Bel¨¦n Rueda y los nazis

Gran cita esta noche en el Teatre Grec: en medio de una gran expectaci¨®n llega la versi¨®n teatral de La ca¨ªda de los dioses a cargo del director que est¨¢ en boca de todos, Tomas Pandur, con un gran reparto en el que destaca la presencia de Bel¨¦n Rueda. La famosa pel¨ªcula de 1969 de Luchino Visconti sobre esos Von Essenbeck trasuntos de los hacedores de ca?ones Krupp que surfean hasta el desastre la ola del nazismo es la insoslayable referencia del montaje. Pandur habla de homenaje y, a la vez, marca las distancias con el filme. Dice que La ca¨ªda de los dioses es a la vez Hamlet, Macbeth, El rey Lear y hasta Edipo, y se muestra de acuerdo con la aseveraci¨®n de Fassbinder de que significa para la historia del cine lo mismo que Shakespeare para el teatro.

?Qu¨¦ sentido tiene llevar a escena una cumbre del cine como esa? "La historia no se agota en la pantalla y el teatro tiene su propia magia, que es la de la vida en directo", responde el director esloveno. ?No le ha quitado el sue?o tratar de emular la avalancha de sensibilidad y belleza pl¨¢stica de Visconti? Pandur r¨ªe. "Es un reto enorme, s¨ª, claro. Soy consciente, y Visconti me ha inspirado durante a?os; su semilla es actual y pervivir¨¢ siglos. Pero la obra de teatro no es una copia de la pel¨ªcula ni trata de competir con ella. Es un homenaje a un maestro. Y a la vez una pieza sobre nuestro tiempo. El 11-S, la guerra de los Balcanes, la historia que ha transcurrido desde que se hizo el filme ampl¨ªan el sentido del gui¨®n y lo engrandecen. Mi equipo art¨ªstico proviene de los Balcanes y han experimentado su propia ca¨ªda, ca¨ªda de todo, pol¨ªtica, moral y filos¨®fica. En esta ca¨ªda, sabemos de qu¨¦ hablamos". Qu¨¦ decir del reto del reparto original, Dirk Bogarde, Ingrid Thulin, Helmunt Berger... ?Si hasta estaba Charlotte Rampling en ambiente nazi pre-portero de noche! "Este reparto es tambi¨¦n muy bueno, con Bel¨¦n, tan inspiradora, con Pablo Rivero, con Fernando Cayo...". Rueda hace del papel de la Thulin, Sophie Von Essenbech, y Rivero, el de su histri¨®nico hijo Martin, al que le van tanto las runas de las SS como el liguero. "Todas las familias felices se parecen y todas las infelices son distintas", dice parafraseando a Tolstoi el director.

Pandur no cree que haya dificultad en mostrar la est¨¦tica de los nazis, con todo lo que nos choca, en el teatro -su montaje hace alarde de uniformes, con alg¨²n error en las insignias-. "Es una consecuencia de su filosof¨ªa, no es est¨¦tica por la est¨¦tica, aunque es verdad que escenogr¨¢ficamente los uniformes nazis son muy poderosos y los colores muy fuertes".