?Hay vida ah¨ª fuera?
La instituci¨®n cient¨ªfica est¨¢ desarrollando en su sede de Torrej¨®n de Ardoz el instrumental que viajar¨¢ a Marte en las nuevas misiones de la NASA
?Qu¨¦ es la vida? Todos nos lo hemos preguntado alguna vez. No hay una respuesta clara, pero los cient¨ªficos del Centro de Astrobiolog¨ªa (CAB) no paran de darle vueltas al asunto. El Centro est¨¢ en la sede central del Instituto Nacional de T¨¦cnica Aeroespacial (INTA), en Torrej¨®n de Ardoz, un gran recinto de 400 hect¨¢reas en las que se diseminan, entre los ¨¢rboles, unos 100 edificios dedicados a la investigaci¨®n cient¨ªfica y tecnol¨®gica. Una peque?a ciudad del conocimiento, cerca de lo que era la base militar estadounidense (ahora base a¨¦rea espa?ola). Ah¨ª se investiga la atm¨®sfera, se prueban cohetes y aeronaves, se controlan sat¨¦lites o se desarrolla la tecnolog¨ªa aeron¨¢utica y aeroespacial.
"En las centrales nucleares hay bacterias capaces de sobrevivir"
"La probabilidad dice que tienen que existir otras formas de vida"
En el CAB, formado por el INTA y el Consejo Superior de Investigaciones Cient¨ªficas (CSIC), nos recibe su director, el ingeniero aeron¨¢utico Javier G¨®mez-Elvira (Madrid, 1957). "La astrobiolog¨ªa es una ciencia realmente nueva", explica, "y tiene un objetivo bastante ambicioso: estudiar el origen y evoluci¨®n de la vida en el universo. Lo que se pretende es comprobar la hip¨®tesis de que la vida es consecuencia de una evoluci¨®n natural del universo y de que, en t¨¦rminos generales, siempre que se d¨¦ esa cadena de acontecimientos, puede aparecer la vida. No quiere decir que llegue a evolucionar a seres humanos, pero pueden aparecer bacterias y evolucionar en otra direcci¨®n".
Se supone que hay un camino entre casi el big-bang y la vida, aventura, "pero es un camino que hay que encontrar. Hay muchas bifurcaciones: por ejemplo, pueden formarse sistemas planetarios en los que no surja la vida. Hay que encontrar ese camino entre el bosque en el que te mueves". En este centro estudian desde la formaci¨®n de planetas o de mol¨¦culas complejas en el medio interestelar hasta la bioqu¨ªmica primordial o las formas de vida en condiciones extremas, diferentes estadios de ese camino del que habla el director.
En sus pasillos blancos, silenciosos y luminosos se mezclan las maquetas de sat¨¦lites con plantas exuberantes. Uno se imagina que en alg¨²n lugar deben esconder el cuerpo de un alien¨ªgena cabez¨®n, mientras los investigadores se afanan en los laboratorios. En unos estudian la qu¨ªmica prebi¨®tica de la que surgi¨® la vida, en otros las condiciones en otros planetas, en otros desarrollan instrumentaci¨®n. Una caracter¨ªstica de la Astrobiolog¨ªa es su car¨¢cter multidisciplinar: aqu¨ª trabajan astrof¨ªsicos, qu¨ªmicos, bi¨®logos, ingenieros, matem¨¢ticos, inform¨¢ticos... arrojando luz al problema central desde diferentes perspectivas. "Este centro resulta muy excitante desde un punto de vista intelectual: aprendes cosas de muchos campos diferentes. No puedes profundizar en todo, claro, pero recibes muchos inputs de muchas ¨¢reas y es muy enriquecedor", explica G¨®mez-Elvira.
Una cosa que han aprendido de estudiar nuestro planeta es que la vida puede desarrollarse en entornos muy desfavorables. "Tenemos un laboratorio de extrem¨®filos, que viven con pH muy ¨¢cido o muy b¨¢sico, o con niveles de radiaci¨®n enormes. En las centrales nucleares hay bacterias que son capaces de sobrevivir. Hay microorganismos que logran desarrollarse a cientos de metros bajo el suelo. Sabemos que en condiciones extremas es posible la vida. Eso quiere decir que en otros planetas con condiciones m¨¢s extremas que las nuestras tambi¨¦n se puede desarrollar".
Un ejemplo de extrem¨®filos son las bacterias que sobreviven en las ¨¢cidas aguas del r¨ªo Tinto (Huelva). Tambi¨¦n estudian la vida en lagunas hipersalinas. "Hay una luna de J¨²piter, Europa, que tiene una capa de hielo en el exterior y agua en el interior. Se cree que dentro se dan condiciones de alta salinidad. As¨ª que estudiamos qu¨¦ organismos pueden vivir en este h¨¢bitat".
Ahora est¨¢n desarrollando instrumental que viajar¨¢ a Marte en las nuevas misiones de la NASA: "En noviembre se lanzar¨¢ la siguiente generaci¨®n de sondas Rover de exploraci¨®n de Marte mucho m¨¢s sofisticada. Nosotros en Espa?a hemos hecho una peque?a estaci¨®n meteorol¨®gica que va a medir la velocidad del viento, la presi¨®n, la humedad, las temperaturas del suelo y del aire, la radiaci¨®n ultravioleta. Esa es nuestra aportaci¨®n". Para probarla tienen una m¨¢quina, como una enorme olla expr¨¦s llena de cables, en la que se simulan las condiciones de la superficie marciana. El Planeta rojo es de gran inter¨¦s para los cient¨ªficos porque pudo haber vida en alg¨²n momento. "Cada poco hay noticias sobre hallazgos de agua en Marte y cosas as¨ª. Algunos art¨ªculos dicen que hay agua en el subsuelo, y alguna misi¨®n, como Phoenix, encontr¨® indicios de que hab¨ªa hielo y se hab¨ªa evaporado. Esto es b¨¢sico, si no hubiese restos de agua en Marte no tendr¨ªa el inter¨¦s que tiene ahora. Sin agua es imposible la vida".
Hay quien pensar¨¢ que todos estos esfuerzos no sirven para nada... "La inversi¨®n en ciencia b¨¢sica puede ser criticada, pero es la base de la ciencia y de la tecnolog¨ªa. El problema que tiene es que cuando inviertes no sabes cu¨¢les van a ser los resultados futuros. Cuando se descubrieron los grafenos o los nanotubos de carbono no se sab¨ªa para qu¨¦ serv¨ªan, pero ahora est¨¢n apareciendo multitud de aplicaciones sorprendentes. Todo eso sale de la ciencia b¨¢sica".
Entonces ?hay vida ah¨ª fuera? "No hemos visto a¨²n otra forma de vida, pero eso no quiere decir que no exista. La probabilidad dice que tiene que existir, pero no la hemos encontrado a¨²n. Ser¨ªa una gran casualidad que solo se diese en la Tierra. Ese es el objetivo de la astrobiolog¨ªa, hallar la vida en otro sitio".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.