El retiro digital
Una ley f¨ªsica elemental advierte que a toda acci¨®n sigue una reacci¨®n. Entonces, al agobio tecnol¨®gico y punto cero del ¨²ltimo a?o, inexorablemente seguir¨¢ el hartazgo tech y la desconexi¨®n. Al menos temporal. Eso vaticinan los gur¨²s de las tendencias del mercado, entre ellos JWT Intelligence, una de las mayores redes de agencias de publicidad del mundo. Desde su sede en Nueva York han marcado el a?o 2011 como el momento en que se iniciar¨¢ el de-teching.
Grandes marcas como Microsoft han sido de las primeras en detectar que una parte de su p¨²blico est¨¢, seg¨²n su propia definici¨®n, "tecnol¨®gicamente fatigado" y siente cierta nostalgia por los viejos tiempos de la comunicaci¨®n, llam¨¦mosle, anal¨®gica. Para seducirlos, Microsoft ha presentado su Windows Phone 7 con un anuncio de las mil y una maneras en que la omnipresencia del tel¨¦fono altera la vida real. Le a?ade la siguiente advertencia: "Es tiempo de salvarnos de nuestros tel¨¦fonos". Una estrategia parecida ha seguido DTAC, una compa?¨ªa telef¨®nica tailandesa, animando a sus clientes a "desconectar para conectar".
?Alguna vez ha experimentado la urgencia de sacar su tel¨¦fono mientras otra persona est¨¢ teniendo una conversaci¨®n importante con usted? ?Ha sentido en alguna ocasi¨®n que algo no ha pasado realmente hasta que usted no lo ha publicado en su muro de Facebook? ?El parpadeo de la luz roja de su Blackberry acelera sus pulsaciones? ?Suele pasar tiempo en silencio con su pareja u otra persona querida porque cada uno est¨¢ inmerso en las novedades de su universo digital?
Estas son las preguntas que Daniel Sieberg, exreportero de tecnolog¨ªa de CBS News y exadicto confeso a todos los gadgets y redes sociales posibles, propone para reconocer si estamos siendo invadidos por la tecnolog¨ªa y necesitamos un descanso.
Sieberg cubri¨® las novedades del sector durante una d¨¦cada, un trabajo que lo convirti¨® en usuario de lujo de todo tipo de aparatos. Una especie de cobaya a la que las marcas enviaban sus nuevos juguetes. Hoy, convertido en uno de los l¨ªderes del incipiente movimiento de-teching con su libro The digital diet (Crown/Three Rivers, 2011), dice que un d¨ªa se dio cuenta de que la tecnolog¨ªa lo alelaba. "Era la persona m¨¢s distra¨ªda y desconectada que se pueda imaginar".
Era un obeso digital, as¨ª que se puso a r¨¦gimen. Para desenredar la madeja de su abarrotada vida en bits necesit¨® doce meses, de los cuales ocho fueron de total desconexi¨®n. Despu¨¦s de este ayuno severo recuper¨® algunos de sus h¨¢bitos, pero, seg¨²n sus propias palabras, "la tecnolog¨ªa no volvi¨® a invadirme". Del severo aislamiento pas¨® a la realidad y transform¨® su dieta en un flexible y pragm¨¢tico sistema de cuatro pasos que permite hacer retiros digitales a la carta, l¨¦ase de fin de semana, de verano, de invierno o radicales desintoxicaciones de m¨¢s de un a?o. Veamos c¨®mo:
Paso 1. Repensar. Dice Daniel Sieberg que dedicar dos horas diarias a actualizar Facebook y Twitter, a "esculpir nuestra imagen online" y, en general, navegar por Internet por motivos no estrictamente laborales no suena demasiado terrible. Sin embargo, a final de mes la suma son de casi 60 horas "perdidas en el ¨¦ter". "Y esto es solo el coste cuantitativo, sin considerar lo que se ha sacrificado en t¨¦rminos de privacidad, identidad personal y horas de sue?o". "Nuestros cerebros est¨¢n siendo esculpidos por fuerzas digitales". Esta cita, correspondiente al neur¨®logo estadounidense Richard Restak, es una de las favoritas de Sieberg para reforzar este primer paso del ayuno.
