Vivir el poder del Presente
Vivir el presente solo como una rendija entre el pasado y el futuro lo despoja de todo su potencial y puede explicar nuestra sensaci¨®n de vac¨ªo. La actitud contraria ser¨ªa reconocer la singularidad de cada instante. Eso es gozar del presente. Nuestra energ¨ªa est¨¢ dispersa, no vemos ni decidimos con claridad y ahora no estamos plenamente en donde nos hallamos.
Con m¨¢s frecuencia de lo que quisi¨¦ramos nos enfrentamos a situaciones dif¨ªciles, pero si adem¨¢s nos preocupamos con infinidad de pensamientos que nos atormentan, viviremos peor la dificultad y responderemos mal a lo que nos depare la vida. A eso se le suman un bombardeo de demandas, informaciones, correos electr¨®nicos, tareas, expectativas propias y ajenas, lo que agudiza nuestra crispaci¨®n. En estos momentos parece que se nos escapa el tiempo. Entonces no atendemos bien a las personas, se nos pasan por alto muchos detalles, hablamos deprisa y corriendo, perdemos la magia del instante.
"Cuando las personas sienten que se hallan ante una oportunidad ¨²nica, intensifican su intenci¨®n y su atenci¨®n es plena"
Si cambiamos esta percepci¨®n, podemos ser los creadores de nuestro tiempo y no sus esclavos. Para ello es bueno detenernos unos instantes, respirar hondo y agradecer. Calmar nuestra mente. Convertir el tiempo en nuestro aliado. Confiar en que la vida nos ha dado los recursos internos para afrontar lo que venga. Y concentrarnos en vivir el presente lo mejor posible. Cuando las personas sienten que se hallan ante una oportunidad ¨²nica, intensifican su intenci¨®n en lo que hacen y su atenci¨®n es plena.
ADI?S A LOS TEMAS PENDIENTES
"Vive como si fueras a morir ma?ana. Aprende como si fueras a vivir siempre" (Mahatma Gandhi)
Cada ma?ana, antes de iniciar nuestra actividad podemos preguntarnos: "Si hoy fuera el ¨²ltimo d¨ªa de mi vida, ?querr¨ªa hacer lo que estoy a punto de hacer?". Si durante varios d¨ªas seguidos la respuesta ha sido "no", se?al de que algo debemos cambiar. Nos resignamos a realizar actividades que no nos llenan y posponemos conversaciones, encuentros y acciones que son m¨¢s esenciales. Si vivi¨¦ramos como si fuera nuestro ¨²ltimo d¨ªa, ser¨ªamos m¨¢s osados, dir¨ªamos lo que queremos sin verg¨¹enza, sin reprimirnos.
"La mayor¨ªa de las preguntas eternas que nos ha dejado el 11-M", escribi¨® Esther Trujillo despu¨¦s de los atentados, "son las que deja toda muerte repentina. Sin tiempo para despedirse, todo a medias, todo por decir, por terminar, por empezar, sin tiempo para perdonar. Preguntas recurrentes: ?Me port¨¦ bien con ¨¦l/ella? ?Por qu¨¦ dije? ?Por qu¨¦ call¨¦? Y para siempre la duda de si se fue sabiendo cu¨¢nto le quer¨ªamos. Las llamadas ag¨®nicas de algunas v¨ªctimas del 11-S ten¨ªan un mensaje com¨²n: 'te llamo para decirte que te quiero'. Podemos concluir que o bien 'no me he dado cuenta antes de cu¨¢nto te quiero' o bien 'ahora me doy cuenta de lo importante que es para m¨ª que lo sepas".
Todos aquellos temas, mensajes, ideas y sentimientos que queremos transmitir a alguien, pero a¨²n no lo hemos hecho, suponen una carga interna. Comunicar lo esencial y lo que tiene sentido a personas que queremos y que son importantes para nosotros es un acto de amor y de consideraci¨®n. Cuando dejamos temas pendientes y posponemos conversaciones, acumulamos en nuestro interior una carga que nos impide vivir el presente con plena libertad.
No permita que su mente siga poniendo excusas. ?Qu¨¦ tiene que decir? ?Qu¨¦ le gustar¨ªa aclarar? ?Con qui¨¦n? H¨¢galo pronto. Vivir sin conversaciones pendientes despeja el camino, mantiene la conciencia tranquila y el coraz¨®n en paz.
ACEPTAR NUESTRA HISTORIA
"Si solo di¨¦ramos pasos y no hubiera camino, no ser¨ªa posible caminar" (Jos¨¦ Mar¨ªa Rovira Belloso)
Podemos caer en la tentaci¨®n de trivializar la corriente de pensamiento que subraya el poder del ahora y cometer el error de aparcar partes de nuestra historia y de nuestra vida, sin haberlas integrado. Si negamos ciertas realidades que est¨¢n vinculadas a la persona que fuimos y a lo que hicimos y vivimos, no podremos estar plenamente presentes. Ser¨ªa como si huy¨¦ramos de una parte de nuestro ser y la dej¨¢ramos a un lado.
