Despu¨¦s de la crisis. Por un futuro sin marginaci¨®n
Ensayo. El planeta ha dejado t¨¦cnicamente la recesi¨®n que le ha acechado desde el verano del a?o 2007. Est¨¢ saliendo de la crisis a distintas velocidades: mientras muchos pa¨ªses emergentes han tomado fuerza y Estados Unidos debate sobre si se han acabado sus problemas m¨¢s lacerantes o vienen otros por delante, Europa -y dentro de Europa, Espa?a- y Jap¨®n se encuentran muy rezagados sobre lo que se podr¨ªa denominar vuelta a la normalidad. Cada vez va siendo m¨¢s urgente analizar las huellas que la Gran Recesi¨®n, profunda y muy larga, ha dejado en nuestras sociedades. No s¨®lo en materia econ¨®mica (destrucci¨®n de puestos de trabajo, empobrecimiento de las clases medias, endeudamiento de los Estados) sino social (se ha detenido la lucha contra el cambio clim¨¢tico) y pol¨ªtica (debilitamiento de la calidad de la democracia). La crisis ha sido mucho m¨¢s que una simple aver¨ªa de las que, dentro de la teor¨ªa de los ciclos, tiene el capitalismo. La contradicci¨®n principal en las sociedades, dice Touraine, ha cambiado en este periodo: ya no se trata de la dial¨¦ctica tradicional entre los propietarios de los medios de producci¨®n y los asalariados, como ocurri¨® durante al menos los dos ¨²ltimos siglos, sino entre los financieros que han causado los principales problemas (no hay cr¨¦dito y si no hay cr¨¦dito no hay inversi¨®n, crecimiento ni empleo) y el resto de los ciudadanos (empresarios, sobre todo peque?os y medianos, asalariados, desempleados y todo un conjunto cada vez mayor de desarraigados que el soci¨®logo franc¨¦s denomina "desafiliados" al sistema). Por primera vez en mucho tiempo, han crecido las distancias entre los dos extremos de la escala social, que se alejan de la mediana, y ha disminuido la composici¨®n de las clases medias. Por ello, la reivindicaci¨®n m¨¢s importante en estos tiempos es el concepto de ciudadan¨ªa y la apelaci¨®n, de nuevo, a los derechos universales de los seres humanos. No en vano, cuando se pregunta a la gente qu¨¦ exige, es cada vez m¨¢s frecuente que responda: "Quiero ser respetado", "no quiero ser humillado". La condici¨®n primera para la recuperaci¨®n, seg¨²n Touraine, es la democracia que transforma a las personas en ciudadanos responsables. Hemos retrocedido tanto que hemos de defender otra vez las libertades que un d¨ªa, hace ya bastante tiempo, se conquistaron.
Despu¨¦s de la crisis. Por un futuro sin marginaci¨®n
Alain Touraine
Traducci¨®n de Jordi Terr¨¦
Paid¨®s. Barcelona, 2011
176 p¨¢ginas. 20 euros
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