Investigadores en fuga
Solo el 29% de los cient¨ªficos espa?oles que est¨¢n en el extranjero se plantean regresar
El debate sobre la fuga de talentos, lejos de amainar, arrecia. Nuevos datos han echado le?a al fuego. El ¨²ltimo ¨ªndice de confianza de j¨®venes investigadores, el Innovacef, elaborado entre otros por el Centro de Estudios Financieros (CEF) y la Universidad a Distancia de Madrid (Udima), arroja cifras alarmantes: si, en 2010, un 40% de investigadores espa?oles en el extranjero planeaban regresar, este a?o solo son un 29%. La confianza en el sistema de I+D+i, adem¨¢s, ha tocado fondo: los investigadores espa?oles en otros pa¨ªses le dan un 5,7 sobre 10, y los residentes aqu¨ª, un 4,2. Justo cuando m¨¢s urge un viraje laboral hacia la innovaci¨®n, m¨¢s cerebros pierde Espa?a.
La baja confianza en el sistema de I+D+i nacional se produce en un periodo de transici¨®n. La nueva Ley de la Ciencia, aprobada en el Congreso el pasado mayo, pretende atajar estos problemas, pero no entrar¨¢ en vigor hasta diciembre. Una de sus medidas estrella, la creaci¨®n de una Agencia Estatal de Investigaci¨®n para canalizar de forma m¨¢s eficiente la financiaci¨®n en I+D+i, no ver¨¢ la luz hasta junio del 2012. "Con la Lay de la Ciencia hemos perdido una oportunidad para hacer reformas valientes que hubieran cambiado el sistema", dice Juan Carlos Su¨¢rez, uno de los impulsores de la Plataforma Investigaci¨®n Digna.
"En Reino Unido cobro 2.800 euros; en Espa?a ser¨ªan 1.800", dice Alonso
Esta iniciativa reuni¨® el pasado febrero 2.500 firmas de cient¨ªficos de todo el pa¨ªs que reclamaban una mejora de la situaci¨®n. No tanto de fondos y financiaci¨®n, que tambi¨¦n, pues Espa?a sigue siendo uno de los pa¨ªses europeos con menor gasto en I+D, un 1,35% del PIB frente al 2,01% de media en la Uni¨®n Europea. Sus reivindicaciones se centraban en aspectos laborales y contractuales. "Debe haber una concordancia entre el n¨²mero de contratos de acceso y el n¨²mero de contratos fijos. Por ejemplo, no tiene sentido que salgan 250 plazas en el programa Ram¨®n y Cajal y a los cinco a?os no haya contratos estables para todos", dice Su¨¢rez.
Desde el Ministerio de Ciencia e Innovaci¨®n se apunta que en este debate se est¨¢n confundiendo conceptos. "Hay que olvidar la premisa de que el sistema debe absorber al 100% de los investigadores. Ning¨²n pa¨ªs es capaz de hacer eso. Lo que necesitamos son v¨ªas para que m¨¢s investigadores se pasen del mundo acad¨¦mico, de las universidades y los Organismos P¨²blicos de Investigaci¨®n (OPI) a las empresas privadas", explica Montserrat Torn¨¦, directora general de Investigaci¨®n y gesti¨®n del plan de I+D.
Seg¨²n datos oficiales, el personal p¨²blico dedicado a investigaci¨®n en Espa?a ha aumentado un 33% entre 2004 y 2009, el 96% de los doctores espa?oles tienen empleo, y uno de cada cinco cient¨ªficos contratados en nuestro pa¨ªs es extranjero. "Es falso que no se pueda hacer buena ciencia en Espa?a. No es un problema cient¨ªfico, es un problema laboral, de empleo. Ocurre igual en otros sectores. El objetivo es romper con el caf¨¦ para todos y optar por la excelencia", dicen fuentes del ministerio. Traducido: la capacidad de absorci¨®n laboral del sistema es reducida y solo hay hueco para los mejores.
Frente a esta visi¨®n est¨¢ la de los investigadores, que opinan que el sistema deber¨ªa ser capaz de dar empleo estable a todos los profesionales que produce. Y tambi¨¦n la de las empresas espa?olas, con muy poca tradici¨®n inversora en I+D. Solo un 35% de los cient¨ªficos en Espa?a trabajan en firmas privadas, frente a m¨¢s del 80% en Estados Unidos, casi el 70% en Jap¨®n o una media del 50% en la UE. Al final, la ¨²nica salida para el excedente de investigadores que no logran colocarse en el mundo acad¨¦mico o privado en Espa?a es siempre la misma: cambiar de profesi¨®n o irse fuera.
