El tenista de acero
Djokovic, que fallaba en los momentos decisivos, pierde "el miedo" y las dudas ante Nadal y Federer y se convierte en un jugador directo y un competidor imparable
No hubo un pu?ado de tranquilizantes. Nadie imit¨® al alem¨¢n Boris Becker, que se atiborr¨® de somn¨ªferos justo antes de la final de Wimbledon 1990. El encuentro decisivo de 2011 midi¨®, sin embargo, la gesti¨®n de los nervios en las ocasiones decisivas. Ese examen gradu¨® cum laude al serbio Novak Djokovic, el nuevo n¨²mero uno mundial y campe¨®n de Wimbledon, frente a un Rafael Nadal desdibujado. Las estad¨ªsticas no enga?an. En 2011, el nuevo campe¨®n es el segundo tenista que m¨¢s puntos de rotura convierte (48%) y el segundo que m¨¢s bolas de break salva (70%). No hay dos datos que midan mejor c¨®mo reacciona un competidor frente a la presi¨®n. Los dos coronan a Djokovic como el campe¨®n de los campeones, ya que todos sus rivales del top 10 quedan por detr¨¢s suyo en el listado.
El serbio es el mejor entre los grandes en puntos de 'break' a favor y en contra
"Pas¨¦ por tiempos de crisis. No sab¨ªa si pod¨ªa conseguir mis objetivos"
"En una frase: perd¨ª el miedo", explica el serbio. El domingo, tras hacerse con el t¨ªtulo, Nole da por terminadas las celebraciones a la una de la madrugada. El serbio ha asistido ya al baile de campeones, vestido de etiqueta, como todo su equipo, con el que act¨²a como si fueran un grupo de crooners, con los dedos pegando chasquidos. Hay fotos tambi¨¦n con su novia y, bromista como es, tambi¨¦n queda inmortalizado el momento en el que se atreve a intercambiarse los trofeos con la checa Petra Kvitova, la campeona. La noche no se alarga. La gran celebraci¨®n ser¨¢ en Serbia, donde es un h¨¦roe. "Y s¨ª", cuenta el campe¨®n, que siempre se declar¨® un patriota, que tiene pasaporte diplom¨¢tico y hace frecuentes donaciones a la Iglesia serbia, "tras la victoria en la Copa Davis, en 2010, me qued¨¦ lleno de vida, lleno de energ¨ªa, deseoso de volver a la pista, deseoso de jugar m¨¢s, de ganar m¨¢s torneos. Sin miedo".
Djokovic empez¨® el a?o con un r¨¦cord perdedor en sus enfrentamientos contra Nadal y Roger Federer. Hoy la tendencia se ha invertido. El tenista que fallaba en los momentos decisivos ha vencido en cinco finales seguidas al mallorqu¨ªn y en tres de cuatro partidos al suizo, el ¨²nico capaz de derrotarle en este curso, en las semifinales de Roland Garros. Nadie hab¨ªa desplazado a los dos rivales del n¨²mero uno mundial desde febrero de 2004. Djokovic lo ha conseguido ganando casi todos los torneos que se le han puesto por delante.
"Hubo momentos en los que fue frustrante llegar a las ¨²ltimas rondas de los grandes y cruzarme con ellos", se sincer¨® el mejor tenista del planeta. "Ellos dos siempre ofrecen su mejor tenis cuando m¨¢s importa. Mentir¨ªa si dijera que en el pasado, frente a Federer o Nadal, no tuve dudas. Las tuve. Pas¨¦ por momentos dif¨ªciles, por tiempos de crisis en los que no sab¨ªa si realmente podr¨ªa conseguir mis objetivos, porque esos dos t¨ªos eran tan dominantes", prosigue. "Para m¨ª ha sido un proceso de aprendizaje, de desarrollo y mejora como persona y jugador. He encontrado una manera de superar esas presiones, expectativas y problemas que tienes sobre una pista", a?ade. "Les respeto. Siempre cre¨ª que pod¨ªa ganarles. Solo as¨ª llegu¨¦ adonde estoy ahora. La aproximaci¨®n mental a un encuentro en el que me enfrente a ellos debe ser positiva. No hay otro camino. Para m¨ª, el ejemplo es Nadal. Hace unos a?os todos sab¨ªamos lo dominante que era en tierra, pero no lo era tanto en otras superficies. Nadie cre¨ªa que pudiera mejorar, pero lo hizo. Ese es mi caso. Soy un jugador con algo que demostrar".
El camino de Djokovic es el m¨¢s recto, el m¨¢s directo. No tiene curvas ni vericuetos. Juega r¨¢pido y con decisi¨®n. Es un tenista muy concreto. Las estad¨ªsticas le definen como el mejor en los momentos que marcan los encuentros, esos instantes que un d¨ªa hicieron de Nadal el devorador de gigantes. Hoy, ese glot¨®n es Djokovic. Suya la firma en todos los puntos importantes. Suyos los triunfos en todos los parciales de marcador estrecho en sus partidos contra Nadal, un tit¨¢n con los nervios a flor de piel. Y suya una temporada de ensue?o que no tiene freno: esta misma semana y contra Suecia, el campe¨®n vuelve a jugar la Copa Davis con Serbia.
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