Un edil del PP promueve en Baltar un tanatorio sin licencia municipal

Los comuneros de Ni?odaguia, en el ayuntamiento ourensano de Baltar, han iniciado la construcci¨®n de un tanatorio-local social, sin contar con la correspondiente licencia municipal ni pedirla siquiera. El colectivo, que preside el concejal del grupo de gobierno (PP) de ese municipio, presidente adem¨¢s de los comuneros y portavoz vecinal al mismo tiempo, Jos¨¦ Ricardo Seoane, ha aprovechado a modo de muro para apoyar el nuevo edificio el antiguo horno, rehabilitado el a?o pasado por el taller de empleo del municipio con una subvenci¨®n de fondos comunitarios tramitada por la Conseller¨ªa de Traballo e Benestar de la Xunta, seg¨²n consta en la placa de metacrilato clavada en la antigua piedra.

Patrimonio asegura que enviar¨¢ inspectores a la obra

El horno, de valor etnogr¨¢fico, no est¨¢ catalogado por Patrimonio ya que, seg¨²n hace constar este departamento de la Xunta, en Baltar "no hay plan de ordenaci¨®n municipal, por lo que no hay cat¨¢logo de elementos inventariados".

Los comuneros, comandados por el concejal de gobierno, decidieron no pedir ning¨²n permiso ni realizar siquiera un proyecto de obra. Necesitaban un lugar para jugar la partida a diario y velar a los muertos de vez en cuando y consideraron que era el enclave m¨¢s adecuado. El portavoz cree que trat¨¢ndose de una obra que "dar¨¢ un servicio al pueblo" y estando "el pueblo de acuerdo" los permisos no son necesarios.

A Patrimonio le consta que los vecinos est¨¢n haciendo la obra y que "carece de licencia municipal" necesaria, as¨ª como tambi¨¦n de la que deber¨ªa haber concedido este mismo organismo de la Xunta. Fuentes de la Conseller¨ªa de Cultura apelan precisamente a esta falta de autorizaci¨®n municipal para destacar que no tienen en su poder el expediente del Ayuntamiento en el que conste "si el antiguo horno figura en alg¨²n ¨¢mbito de protecci¨®n o si el bien estuviera catalogado, que no lo est¨¢".

En cualquier caso, Patrimonio asegura que enviar¨¢ a un t¨¦cnico para comprobar si la obra ilegal de los comuneros se encuentra en el ¨¢mbito de protecci¨®n. Un mero tr¨¢mite, porque el propio departamento de la Xunta advierte de que "solo el Ayuntamiento tiene competencia para paralizar las obras y sancionar, en su caso". Pese a ello, las mismas fuentes de la Xunta sostienen que en el caso de que el t¨¦cnico compruebe que el horno est¨¢ catalogado y "si fuera necesaria" la autorizaci¨®n de Cultura, "requerir¨ªamos al Ayuntamiento la inmediata paralizaci¨®n de las obras e incoaremos un expediente sancionador".

La localidad ourensana de Ni?odaguia, en el municipio de Baltar, se encuentra dentro de la jurisdicci¨®n medieval del Coto Mixto, una zona que cuenta con una arquitectura rural rica en construcciones de tipolog¨ªa arcaica representativa de la cultura popular en la que abundan antiguos molinos, lavaderos, puentes "poldrados" y hornos comunales como el que ahora est¨¢n "ampliando" por su cuenta los vecinos ilegalmente.