Londres, ?arriba el tel¨®n!
Usos y costumbres de la ciudad del teatro. Del Old Vic a la Menier Chocolate Factory. Y unas ostras en Sheekey, uno de los locales favoritos de Vanessa Redgrave
El viajero que vaya a Londres por primera vez con la sana intenci¨®n de ver teatro no tardar¨¢ en percatarse de dos realidades paradigm¨¢ticas: a) es muy dif¨ªcil ver all¨ª un mal espect¨¢culo, y b) las entradas cuestan un potos¨ª. Obviamente, este segundo apartado es el primero que se constata, pero ya llegaremos a eso. Para empezar, conviene olvidarse de los precios en Espa?a, donde el teatro, en comparaci¨®n, es casi regalado. ?Por qu¨¦ es tan caro el teatro en Londres? Una respuesta posible se obtiene entrelazando el punto a) y el punto b): porque es muy bueno. Para que sea tan bueno ha de pasar por infinitas "previsiones de calidad" que encarecen el producto. Un ejemplo entre muchos: los understudies, algo inimaginable en nuestra escena, y que consiste en que la mayor parte de espect¨¢culos han de costearse un doble reparto por si alguno de los actores del cartel se pone enfermo o le cae una teja en la cabeza.
Por otro lado, no gozan de tantas subvenciones como en la escena continental. En Londres solo hay cuatro espacios plenamente "oficiales": el National Theatre (NT), el Royal Court, el Sadler's Wells (dedicado a la danza) y la Royal Shakespeare Company (RSC), que tiene su sede en Stratford y presenta sus producciones en diversos teatros del West End. Las entradas de los teatros oficiales suelen oscilar entre las 12 y las 45 libras (de 13 a 50 euros), un precio apa?ado en comparaci¨®n con el West End (los espacios "comerciales"), donde las localidades se disparan, mayormente porque el alquiler de los teatros es prohibitivo y porque los musicales (su principal tipo de producci¨®n) son un pozo sin fondo.
Luego, claro est¨¢, los productores se desquitan a modo: por un espect¨¢culo de ¨¦xito, aunque lleve varios a?os en cartel (Billy Elliott, por ejemplo), pueden llegar a pagarse 65 libras (71 euros), mientras que una funci¨®n de reciente estreno y mucho reclamo (The Ladykillers, en el Guielgud) alcanza tranquilamente las 85 (94 euros), que ya es alcanzar. As¨ª, pues, los precios del West End se elevan hasta la estratosfera (y entonces tenemos lo que se llama un hot ticket) cuando coinciden dos factores: funci¨®n que el p¨²blico anhela ver y protagonismo de una estrella de cine, televisi¨®n o el star-system teatral, como Kristin Scott-Thomas en Betrayal (75 libras, 83 euros) o Dominic West, el gran McNulty de The Wire, en Butley (por el precio relativamente m¨®dico de 53,50 libras o 59 euros). Sepa tambi¨¦n el viajero que no suele haber diferencias de precio de entrada entre el West End y el Fringe (antes llamado off). El fringe (literalmente, flequillo) indica, simplemente, que el teatro en cuesti¨®n no forma parte del centro geogr¨¢fico o de la asociaci¨®n de empresarios teatrales del West End, que agrupa los teatros comerciales en dos o tres cadenas. Tampoco hay diferencias de precio entre una matin¨¦e y una entrada de noche: cuestan lo mismo y, simplemente, la matin¨¦e es una funci¨®n m¨¢s temprana, a las tres o las cuatro de la tarde (lo que permite ver dos funciones distintas el mismo d¨ªa, si el cuerpo y el bolsillo lo soportan).
Hay varios sistemas para conseguir entradas. La forma habitual es comprarlas online en p¨¢ginas como What's On Stage (www.whatsonstage.com) o Ambassadors Tickets (www.ambassadortickets.com). Naturalmente, llevan recargo, pero es el mejor sistema cuando se trata de un espect¨¢culo muy solicitado, que obliga a reservar con meses (no exagero) de antelaci¨®n. La segunda opci¨®n es, claro est¨¢, personarse en las taquillas el mismo d¨ªa, con el riesgo no menos obvio de que est¨¦n agotadas. Hay que tener en cuenta que los teatros de Londres, con una continua afluencia de turistas y un fidel¨ªsimo p¨²blico local, est¨¢n siempre llenos.