Paso 2. Reiniciar (fase de desintoxicaci¨®n). Se recomienda empezar la desintoxicaci¨®n un fin de semana, dotarse de valor y elevadas dosis de radicalismo. Lo primero es alejar la tentaci¨®n tecnol¨®gica, guardar todos los gadgets, incluido el tel¨¦fono, en una caja y quitarlos del campo visual. Lo segundo, confiar a alguien l¨²cido las contrase?as de los perfiles en las redes sociales. La misi¨®n de esta persona ser¨¢ cambiar las contrase?as por unas nuevas y desconocidas para el practicante del retiro, que deber¨¢ grabar un mensaje en su tel¨¦fono disculp¨¢ndose por no estar disponible en los pr¨®ximos tres d¨ªas. No ser¨¢n necesarias m¨¢s explicaciones. El correo electr¨®nico podr¨¢ ser revisado una vez al d¨ªa, preferiblemente por la noche. As¨ª, el usuario tendr¨¢ tiempo para leer libros, hacer ejercicio f¨ªsico o entrenarse en la conversaci¨®n cara a cara (en caso de que haya perdido la paciencia y algunas habilidades sociales).
Paso 3. Reconectar. Asegura su creador que el prop¨®sito de este ayuno no es una cruzada contra los aparatos electr¨®nicos o la presencia digital del implicado, sino recolocar la vida online en el sitio adecuado. Una de las variables a controlar es la duraci¨®n del d¨ªa electr¨®nico, o sea, las horas que pasamos entregados al m¨®vil o al ordenador. Durante la fase 2, el d¨ªa digital (e-day) debe ser m¨ªnimo. Pero el objetivo es conseguir una presencia digital equilibrada. En la presente fase, el e-day puede ir alarg¨¢ndose, pero deben quedar establecidos los l¨ªmites de los nuevos h¨¢bitos digitales.
Para Sieberg, la duraci¨®n razonable de un d¨ªa electr¨®nico oscila entre 90 minutos y tres horas. ?l mismo se?ala la paradoja de servirse de la tecnolog¨ªa para poner coto al desorden digital, pero recomienda ciertos asistentes, como Web2.0 Suicide Machine (http://suicidemachine.org), una web que borra nuestros alter egos en Facebook, Twitter, LinkedIn y MySpace en solo 52 minutos con el reclamo "?quiere volver a hablar con sus verdaderos vecinos?".
Paso 4. Reactivar. El ayuno habr¨¢ funcionado si el sujeto consigue renovar las relaciones personales abandonadas por la vida digital. "Este r¨¦gimen deber¨ªa ayudar a recuperar la cordura y el juicio en nuestra relaci¨®n con la tecnolog¨ªa y las personas", explica Sieberg, que ha elaborado unas reglas de recordatorio a modo de mantra. A saber:
- Tengo que elegir entre personas o aparatos. Si alguien me habla, tratar¨¦ de dejar mi gadget a un lado y prestar atenci¨®n.
- No tendr¨¦ miedo a estar desconectado. Puedo retomar el paso 2 (desintoxicaci¨®n) una vez al mes para recordarlo.
Qu¨¦ es 'de-teching'
Es el t¨¦rmino escogido para la tendencia social que se augura a partir de este mismo a?o. Se trata de una palabra anglosajona de nueva creaci¨®n que en espa?ol se podr¨ªa traducir como desintoxicarse de la tecnolog¨ªa. El concepto no tiene vocaci¨®n fundamentalista ni trata de demonizar la tecnolog¨ªa. De hecho, no aboga por la limpieza total de vida online, simplemente invita a hacer un ayuno temporal con el objetivo de frenar el ritmo y recapacitar sobre la invasi¨®n tecnol¨®gica y los efectos que est¨¢ comenzando a tener en las relaciones personales de algunos usuarios.
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