The Strokes reclama su reino
La banda arrasa en su regreso a los escenarios en la segunda jornada del FIB
Albert Hammond Jr., guitarra de The Strokes, ya no fuma ni bebe. Dice que fue a rehabilitaci¨®n. Todo ha cambiado desde aquel Is this it, la bomba sonora que alter¨® las reglas del rock en 2001. Y cuatro a?os sin disco. "No s¨¦ por qu¨¦, la verdad. No son egos, ni por las bandas paralelas. As¨ª es la vida, yo nunca pens¨¦ que est¨¢bamos muertos", dice en su camerino del FIB justo antes de salir a un escenario en el que ya ruge el p¨²blico. "Que digan que eres la mejor banda de rock del siglo XXI colma tu carrera, pero tambi¨¦n te condiciona el resto". Quedan solo unos minutos para mostrar qu¨¦ queda de todo aquello.
Porque lo que importaba ayer era comprobar si la banda estaba en condiciones de defender el trono. Si el paso de los a?os y el ¨¦xito que lo corroe todo hab¨ªan podido con ellos. Es la una de la madrugada. "Ah¨ª vamos", dice Hammond. Y unas 40.000 personas explotan cuando pisan el escenario. Lo ten¨ªan ganado antes de salir.
La sangre y fuerza de Undertones es la que le falta a Brandon Flowers
Pero lo que primero se vio ayer es que la fuerza y sangre que les sobra todav¨ªa en las venas a los rockeros cincuentones de Undertones es la que le falta al azucarado Brandon Flowers cuando act¨²a en solitario. No es que sea muy distinto de lo que hace con el grupo con el que llena estadios, pero suena un poco a suced¨¢neo. Esta vez, los irlandeses pusieron a saltar a miles de chavales que no hab¨ªan nacido cuando su banda era algo as¨ª como lo que representa hoy el l¨ªder de los Killers. Flowers, sin embargo, como le pas¨® la edici¨®n anterior a Julian Casablancas, l¨ªder de los Strokes, con el aforo a reventar, solo logr¨® el ¨¦xtasis al recurrir a temas de su banda original. As¨ª que nada, que se la traiga el pr¨®ximo a?o como ha hecho el otro.
Pero la jornada arranc¨® como termin¨® la noche anterior. Con los espa?oles d¨¢ndolo todo y los ingleses durmiendo. Estos brit¨¢nicos que acuden en masa al FIB de Benic¨¤ssim son grandes sprinters. Llegan, se entregan en cuerpo, y se van a dormir la mona hasta que el sol de la ma?ana les desaloja hasta la playa. Al final de la noche se queda en el recinto el sector patrio, el primero en llegar tambi¨¦n.
Con las bandas sucedi¨® lo contrario. Tras el alarde de grupos de consumo brit¨¢nico de la noche del jueves, el viernes comenz¨® con bandas espa?olas. Es el caso de los madrile?os Nudozurdo, la principal promesa del indie espa?ol. Un grupo que ha tenido que insistir varios a?os para que desde hace dos telediarios se hayan convertido en un extra?o descubrimiento. Tara, motor hembra, su ¨²ltimo disco, es para los entendidos lo mejor del a?o. Y la verdad es que en directo funciona casi mejor.
La luz del d¨ªa no es el mejor escenario para las inquietantes letras y la tiniebla mel¨®dica de esta banda. Leo, su cantante, alto, enjuto y bastante r¨ªgido, no parece un tipo a quien la vida le resulte a algo entra?able. "Has hecho cosas muy feas, y alguien las va a tener que pagar", gritaba. Sarah, una tipa de Brighton, no entend¨ªa nada, pero estaba encantada. "Suenan un poco a The Cure". S¨ª, a Joy Division a veces. "?Qu¨¦ dicen?". Y entonces el cantante suelta: "Hay algo sucio dentro de ti, hay algo oscuro, que quiero para m¨ª, entr¨¦ en tu cuerpo en una ocasi¨®n, vi arder mi casa, conoc¨ª el amor". Dif¨ªcil traducci¨®n. "Un poco raro, ?no?", dice ella.
La noche anterior, el festival hab¨ªa dedicado el cartel al p¨²blico brit¨¢nico. Y la atracci¨®n fue Mike Skinner, el hombre que mueve los hilos de The Streets. Subi¨® al escenario principal, donde dijo que hac¨ªa 10 a?os que quer¨ªa tocar (ay, quiz¨¢ hubiera preferido hacerlo entonces) y desat¨® el delirio. Skinner finiquita el proyecto que le dio gloria en los ¨²ltimos a?os. Pero el concierto fue un poco plomizo. Daba igual, volaban los vasos, ondeaban las banderas y nadie se fue a su tienda de campa?a sin un buen empuj¨®n y alguna cerveza en la pechera. La media de edad de la explosi¨®n hormonal del jueves (ayer m¨¢s contenida) dif¨ªcilmente llegaba a los 25. Son los nuevos fibers, dice el director del evento. Parece m¨¢s bien el nuevo estilo del festival.
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