La tercera consiste en utilizar los servicios de TKTS (www.tkts.co.uk), una empresa que comenz¨® a funcionar en Broadway en los setenta y en Londres una d¨¦cada despu¨¦s. Tienen una caseta central en Leicester Square y ofrecen entradas del d¨ªa (o de la semana entrante) a mitad de precio o con sustanciosas rebajas. Para ello conviene personarse en la caseta o consultar su web, donde cada d¨ªa muestran su oferta, aunque solo pueden comprarse in situ, desde las 10.00 hasta las 19.00. Cuarta opci¨®n (para madrugadores): cada d¨ªa se ponen a la venta en determinados teatros (NT, Donmar Warehouse) un remanente de entradas, los llamados day seats. Es imperativo hacer cola desde primera hora de la ma?ana, antes de que abran las taquillas a las 9.30. Quinta y ¨²ltima opci¨®n (para esp¨ªritus arriesgados): acudir al teatro media hora antes para ver si hay devoluciones y encomendarse a un santo o santa.
Tambi¨¦n conviene saber un par de cosas sobre los teatros londinenses. La mayor¨ªa fueron construidos hace dos o m¨¢s siglos. Esto quiere decir que son preciosos, pero tan peque?os como inc¨®modos. En invierno, la calefacci¨®n brota del suelo, con lo cual arden los pies a la media hora. En verano no suele haber aire acondicionado, lo que implica una temperatura cercana a la del horno de san Daniel (hay excepciones, pero no abundan). Observar¨¢ igualmente el viajero que las funciones tienen deliciosos rituales, como la copa de vino blanco en el intermedio (se puede reservar a la entrada: el blanco del NT es el mejor) o las tarrinas de helado, que los brit¨¢nicos ingieren con voracidad (hay puestecitos junto a las puertas o vendedores que recorren la sala) en cualquier ¨¦poca del a?o.
Otro de los rituales infaltables es la compra del programa. En mi opini¨®n, equivale a tirar tres libras, porque casi nunca dicen nada de inter¨¦s y todo se les va en fotos y papel caro, salvo los del NT, pr¨®digos en ensayos (muy claros, muy informativos: en una palabra, muy ingleses) de aut¨¦nticos especialistas.
Teatros
NATIONAL THEATRE (NT)
Por fuera es un horr¨ªsono edificio de hormig¨®n armado (70's style, como el Barbican, que tambi¨¦n es feo a morir), al otro lado del r¨ªo, cruzando el puente de Waterloo (metro Enbankment, Southwark o Waterloo). En su interior, lo m¨¢s cercano al para¨ªso para los amantes del teatro. Tiene tres salas (Olivier, la grande; Lyttelton, la mediana; Cottesloe, la peque?a) con continua y a menudo espl¨¦ndida programaci¨®n, en invierno y en verano: solo cierran los domingos. Hablando de entradas, aqu¨ª hay que se?alar la formidable iniciativa de un mecenazgo privado: Travelex, una empresa de cambio de divisas, compra cada temporada la mitad de las localidades de uno o varios espect¨¢culos de la sala Olivier, y esas entradas (que, l¨®gicamente, van que vuelan) se ponen a la venta a 12 libras, o sea, que est¨¦n atentos a la web.
Una jornada perfecta en el NT empieza con una visita a los estupendos puestos de libros de segunda mano que hay enfrente, a la orilla del r¨ªo. Si el visitante est¨¢ interesado en libros de teatro, encontrar¨¢ en el interior del complejo una de las mejores librer¨ªas especializadas, el NT Bookshop, con textos, ensayos y todo tipo de audiovisuales.
Para comer en el NT se puede optar por el restaurante Mezzanine (00 44 207 452 36 00; dos platos, unos 24 euros), en la primera planta, sobre el Olivier, o hacerlo en la misma cafeter¨ªa, en la planta baja, donde sirven platos y bocadillos, escuchando a los int¨¦rpretes de jazz o cl¨¢sica que tocan, muy bien y de modo ininterrumpido, desde primera hora de la ma?ana. Otra cafeter¨ªa muy asequible y con mayor n¨²mero de platos es la del British Film Institute, BFI (www.bfi.org.uk), en el edificio contiguo.
? Southbank (www.nationaltheatre.org.uk; 00 44 207 452 30 00).
