). En julio de 2009, el juez requis¨® el pasaporte de las ni?as y orden¨® comunicar la medida a la polic¨ªa para evitar una posible sustracci¨®n por parte de la madre. Pero esa providencia judicial "se archiv¨® por error debido a la sobrecarga de trabajo", admiti¨® el Consejo General del Poder Judicial en una misiva de disculpas que envi¨® a Iborra. "No estoy enfadado, solo decepcionado", asume el padre. "?Por qu¨¦ la justicia funciona en Estados Unidos y aqu¨ª es un desastre?".
Iborra denunci¨® a su exmujer a la justicia espa?ola en abril de 2010, pero el regreso de las hijas parec¨ªa lejano hasta que el Ministerio de Asuntos Exteriores contact¨® con el padre el verano pasado. Le inform¨® de que pod¨ªa recuperar a las ni?as mediante el Convenio de La Haya de 1980, pactado para resolver estos casos y suscrito por EE UU; recomend¨® que presentara una denuncia en Tejas, y consigui¨® un abogado de oficio de la Universidad de Houston, que asumi¨® el caso como una pr¨¢ctica para letrados reci¨¦n licenciados. No es un ¨¦xito aislado: Exteriores tramita entre 50 y 90 casos de sustracciones internacionales de hijos al a?o, seg¨²n fuentes jur¨ªdicas.
"Quiero que otros padres vean que estas situaciones pueden resolverse", explica Iborra, y pide que se respete el silencio de sus hijas, repuestas del viaje de ida y vuelta. "Son las principales v¨ªctimas. En funci¨®n de c¨®mo sus padres les expliquen lo ocurrido, pueden padecer secuelas", advierte la psic¨®loga infantil Miriam Santana. "En estas edades hay riesgo de confusi¨®n, problemas de autoestima, inseguridad y desconfianza hacia sus padres". "Recibir¨¢n apoyo psicol¨®gico, estar¨¢n bien", se?ala discreto el padre, por temor a nuevas batallas judiciales que, asegura, prepara su exmujer.
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