Acad¨¦micos denuncian el estatuto que "burocratiza" la Universidad
Un manifiesto de personalidades ataca el plan que regular¨¢ la carrera de docentes e investigadores - Educaci¨®n defiende su borrador, pactado con rectores y sindicatos
El estatuto del docente universitario, que ten¨ªa que llegar para hacer m¨¢s atractiva y clara la carrera de los docentes e investigadores de la educaci¨®n superior p¨²blica, se ha convertido en un foco de tensi¨®n dentro de los campus. Hasta tal punto de que un amplio sector de docentes e investigadores se ha unido para pedir la retirada de un proyecto que lleva negoci¨¢ndose m¨¢s de dos a?os. Lo consideran da?ino para la calidad de las universidades p¨²blicas, porque las "burocratiza", las sindicaliza y va contra los intereses de los j¨®venes talentos.
As¨ª lo consideran, entre otros, acad¨¦micos del prestigio de Miguel ?ngel Alario (presidente de la Real Academia de Ciencias), Rafael Argullol, Fernando Savater, Julio Caraba?a o Francisco Rico, firmantes todos ellos del manifiesto que acompa?a a este art¨ªculo, con 64 r¨²bricas. Un documento en el mismo sentido (Contra el borrador del Estatuto del Personal Docente e Investigador) hab¨ªa reunido ayer 2.652 firmas en la red a trav¨¦s de Petici¨®n P¨²blica Espa?a.
El proyecto arranc¨® hace dos a?os, pero se fren¨® por el cambio ministerial
Ocupar puestos de gesti¨®n ayudar¨¢ a escalar en la carrera acad¨¦mica
Critican el peso de los sindicatos en asuntos puramente acad¨¦micos
Rubiralta: "Estamos empezando, pero este punto de partida es necesario"
M¨¢s de dos a?os despu¨¦s de que se redactara el primer borrador, con un cambio de ministerio (la competencia de Universidades volvi¨® a Educaci¨®n desde Ciencia) y sucesivos retoques para salvar las dudas de unos y otros sectores, al Ministerio de Educaci¨®n le queda ya muy poco margen para aprobarlo en lo que queda de legislatura. Pero en el ministerio est¨¢n decididos a hacerlo, aseguran, como parte fundamental de la estrategia para modernizar el sistema universitario espa?ol (un nuevo sistema de financiaci¨®n ser¨¢ otro de los puntos claves).
El secretario general de Universidades, M¨¤rius Rubiralta, se dice satisfecho del punto de acuerdo al que se ha llegado tanto con los rectores (que en un momento manifestaron muchas dudas) como con las comunidades aut¨®nomas y los sindicatos. Sin embargo, un nutrido grupo de acad¨¦micos encabezan una firme oposici¨®n al proyecto.
Este consiste, b¨¢sicamente, en fijar una carrera docente con tres grados que se ir¨¢n escalando a base de m¨¦ritos docentes y de investigaci¨®n e innovaci¨®n y transferencia, adem¨¢s de otros factores como la gesti¨®n, la formaci¨®n continua o la antig¨¹edad.
Adem¨¢s, el nuevo estatuto describe por primera vez las cuatro tareas del profesor: la docente (clases, tutor¨ªas o preparaci¨®n de materiales docentes, entre otros), investigadora (proyectos, direcci¨®n de grupos, formaci¨®n de investigadores), de innovaci¨®n (desarrollo de patentes, creaci¨®n de empresas de base tecnol¨®gica) y direcci¨®n y gesti¨®n acad¨¦mica. Y se establece que un profesor podr¨¢ estar m¨¢s volcado a una u otra (cada docente tendr¨¢ un plan individual donde se especificar¨¢).
Y esta es una de las peleas del estatuto, ?cu¨¢nto cuenta cada una de ellas para ascender? Desde los primeros borradores, la gesti¨®n y la antig¨¹edad han ido perdiendo fuerza en un baremo de puntos que a¨²n no est¨¢ cerrado, pero que ya est¨¢ decantado, sobre todo, hacia la docencia y la investigaci¨®n, se?ala Rubiralta. Y los rectores aseguran que van a velar para que esos dos sean los ejes para escalar en la carrera docente, explica Josep Joan Moreso, rector de la Pompeu Fabra de Barcelona y presidente de la comisi¨®n acad¨¦mica de la Conferencia de Rectores (Crue).
Se trata, prosigue, de que "con investigaci¨®n y con docencia se pueda progresar y hacerlo a una edad razonable", y a?ade que en cualquier caso el borrador est¨¢ en una etapa inicial, algo en lo que insiste tambi¨¦n Rubiralta.
Pero los detractores del proyecto piden su retirada. Consideran que la plasmaci¨®n pr¨¢ctica de todas esas medidas supondr¨¢ una burocracia insoportable para la Universidad y no aceptan bajo ning¨²n concepto que la gesti¨®n sea una forma de escalar en la carrera acad¨¦mica, explica el catedr¨¢tico de F¨ªsica de la Universidad de Valencia Jos¨¦ A. Azc¨¢rraga, coordinador del texto de protesta.
Tampoco est¨¢n de acuerdo con la orientaci¨®n preferente a la gesti¨®n ni a la docencia, pues les parece una excusa o un refugio para que puedan escalar quienes no quieren asumir su verdadera responsabilidad como profesores universitarios, esto es, tanto investigar como dar clase. Y no les gusta lo que consideran un excesivo peso de los representantes sindicales en cuestiones estrictamente acad¨¦micas, como los criterios generales de la asignaci¨®n de tareas a los profesores o de la progresi¨®n profesional.
Marius Rubiralta rechaza de plano la acusaci¨®n de que el texto "sindicalice" la vida universitaria, asegura que se tratar¨¢n de reducir al m¨¢ximo las cargas burocr¨¢ticas y defiende que la gesti¨®n y la transferencia, misiones tambi¨¦n de la Universidad, tengan su recompensa en la carrera profesional.
Se?ala que hay que ver el estatuto del personal docente e investigador como una parte de un proyecto mucho m¨¢s amplio (la Estrategia Universidad 2015) y, sobre todo, dentro de las posibilidades de actuaci¨®n de una tradici¨®n y una legislaci¨®n concretas (con un marco funcionarial del profesorado, unas reglas de negociaci¨®n con los sindicatos, etc¨¦tera).
"Estamos empezando, y todo se intentar¨¢ seguir mejorando, pero el punto de partida del estatuto es necesario, porque hasta ahora no hab¨ªa ning¨²n documento que diese seguridad al profesorado" sobre sus funciones, derechos y deberes, concluye Rubiralta.
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