ROYAL COURT
En Chelsea, uno de los barrios m¨¢s trendy de Londres, se encuentra el teatro m¨¢s hist¨®ricamente combativo de la ciudad: desde 1956, cuando John Osborne estren¨® Mirando hacia atr¨¢s con ira, el Royal Court ha sido y es el templo de la nueva autor¨ªa brit¨¢nica y los cl¨¢sicos contempor¨¢neos. Activ¨ªsimo (con programas y residencias de nuevos dramaturgos), mantiene una abundante programaci¨®n: 20 espect¨¢culos por temporada, desde producciones propias hasta festivales internacionales, repartidos en sus dos salas, Downstairs (400 butacas) y Upstairs (90), de modo que siempre hay algo sugestivo que ver. Atenci¨®n: los lunes, las entradas cuestan 10 libras (11 euros). Reducida, pero interesante librer¨ªa.
? Sloane Square (www.royalcourttheatre.com; 00 44 207 565 50 00).
DONMAR WAREHOUSE
A cuatro pasos de Covent Garden, en los bajos de un centro comercial, el Thomas Neal's Shopping Center, el Donmar es visita obligada. Se trata de un not-for-profit theatre (es decir, no comercial), pero no por subvenci¨®n, sino por mecenazgo. Sam Mendes ten¨ªa 24 a?os cuando, en 1990, se le ocurri¨® la gran idea de pedir financiaci¨®n a los due?os de las tiendas de la zona, que luego ampli¨®, a lo grande, con nuevos patrocinios, tanto ingleses como americanos. Mendes puso al Donmar en el mapa, con montajes exitos¨ªsimos (Cabaret, Piaf, Assasins y un largo etc¨¦tera), y ha seguido su estela el actual director art¨ªstico, Michael Grandage, atrayendo a actores estelares como Judi Dench, Derek Jacobi, Gillian Anderson, Ewan McGregor o Jude Law (que en agosto y junto a Ruth Wilson protagoniza Anna Christie, de O'Neill, absolutamente sold out), en la l¨ªnea del Almeida de los noventa. Sus dimensiones son similares a las del Lliure de Gr¨¤cia: 250 butacas y escenario sin cajas laterales. Acostumbran a hacer seis espect¨¢culos por a?o, que complementan con producciones invitadas. Transfieren luego sus mejores espect¨¢culos al West End (han hecho temporadas extraordinarias en el Wyndham's y el Piccadilly) y a Broadway (Frost/Nixon fue su ¨¦xito m¨¢s reciente). En la sala 2 de Trafalgar Studios muestran el trabajo de sus j¨®venes ayudantes de direcci¨®n. Se impone reserva, porque siempre suele haber bofetadas para entrar.
? 41, Earlham Street (www.donmarwarehouse.com; 00 44 844 871 76 24).
MENIER CHOCOLATE FACTORY
Junto a la estaci¨®n de London Bridge y muy cerca de la Tate Modern se levanta esta antigua f¨¢brica victoriana, cerrada y en ruinas desde 1980, hasta que en 2004 el jovenc¨ªsimo director David Babani (19 a?os) convenci¨® a la financiera Danielle Tarento para que alquilara el local. Remozaron el edificio, levantaron un teatro, un restaurante y una sala de ensayos y comenzaron a ofrecer packs de cena y espect¨¢culo. El restaurante, en la planta baja, es c¨¢lido, con buen men¨² y mejor precio: no supera las 14 libras (15,50 euros). En el s¨®tano est¨¢ el peque?o teatro. Tiene 180 butacas y la boca del escenario es de apenas diez metros, pero se atreven con todo: cl¨¢sicos, contempor¨¢neos, stand-up comedy y, sobre todo, musicales. El precio medio de la entrada es de 30 libras. ?C¨®mo se mantienen? Vendiendo luego sus producciones "de bolsillo", convenientemente ampliadas y con nuevo reparto. Sus grandes triunfos han sido Sunday in the park with George, A Little Night Music, The Little Shop of Horrors o La cage aux folles. El montaje de A Little Night Music, dirigido nada menos que por Trevor Nunn, salt¨® a Broadway con un cast de lujo, encabezado por Catherine Zeta-Jones y Angela Lansbury. Sondheim les est¨¢ tan agradecido que eligi¨® estrenar en la Menier (el pasado 6 de julio) su nuevo y esperad¨ªsimo musical, Roadshow.
