Dior se enreda sin John Galliano
La casa francesa presenta en Par¨ªs una fallida primera colecci¨®n de alta costura sin el pol¨¦mico dise?ador
No es f¨¢cil sustituir a John Galliano. Es una de las primeras conclusiones que se sacaban ayer del primer desfile de Dior de alta costura sin ¨¦l desde enero de 1997. El brit¨¢nico fue fulminantemente despedido en marzo tras ser acusado por insultos antisemitas. Unas semanas despu¨¦s, Dior present¨® en la semana del pr¨ºt-¨¤-porter una colecci¨®n a la que se quiso dar una autor¨ªa an¨®nima para salvaguardar su viabilidad comercial. La situaci¨®n no era f¨¢cil para nadie. Entonces, los artesanos de la casa ocuparon el lugar del teatral dise?ador y recibieron una ovaci¨®n un tanto lacrim¨®gena.
El tiempo ha pasado. Dior no se ha dado prisa por reemplazar a Galliano, generando una agotadora letan¨ªa de hip¨®tesis y quinielas. La casa est¨¢ en un limbo. Podr¨ªa haber optado por no participar en la semana de la alta costura que ayer empez¨® en Par¨ªs o por una presentaci¨®n modesta. Pero se confi¨® en que, comandada por el estudio, podr¨ªa superar la prueba de un gran desfile. Dos miembros del equipo de dise?o, el jefe (Bill Gaytten) y la dise?adora principal (Susanna Venegas) salieron tras el desfile y asumieron la paternidad de la criatura. La esquizofr¨¦nica colecci¨®n que hab¨ªan presentado les report¨® una acogida tibia.
El hecho de que Gaytten acabe de ser nombrado director creativo de la marca John Galliano generaba confusi¨®n. ?Era el elegido para sucederle tambi¨¦n en Dior? "La gente debe entender que ha salido como reconocimiento a su trabajo como jefe del estudio. No es el director creativo de la casa", explicaba el presidente de Dior, Sidney Toledano. Tal vez nada ilustra mejor la compleja situaci¨®n de la casa que la embrollada y fallida colecci¨®n de ayer. Cinco temas dispares, sujetados por un hilo m¨¢s o menos arquitect¨®nico, se suced¨ªan de forma incongruente.
"No tenemos un plazo para nombrar a un nuevo director art¨ªstico. Queremos alguien con quien establecer una relaci¨®n s¨®lida y duradera", afirmaba Toledano. "Alguien capaz de trabajar con los talleres de alta costura y tambi¨¦n de hacer pr¨ºt-¨¤-porter... ?Cu¨¢ndo lo vamos a encontrar? No lo s¨¦. Eso es como preguntarle a una mujer cu¨¢ndo llegar¨¢ el hombre con el que se casar¨¢". Ese ha sido su discurso desde la salida de Galliano. Es posible que la colecci¨®n de ayer imponga una reflexi¨®n. No parece viable que una casa con el legado y el prestigio de Dior alargue mucho m¨¢s sus d¨ªas sin rumbo. La alta costura es un oficio de mimo y excelencia que requiere un impecable trabajo en equipo. Pero su car¨¢cter expresivo y art¨ªstico necesita una mirada, un alma y una direcci¨®n. Precisamente lo que faltaba en la madeja entregada por Bill Gaytten y su equipo. Ettore Sottsass, Frank Gehry o Jean-Michel Frank eran invocados en un esfuerzo acumulativo que solo consegu¨ªa evidenciar la falta de visi¨®n. De un l¨ªder. El l¨ªo de t¨¦cnicas, colores e ideas esbozadas y no rematadas, produc¨ªa la misma impresi¨®n que una conversaci¨®n en la que demasiada gente habla al mismo tiempo y demasiado alto.
"He querido buscar referentes m¨¢s contempor¨¢neos", apuntaba Gaytten, de 51 a?os. "Es el principio de algo nuevo". Gaytten ha trabajado 23 a?os junto a Galliano y despu¨¦s del desfile se declaraba "aliviado". Algo turbado, respond¨ªa a la pregunta de si desea el cargo de director creativo: "S¨ª, claro. Es un puesto que mucha gente querr¨ªa... Ya veremos qu¨¦ sucede".
En el juicio que se celebr¨® el 22 de junio en Par¨ªs, John Galliano pidi¨® perd¨®n, aunque dijo no recordar lo ocurrido en el incidente del bar La Perle. Falta de memoria que achac¨® a su adicci¨®n al alcohol y las drogas. Galliano cit¨® la creciente presi¨®n de la industria para explicar su descenso a los infiernos. "La presi¨®n la sienten los talleres y quien no tiene qu¨¦ dar de comer a sus hijos. No deber¨ªa notarla gente que crea sue?os y conceptos", replicaba ayer Toledano. Para comer y para so?ar, qu¨¦ tiempos m¨¢s extra?os.
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