Medio Rural paga la destrucci¨®n de una v¨ªa hist¨®rica
Las m¨¢quinas arrasan el centenario Cami?o dos Arrieiros en A Lama
Por la parroquia de San Marti?o de Verducido, en A Lama, discurre un tramo de un kil¨®metro del Cami?o dos arrieiros, una ruta centenaria entre Ribadavia y Pontevedra que durante siglos fue utilizada como v¨ªa de comunicaci¨®n para el transporte de vino a la costa y de productos del mar al interior. Los muros de mamposter¨ªa permanecen en pie y en la superficie del camino todav¨ªa se conserva parte del enlosado de piedra por el que tradicionalmente transitaban las bestias de carga, en un entorno de bosque de r¨ªo donde el roble aut¨®ctono todav¨ªa resiste el empuje del eucalipto. En los ¨²ltimos a?os la ruta se ha rehabilitado para el senderismo a su paso por Forz¨¢ns, en la lim¨ªtrofe Ponte Caldelas, e incluso forma parte de los planes de estudio del instituto local para ilustrar a los escolares sobre etnograf¨ªa de la comarca.
El alcalde mand¨® asfaltar para llegar a dos casas, una de ellas abandonada
Las palas destrozan muros y las sierras talan robles de un metro de di¨¢metro
Pero no en A Lama. En esta peque?a localidad de 3.000 habitantes en el interior de la provincia pontevedresa, el alcalde Jorge Canda (PP) ha inaugurado su cuarto mandato mandando asfaltar "una pista" con el objetivo declarado de dar acceso rodado a dos viviendas. Una est¨¢ en ruinas, la otra en estado de semiabandono, y adem¨¢s la carretera provincial, con el firme en perfecto estado, discurre casi paralela. No ha importado; desde la semana pasada, las palas destrozan muros y las sierras cortan robles, y donde antes hab¨ªa un camino ahora hay una pista de tierra.
"Es una aut¨¦ntica aberraci¨®n", lamenta Mart¨ªn Rubianes, presidente de la Comunidad de Montes de Verducido, que achaca la medida a la "pura ignorancia" de los responsables municipales. "?D¨®nde est¨¢n Patrimonio y Medio Rural?", se queja. A la aparente falta de supervisi¨®n del Gobierno aut¨®nomo se le a?ade en este caso la implicaci¨®n directa del departamento de Samuel Ju¨¢rez, que financia el explanado con casi 45.000 euros de su Programa Estrat¨¦xico de Infraestruturas do Medio Rural (Peim), dise?ado seg¨²n la conseller¨ªa para "dinamizar la base productiva y fijar a la poblaci¨®n en el ¨¢mbito rural, con el fin de dignificar y mejorar su calidad de vida".
Las ventajas de cargarse una v¨ªa hist¨®rica descrita ya en el siglo XVII por el padre Sarmiento se le escapan a ?ngel Bravo, ingeniero t¨¦cnico agr¨ªcola, vecino desde hace dos a?os de Forz¨¢ns y en contacto con colectivos ecologistas y de estudios etnogr¨¢ficos. Bravo teme que la actividad de las m¨¢quinas se extienda desde Verducido a su parroquia. Indica adem¨¢s que el suelo por el que discurre el camino es r¨²stico de protecci¨®n forestal en la mayor parte de su recorrido.
En las lindes de la pista en que se ha convertido la senda estaban amontonados este fin de semana decenas de robles y cascotes de piedra, pero ya hab¨ªa sido retirado el toc¨®n de un carballo centenario, de un metro de di¨¢metro, que se tal¨® sin miramientos. Semejante actuaci¨®n choca con iniciativas recientes sobre la ruta. La mancomunidad Terras de Pontevedra, que engloba a varios municipios de la comarca, puso en marcha en 2009 un programa tur¨ªstico basado precisamente en el Cami?o dos Arrieiros, en el que pusieron de acuerdo a 40 comercios, restaurantes y hoteles para aprovechar el tir¨®n de la ruta. El plan, financiado con fondos europeos, incluy¨® un folleto de 60 p¨¢ginas con mapa y descripci¨®n del itinerario. La se?alizaci¨®n todav¨ªa permanece ante el inicio del camino, y un panel junto a la iglesia de San Marti?o explica a los visitantes la historia de los arrieros en Verducido.
El Ministerio de Medio Ambiente puso un mill¨®n de euros en 2006 para rehabilitar una v¨ªa similar en O Carballi?o, en el marco de la Red de Caminos Naturales que impuls¨® por toda Espa?a. En el caso de Verducido, por el contrario, el Estado tambi¨¦n va a colaborar con el destrozo, seg¨²n el alcalde. Este declar¨® la semana pasada al Diario de Pontevedra que est¨¢ a la espera de una ayuda del Gobierno central que aumente la financiaci¨®n a 90.000 euros. Hasta entonces, avisa, no asfaltar¨¢. Tambi¨¦n aseguraba que los vecinos est¨¢n de acuerdo con la obra y cedieron los terrenos.
"No es la primera vez que el alcalde hace algo parecido. Hace algunos a?os mand¨® echar hormig¨®n en el puente de Li?ares, construido a finales del siglo XVIII", recuerda Rubianes. S¨ª se extra?a del proceder de la Xunta. "Es absurdo, la conseller¨ªa invirti¨® un dinero muy importante para la recuperaci¨®n de las carballeiras y ahora financia esto. Es una l¨¢stima que las Administraciones tiren el dinero as¨ª".
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