? 53, Southwatk Street (www.menierchocolatefactory.com; 00 44 207 378 17 13).
OLD VIC
Por all¨ª ha pasado la flor y nata del teatro ingl¨¦s, desde la generaci¨®n de Olivier, Guielgud, Richardson y Edith Evans en los veinte y treinta hasta la de O'Toole, Finney, Hopkins y Maggie Smith en los sesenta. Fue sede del NT hasta 1976, y en 1988, cuando sus propietarios amenazaban con derribarlo, lo compr¨® la empresaria Sally Greene, que cre¨® una fundaci¨®n (The Old Vic Theatre Trust) y una productora (Old Vic Productions, OVP) y puso al frente a Peter Hall, que tan solo lo dirigi¨® durante dos temporadas a finales de los noventa. En 2003, la direcci¨®n art¨ªstica pas¨® a manos del actor americano Kevin Spacey, que apuesta por una programaci¨®n de calidad para p¨²blicos amplios. En 2008 tuvo un gran ¨¦xito coprotagonizando con Jeff Goldblum Speed-the-plow, de David Mamet; en 2009 apadrin¨® The Bridge Project, una serie de montajes coproducidos por Sam Mendes, el Old Vic y la Brooklyn Academy of Music (BAM) con dobles programas de Shakespeare y Ch¨¦jov, algunos de los cuales han podido verse en el Espa?ol madrile?o. Spacey protagonizar¨¢ la nueva entrega del Bridge Project, un Ricardo III que llegar¨¢ al Centro Niemeyer de Avil¨¦s el pr¨®ximo oto?o. Entre otros triunfos recientes del Old Vic cabe destacar la trilog¨ªa The Norman conquests, de Ayckbourn, y Cause c¨¦l¨¨bre, la obra p¨®stuma de Terence Rattigan, en conmemoraci¨®n de su centenario.
? 103, The Cut, Waterloo Road (www.oldvictheatre.com; 00 44 844 871 76 28).
Restaurantes
Para el viajero espa?ol, comida y teatro tienen complicada combinaci¨®n en Londres. Casi todas las funciones empiezan a eso de las siete y media de la tarde -muy pronto para cenar - y acaban hacia las diez o m¨¢s tarde -es cuando muchos restaurantes comienzan a cerrar cocina-, con lo cual est¨¢s condenado a picar algo en un pub o en el bar del teatro (antes) y pillar una pizza al vuelo (despu¨¦s)..., o a rastrear los lugares que tienen el detalle de bajar la persiana around midnight, como en la canci¨®n.
Otra f¨®rmula es pillar una matin¨¦e: suelen comenzar a las tres (mi¨¦rcoles o jueves y s¨¢bados). Eso permite la imprescindible visita al Pub Salisbury (90, Saint Martin's Lane), cerca del Covent Garden. La comida de pub tiene detractores, pero la del Salisbury es superior a la media. Tienen unas salchichas (especialidad de la casa) muy recomendables, sin embargo, la gracia del Salisbury radica en que es uno de los m¨¢s antiguos (construido en 1892) y est¨¢ muy cerca de los principales teatros del West End. Se trata del cl¨¢sico pub victoriano, con cristales biselados, grandes espejos, figuras de bronce y l¨¢mparas art nouveau. Ha aparecido en infinidad de pel¨ªculas inglesas desde que en 1961 se rod¨® all¨ª Victim, de Basil Dearden, con Dirk Bogarde. Por lo que respecta a los restaurantes "tard¨ªos", propongo un posible p¨®quer de ases de la zona Soho-Covent Garden.
THE IVY
Cuando abri¨® se convirti¨® casi instant¨¢neamente en el restaurante de la gente del mundo del cine y el teatro. A esa parroquia se sum¨® la alta sociedad londinense, atra¨ªda por su condici¨®n de local de moda, no en vano Harold Pinter situ¨® all¨ª su s¨¢tira Celebration. En su momento era desorbitadamente caro; con la crisis ha bajado mucho sus precios y ofrece, cosa impensable a?os atr¨¢s, un men¨² de tres platos por 29 euros. Est¨¢ entre Leicester Square y Shafterbury Avenue, justo frente al St Martin's Theatre, donde desde 1974 se viene representando La ratonera.
? 1-5 West Street (00 44 20 78 36 47 51; www.the-ivy.co.uk). A la carta, ensalada de pollo 13 euros, chuleta de cordero, 25 euros.