Solo podremos gozar del hoy si integramos nuestros yos aceptando todo lo que hemos sido y hecho con las relaciones que hemos tenido. Para conseguirlo, uno debe perdonar y perdonarse, aceptar y aceptarse. De lo contrario no podr¨¢ vivir en el aqu¨ª y el ahora. Lo que hubiera podido ser y no fue ya no se puede cambiar. Es necesario aceptar c¨®mo sucedieron los hechos y no vivir sumido en lamentaciones que incrementen la pesadez interior.
El pasado aparece repetidamente en su mente y en su vida porque usted no se ha reconciliado con ¨¦l. Es posible que viva apegado a los recuerdos, a lo que fue y ya no es, a lo que hab¨ªa y ya no est¨¢. Al estar atrapado en esos recuerdos, no puede gozar del ahora. Si acepta su propia historia, podr¨¢ abrazarla e integrarla en el presente.
Cuando vivimos aceptando lo que somos, estamos en armon¨ªa. Somos plenamente conscientes y estamos conectados con todo nuestro potencial. Confiemos. Estamos abiertos a la vida sin resistirnos. "No ofrecer resistencias es la clave de acceso al mayor poder del universo", nos recuerda Eckhart Tolle. Accediendo a ¨¦l, vive y toma las decisiones en el presente con plena lucidez.
Sentimos con fuerza lo esencial cuando vivimos una muerte inminente. A Jos¨¦ le dieron tres meses de vida. En la ¨²ltima conversaci¨®n que mantuve con ¨¦l, unos d¨ªas antes de su muerte, me dijo: "No merece la pena aferrarse a nada ni luchar por tener cosas ni por lograr una posici¨®n para obtener el reconocimiento de los dem¨¢s. Solo has de ser t¨², sin corazas. Ser sin miedo. Dejar que tu luz resplandezca. Las etiquetas no sirven para nada".
LA VOZ DEL CORAZ?N
"Nadie es verdaderamente
libre si tiene miedo a morir"
(Martin Luther King Jr.)
Muchos aspectos (expectativas externas, el orgullo, el miedo a la verg¨¹enza, al rid¨ªculo o al fracaso) se desmoronan ante la muerte. Si vivi¨¦ramos hoy como si fuera nuestro ¨²ltimo d¨ªa, ser¨ªamos conscientes de que nuestro tiempo es limitado. Por eso es importante no perder el tiempo viviendo en funci¨®n de la vida del otro, de sus expectativas, de sus imposiciones o sus opiniones. No se quede atrapado. No permita que las opiniones de otras personas o sus miedos ahoguen su propia voz interior. Tenga el coraje de seguir su intuici¨®n.
La insatisfacci¨®n permanente nos impide gozar del presente.
Hemos creado una sociedad de consumo fundamentada en la necesidad, en la avaricia y en la conciencia de escasez. Pensamos en c¨®mo tener m¨¢s y conseguir m¨¢s. Es como si nunca tuvi¨¦ramos suficiente. Siempre queremos m¨¢s y m¨¢s: hemos construido nuestra identidad bas¨¢ndonos en nuestro poder de adquisici¨®n.
Al correr tras los deseos provocados por la insatisfacci¨®n, uno deja de agradecer lo que tiene porque est¨¢ pendiente de conseguir algo m¨¢s. No disfruta del hoy, permanece en un estado de deseo continuo y la insatisfacci¨®n parece insuperable.
Si nos damos cuenta y nos responsabilizamos de c¨®mo estamos, de c¨®mo somos, de lo que sentimos y de lo que hacemos, nos arraigamos en el hoy. Dejamos de buscar culpables. Escuchamos la intuici¨®n y la voz del coraz¨®n. No del coraz¨®n que bombea la sangre, sino del coraz¨®n de nuestro ser.
Viva como si hoy fuera su ¨²ltimo d¨ªa
Reconozca la singularidad irrepetible de un momento. H¨¢gase preguntas positivas que ampl¨ªen la mirada. Cada vez que su mente vaya hacia la queja o la cr¨ªtica, frene sus pensamientos. Reflexione acerca de lo que puede agradecer de esa situaci¨®n y qu¨¦ le est¨¢ ense?ando. Atr¨¦vase a ser quien es con todas sus consecuencias. Agradezca y aprenda del pasado, reconc¨ªliese con ¨¦l. Pase a la acci¨®n ahora: utilice su tiempo, sus talentos y sus pensamientos para tareas creativas. Ayude a otros. Mantenga el dominio de su mundo interior. Observe sus emociones con desapego para no dejarse llevar por ellas precipitadamente.
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