"Cuando oigo a los pol¨ªticos negar la fuga de talento no s¨¦ si re¨ªr o llorar. S¨ª existe fuga de cerebros", dice Ester Artells, de 35 a?os, bi¨®loga con experiencia internacional especializada en gen¨¦tica y biolog¨ªa celular. Estuvo tres a?os en Espa?a con becas de 800 euros al mes y luego como investigadora sin remuneraci¨®n regulada, o ISRR, tambi¨¦n conocidos como "sin papeles", alternando trabajos de telefonista con la finalizaci¨®n de su tesis. La presentar¨¢ en unos d¨ªas y ya ha tomado la decisi¨®n: "En agosto hago las maletas y me voy a Francia. Prefiero vivir en otro pa¨ªs donde me valoren, me paguen m¨¢s y haya dinero para investigar".
Marisa Alonso, de 31 a?os, con estudios de bioqu¨ªmica y farmacia, termin¨® su tesis en Salamanca y se fue con un puesto posdoctoral a Manchester. "Mi idea era venirme aqu¨ª tres a?os y luego volverme. Pero llevo tres a?os y medio y ya no me planteo regresar. En Reino Unido, la situaci¨®n para investigar es mucho mejor, hay m¨¢s recursos y m¨¢s oportunidades laborales", dice. Su sueldo actual supera los 2.800 euros brutos mensuales. "En Espa?a ser¨ªa muy dif¨ªcil conseguir un puesto similar y el sueldo rondar¨ªa los 1.800".
Los ¨²ltimos datos del informe Innovacef arrojan una diferencia abismal entre los sistemas de I+D+i europeos y el espa?ol: solo el 23% de los investigadores que trabajan en territorio nacional van a recibir o reciben formaci¨®n, frente al 71% de los que residen en el extranjero; el 33% de los que viven en Espa?a est¨¢n satisfechos con su carrera investigadora, en comparaci¨®n con el 75% de los residentes fuera; el 48% de los cient¨ªficos en nuestro pa¨ªs est¨¢n de acuerdo con la financiaci¨®n que reciben, frente a casi el 90% de los que trabajan en el extranjero. ?Preocupante?
"El problema es serio y la fuga de cerebros existe, es un hecho. Pero tambi¨¦n existe una buena soluci¨®n: concentrar los recursos y guiar a los investigadores, no perder el contacto con ellos, para luego recuperarlos", asegura Pedro Aceituno, profesor de la Udima y autor principal del informe Innovacef. Mientras regresen menos investigadores de los que se van, agrega, seguir¨¢ habiendo fuga de talento. La duda en el aire es si esa fuga es resultado de errores graves en la estrategia de I+D+i o es simplemente inevitable, estructural e incluso deseable. De momento, ni investigadores, ni Gobierno, ni empresas se ponen de acuerdo en la respuesta.
1.000 talentos 'perdidos' al a?o
"Si ni siquiera existe un censo de investigadores es imposible saber si se van al extranjero o por qu¨¦ se van. As¨ª no hay forma de recuperarlos", se?ala Pedro Aceituno, profesor de Udima. No hay estad¨ªsticas oficiales ni hist¨®ricas del n¨²mero de cient¨ªficos nacionales en otros pa¨ªses. El INE calcula que en Espa?a hay 220.000 empleados en actividades de I+D, de los cuales 134.000 son investigadores. Pero el rastro se pierde fuera de nuestras fronteras. Seg¨²n el Innovacef, unos 1.000 investigadores abandonan cada a?o Espa?a. Si solo un 29% tiene pensado regresar en 2011, o un 40% el a?o pasado, esto resulta una p¨¦rdida neta de talento. Tal vez inevitable, dado el tama?o de nuestro mercado laboral y las dificultades que atraviesa. Pero Juan Carlos Su¨¢rez, de la Plataforma Investigaci¨®n Digna, opina que es cuesti¨®n de apuestas, de invertir en I+D y no en otras partidas. "Se necesita un pacto de Estado; que los cambios de Gobierno no afecten a la innovaci¨®n. Los investigadores somos la clave para renovar el modelo productivo". -
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