SHEEKEY
La empresa del Ivy comanda tambi¨¦n el Sheekey restaurant & oyster bar, no lejos de all¨ª. Est¨¢ especializado en pescado y marisco, algo un tanto inusual en Londres. En cierto modo ha tomado el relevo del primer Ivy entre la far¨¢ndula, que acude a cenar o, sobre todo, a tomar ostras, vino blanco y dry martinis en (naturalmente) la barra del Oyster Bar. Entre los habituales, Vanessa Redgrave o Michael Gambon. El Sheekey sigue la misma t¨®nica de su hermano mayor: no es precisamente barato pero tampoco es salvajemente caro. Ah, y cierra a medianoche.
? 33-34 Saint Martin's Court (00 44 7240 2565; www.j-sheekey.co.uk). Men¨²s desde 29 euros. A la carta, seis ostras, 16 euros.
YAUACHTA
Hasta las 11.45 abre este restaurante oriental ultramoderno en pleno Soho, cuyo himno deber¨ªa ser Werewolves of London de Warren Zevon. No hay que perderse un cl¨¢sico: la hot and sour soup with shredded chicken, o sea, la sopa agridulce con pollo.
? 15-17 Broadwick Street (00 44 20 7494 8888; www.yauatcha.com). Men¨² entre semana 32 euros.
JOE ALLEN
En un callej¨®n cercano a Covent Garden est¨¢ su discreta entrada con una simple placa en la pared. Basta bajar unos pelda?os para percibir, de golpe, el bullicio y la m¨²sica de piano y, tras la cortina, los infinitos carteles del West End y Broadway que lo convierten en una especie de museo. Franquicia americana, Joe Allen abri¨® en Londres en 1977; en los ochenta se convirti¨® en lugar favorito de muchos actores, entre otras cosas porque cierra pasadas las doce. Estupendas hamburguesas y huevos Benedict. Hay un pre-theatre menu (2 platos, 18 euros) de 17.00 a 18.45. Cosa insensata para nosotros, ya digo, pero una soluci¨®n si se te ha pasado la hora de comer.
? 13, Exeter Street (00 44 20 7836 0651; www.joeallen.co.uk). Principales, unos 20 euros.
THE BOTANIST
A guisa de comod¨ªn de este p¨®quer, The Botanist es el restaurante obligado antes o despu¨¦s de ver una funci¨®n en el Royal Court (o tras un paseo por Chelsea). Abri¨® hace tres a?os y sigue llen¨ªsimo, sobre todo su bar. Mezcla cocina inglesa y francesa de muy alto nivel. Lujoso y clav¨®n, pero con ofertas asequibles: hay un pre-theatre (de 17.30 a 19.15) por 23 euros.
? 7, Sloane Square (00 44 20 7730 0077; www.thebotanistonsloanesquare.com). A la carta, principales a partir de 20.
Marcos Ord¨®?ez es cr¨ªtico teatral de Babelia y autor del libro Tel¨®n de fondo (Aleph Editores).
Gu¨ªa
C¨®mo llegar
? Easyjet (www.easyjet.com), Ryanair (www.ryanair.com), Iberia (www.iberia.com), British Airways (www.ba.com) y otras compa?¨ªas ofrecen vuelos a precios competitivos a Londres.
Lo mejor es buscar ofertas y fechas espec¨ªficas en p¨¢ginas como Trabber (www.trabber.com) o Atr¨¢palo (www.atrapalo.com).
Dormir
? Show & Stay (www.show-and-stay.co.uk) se dedica a organizar paquetes que incluyen entradas y alojamiento.
? London 30 (www.london30.com), central de reservas de alojamientos baratos, desde 30 libras.
Informaci¨®n
? Turismo de Londres (www.visitlondon.com) tiene una secci¨®n dedicada al teatro, ofertas y paquetes que incluyen las entradas a un espect¨¢culo y una noche de hotel.
? Society of London Theatre, SOLT (www.officiallondontheatre.co.uk). Web de la asociaci¨®n de teatros londinenses con mapas, informaci¨®n sobre estrenos, venta de entradas, recomendaciones y hasta una oficina de quejas. Tambi¨¦n ofrecen los tours Theatreland Walking Tours, una visita guiada con las an¨¦cdotas del West End. Hay que reservar con antelaci¨®n, las entradas, a unos 10 euros, se agotan.
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