Aranjuez llora a sus j¨®venes
El exceso de velocidad, posible causa del accidente de tr¨¢fico con tres fallecidos
El coche era nuevo. Un Volkswagen Golf de mucha potencia que hab¨ªa sido matriculado hace 20 d¨ªas, concretamente el 11 de junio. En ¨¦l viajaban los tres j¨®venes que volviendo de una fiesta la noche del domingo perdieron la vida al caer por un terrapl¨¦n, a unos cientos de metros de la entrada al empedrado hist¨®rico de Aranjuez. Un cuarto ocupante permanec¨ªa anoche ingresada en estado muy grave en la UCI, mientras que otra chica se recuperaba de sus heridas. El suceso ha ensombrecido el ¨¢nimo de una ciudad entera.
Acabada la fiesta, los j¨®venes se dirig¨ªan al centro del municipio. Es un trayecto muy breve, de apenas unos kil¨®metros. Por el camino, un testigo cuenta que vio el coche yendo de aqu¨ª a all¨¢ en la carretera, la M-305, sin control y a mucha velocidad, hasta que lo vio caer por uno de los lados. Eran las 21.50 del domingo. Lo hizo con mucha violencia sobre un descampado que anoche continuaba lleno de restos del veh¨ªculo y de las gasas que hab¨ªan utilizado los servicios de emergencia durante el rescate. La totalidad de los que viajaban salieron despedidos tras el golpe, alguno incluso a m¨¢s de 50 metros de donde se hab¨ªa quedado clavado el coche. Se baraja la posibilidad de que no llevasen el cintur¨®n de seguridad.
Conmocionados por el accidente, centenares de personas acudieron ayer a los tanatorios donde se velaban a los tres j¨®venes.Los chicos eran muy conocidos en Aranjuez. El tanatorio situado en el pol¨ªgono industrial Gonzalo Chac¨®n fue un ir y venir de gente durante todo el d¨ªa. Ah¨ª se velaban los cuerpos de dos de las v¨ªctimas, Juan Antonio Talavera, de 21 a?os, y Rub¨¦n Villareal, de 20. Eran muy amigos entre s¨ª. Juan Antonio, el posible conductor, era nieto de Antonio Talavera, el cronista gr¨¢fico oficial de la villa, un hombre muy vinculado al deporte de la nataci¨®n. Fue uno de los fundadores de un club de este deporte. Adem¨¢s, el padre del fallecido es jefe de recambios en una f¨¢brica de coches.
Igual de concurrido fue el velatorio de Macarena Jim¨¦nez, de 18 a?os cumplidos el mes pasado. Ella viajaba en ese coche reci¨¦n estrenado con dos amigas, una de ellas vive en Ont¨ªgola, de las que nunca se separaba, seg¨²n los amigos que las conoc¨ªan.
El caso es que los cinco j¨®venes coincidieron el domingo en la misma fiesta, una que se celebraba en el sal¨®n de bodas Las Fuentes. El encargado del local cuenta que alquil¨® a unos particulares la carpa mientras ¨¦l y sus trabajadores mostraban el men¨² de degustaci¨®n a 15 parejas que meditan celebrar su enlace en este lugar. "Fue una fiesta muy organizada en una carpa que tenemos aqu¨ª al lado, una cosa independiente. Hab¨ªa disc-jockey y personal de seguridad en el acceso", cuenta el encargado. La entrada costaba 35 euros. El guateque dur¨® todo el d¨ªa.
Al anochecer, los j¨®venes enfilaron la carretera camino del centro de la ciudad. Ah¨ª es cuando un hombre vio el coche en el que viajaban a toda velocidad y haciendo zig-zag en mitad de la calzada. Despu¨¦s dio bandazos de izquierda a derecha y acab¨® cayendo por un desfiladero lleno de maleza. Los cinco salieron despedido. A 50, 30 y 20 metros del coche, lo que da una idea de lo violento que fue el impacto. La Guardia Civil investiga todas estas circunstancias.
La primera persona que avis¨® a la polic¨ªa fue Jos¨¦ Manuel Figueroa, el encargado del restaurante La Ruta del Sol. En ese instante, las 21.43, estaba sirviendo en las mesas que tiene desplegadas en la terraza. "Escuch¨¦ un ruido de frenazo y de colisi¨®n y despu¨¦s el golpe. Tremendo. Se ve¨ªa desde el primer momento que era un accidente y llam¨¦ a la polic¨ªa. Aqu¨ª puede usted comprobarlo", se?ala mientras ense?a las llamadas enviadas desde su m¨®vil. De hecho, acababa de visitar al padre de una de las v¨ªctimas el propietario de una imprenta, amigo suyo. "La chica pregunt¨® por su amiga en el hospital y para no asustarla en un primer momento no le desvelaban lo que hab¨ªa ocurrido. Pero ella dijo que hab¨ªa visto a su amiga (Macarena) tendida en el suelo, la hab¨ªa llamado varias veces y no le contestaba. Sab¨ªa que estaba muerta", a?ade Figueroa.
La conmoci¨®n en toda la ciudad es evidente. Dos mujeres bajaban del coche en un aparcamiento cercano al tanatorio y se dirig¨ªan a dar el p¨¦same a los padres de los j¨®venes muertos. ?Familiares? ?Amigos? "No, vimos el accidente por la noche pero no sab¨ªamos muy bien qu¨¦ hab¨ªa ocurrido. Esta ma?ana he escuchado en la radio donde explicaban que apenas eran unos cr¨ªos. Me ha dolido en el alma", explicaba una de ellas. Las dos son cocineras, de nacionalidad marroqu¨ª, y trabajan en El corral de la abuela, un restaurante cercano a donde se produjo el siniestro. Estaban ah¨ª para dar su apoyo a las familias. M¨¢s all¨¢, dos amigos con gafas oscuras no pod¨ªan aguantar el dolor. "Yo no fui a la fiesta porque me parec¨ªa cara. No me puedo creer lo que ha ocurrido. Es un c¨²mulo de desgracias. Los que les conoc¨ªamos estamos hundidos", se?alaba uno de ellos sin poder reprimir su rabia.
En el lugar del accidente, el segundo viraje tras salir de una rotonda con l¨ªmite de velocidad a 90 kil¨®metros por hora, estaba por la tarde muy concurrido por coches llenos de j¨®venes que quer¨ªan ver con sus propios ojos los restos de la tragedia. "?Por aqu¨ª cayeron?", preguntaba uno. "S¨ª, por ese lado no hay quitamiedos", opinaba otro. Los adolescentes se paseaban por el descampado llevando la mano un parachoques, una toalla, una radio con su caja y todo. Son los restos de una tragedia que han puesto de luto a un pueblo al completo.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.