Rival de futuro

La fecha que toda Argentina tiene en la cabeza es el pr¨®ximo 23 de octubre: el d¨ªa de las elecciones presidenciales. Y, por ello, los comicios del pasado domingo 10 de julio para elegir jefe de Gobierno de Buenos Aires hay que interpretarlos en clave de esa gran cita. Pero el hecho de que un temible adversario de la presidenta Cristina Fern¨¢ndez, viuda de Kirchner, haya quedado como probable ganador en segunda vuelta es, sin embargo, casi irrelevante para la prueba electoral decisiva.

Mauricio Macri, empresario, que fue presidente del Boca Juniors, puede repetir al frente del Gobierno de la capital al batir en primera vuelta al peronista Daniel Filmus si logra el 60% en la segunda vuelta como prev¨¦n los sondeos. En el ambiente de polarizaci¨®n que se registra tanto en la prensa como en la ciudadan¨ªa, entre el peronismo oficial de la presidenta y una abigarrada oposici¨®n, la buena noticia para el poder es que Macri se conforma con Buenos Aires, dejando, as¨ª, un aseado escenario nacional para los cristinistas, ¨²ltimo ismo de la fracturada pol¨ªtica argentina. Macri, l¨ªder de la llamada Propuesta Republicana, piensa que su hora puede llegar en 2015, sin Fern¨¢ndez ni Kirchner en lontananza.

Cristina Fern¨¢ndez ha hecho una presidencia algo m¨¢s estridente que la de su esposo N¨¦stor Kirchner (tan presente en las elecciones argentinas a pesar de su muerte), con vocer¨ªo de izquierdismo chavista, aunque sin ponerle siglo al socialismo; se ha entendido solo regular con Brasil, la otra gran potencia de Mercosur; y ha librado ¨¢speras batallas con los medios de comunicaci¨®n, notablemente con el grupo Clar¨ªn, en las que el autoritarismo asomaba la testuz. Pero Argentina no ha dejado por ello nunca de ser una democracia.