La naci¨®n soberana de los monos
Los primat¨®logos Roger y Deborah Fouts consideran que los chimpanc¨¦s, poseedores de cultura, deber¨ªan tener derecho de propiedad sobre sus selvas
Pocos chimpanc¨¦s han sido tan entra?ables como Washoe, la primera de su especie que aprendi¨® la lengua de signos. Los c¨¦lebres primat¨®logos estadounidenses, el matrimonio formado por Roger y Deborah Fouts, la conocieron bien. Casi se les escapan las l¨¢grimas al recordarla (falleci¨® en 2007) en el bar de CosmoCaixa, el museo de la ciencia barcelon¨¦s donde han ofrecido la conferencia Conversando con chimpanc¨¦s.
Los Fouts son unos apasionados de su labor, y muy cordiales. "Washoe tuvo al principio una vida dura. Su madre muri¨® cuando la capturaron, fue llevada a una base militar para convertirla en astronauta y de ah¨ª la sacaron en 1966 para adiestrarla en el lenguaje de signos". ?Era un animal excepcional? "No destacaba por su inteligencia, estaba en la media, pero s¨ª por su compasi¨®n. Cuando alguien se pon¨ªa triste, chimpanc¨¦ o humano, acud¨ªa a consolarlo. Una colaboradora nuestra sufri¨® un aborto espont¨¢neo y al regresar con los chimpanc¨¦s y preguntarle Washoe porqu¨¦ estaba triste, le explic¨® la causa. Entonces Washoe hizo el signo de llorar -los chimpanc¨¦s no pueden llorar, igual que no pueden hablar- y la abraz¨®".
El lenguaje de signos sugiere que son capaces de componer poemas
Washoe ha contribuido a probar que en los chimpanc¨¦s hay transmisi¨®n cultural. "Ense?¨® ella misma a su hijo el lenguaje de signos".
Los chimpanc¨¦s a los que se ha hecho vivir en entornos humanos llegan a creer que son eso, humanos. Fue el caso de Lucy Temerlin (por el apellido del matrimonio de psicoterapeutas que la adiestr¨®), a la que nunca le gustaron los machos de su especie y solo sent¨ªa atracci¨®n sexual por los hombres. "Washoe estaba inmersa en la cultura humana y no fue sino con cinco a?os cuando fue introducida en un grupo de chimpanc¨¦s. Fue muy traum¨¢tico. Al verlos no se reconoci¨® como una de ellos. La asustaban. En lenguaje de signos los llamaba 'bichos negros'. Sin embargo, actu¨® como una antrop¨®loga, interes¨¢ndose, tratando de entenderlos y hasta con altruismo. Cuando finalmente comprendi¨® que ella tambi¨¦n era un chimpanc¨¦ fue un shock, pero lo acept¨®".
El aprendizaje del lenguaje de signos ha mostrado que los chimpanc¨¦s conversan -de su comida favorita, por ejemplo- y que algunos se dedican a monologar, que hacen soliloquios, a lo Hamlet. "As¨ª es, hablan consigo mismos o piensan en voz alta. Sueltan interjecciones espont¨¢neamente. Y componen incluso peque?os poemas". ?Un mono poeta! Los Fouts explican que uno de sus pupilos simios, Moja, se entregaba a repetir con signos series de palabras que parec¨ªan no significar nada. El asunto les ten¨ªa desconcertados hasta que un amigo escritor les dijo que lo que el chimpanc¨¦ hac¨ªa eran trabalenguas con aliteraci¨®n. Tambi¨¦n insultan, parece que con gran fruici¨®n.
?Tienen moral? "Saben lo que es justo. Y mienten. Una chimpanc¨¦, al descubrirse que hab¨ªa hecho sus necesidades en la alfombra, acus¨® de ello a una becaria humana". ?Tienen consciencia de la muerte? "No s¨¦ si entienden que ellos morir¨¢n, pero ?cu¨¢ntos humanos lo entienden en realidad? Los chimpanc¨¦s sin duda saben lo que es morir".
?Influimos en su evoluci¨®n? "Es posible; el aprendizaje de culturas nuevas como el lenguaje de signos puede hacerles dar un salto. La verdad es que nos sentimos muy responsables de lo que hicimos con ellos en los a?os sesenta y setenta. ?ramos muy ignorantes. Hoy no repetir¨ªamos aquellos experimentos. No deben vivir con nosotros. Cambiamos su vida para siempre". Los dos estudiosos apoyan los entornos naturales para la especie, la preservaci¨®n de su medio. "Deber¨ªamos respetarlos como una naci¨®n soberana". ?Creen que los chimpanc¨¦s deber¨ªan tener derecho de propiedad? Los Fouts cruzan una mirada. "S¨ª, igual que EE UU respeta a Espa?a, habr¨ªa que respetar la selva de los chimpanc¨¦s, considerarla su pa¨ªs".
Para los Fouts la diferencia entre los chimpanc¨¦s y los bonobos o chimpanc¨¦s pigmeos no es significativa. Consideran el gran inter¨¦s actual por los bonobos en funci¨®n de su parecido a nosotros una moda y una "chorrada". "Se dice que parecen m¨¢s humanos porque tienen m¨¢s sexo -?habr¨ªa que ver qu¨¦ significa eso!-, porque copulan cara a cara, porque tienen las piernas m¨¢s largas. Pero son caracter¨ªsticas que tienen que ver con su entorno. Presentan menos dimorfismo sexual, as¨ª que, con masas corporales parecidas, machos y hembras pueden copular de formas que no son usuales en los chimpanc¨¦s, en los que el macho es mucho m¨¢s robusto. Son solo adaptaciones. Decir que se parecen m¨¢s a nosotros es insultarlos como bonobos".
?Hay indicios de que crean en algo superior, una trascendencia? "Es posible, parece que realizan algo semejante a rituales".
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