Paridad s¨ª, pero inteligente

Hoy se celebra en el Ministerio de Cultura la elecci¨®n del Premio Nacional de Cinematograf¨ªa que anualmente otorga un jurado compuesto por profesionales del cine y representantes del Ministerio de Cultura. Es la segunda convocatoria de dicho jurado, puesto que la primera, que se debi¨® celebrar el pasado lunes, fue anulada en el ¨²ltimo momento porque el jurado no cumpl¨ªa, al parecer, con la debida paridad entre mujeres y hombres. Con profundo respeto hacia dicha paridad, de la cual soy absoluto defensor pero dentro de los cauces del sentido com¨²n y siendo miembro del anterior jurado, no entiendo muy bien el fondo de la cuesti¨®n. Creo que lo verdaderamente importante en la composici¨®n de un jurado es la cualificaci¨®n de sus miembros y que ello ha de estar por encima de cualquier otro condicionante.

Lo importante en un jurado es la cualificaci¨®n de sus miembros

Dicho jurado estaba compuesto, en cuanto a sus miembros profesionales del cine, por los directivos de los diferentes sectores que en su d¨ªa fueron elegidos democr¨¢ticamente por los integrantes (mujeres y hombres) de dichas asociaciones. Dif¨ªcilmente, aunque quiz¨¢ sea posible, se pueda elegir a personas con mayor representatividad y legitimidad que los all¨ª presentes. Y si lo esencial es la paridad de g¨¦nero no entiendo por qu¨¦ la Administraci¨®n no eligi¨® a los miembros que designa directamente de un determinado sexo para que no se produjera esa desigualdad. Es bien cierto que en nuestra profesi¨®n luchamos, de forma l¨®gica y convincente, por una mayor presencia de la mujer en el cine y ello se est¨¢ consiguiendo aunque quiz¨¢ no con toda la velocidad deseable. En mi condici¨®n de presidente de la Academia, las dos vicepresidencias son ocupadas por dos mujeres -la actriz Marta Etura y la directora Judith Colell- y estoy absolutamente feliz de que as¨ª sea, pero lo estoy no por su condici¨®n de mujeres sino porque son dos personas muy inteligentes, con una gran y prestigiosa carrera profesional, muy respetadas por toda la profesi¨®n, con gran futuro por delante y con muchas ganas de trabajar y colaborar. Y eso para m¨ª es lo esencial.

A ra¨ªz de este peque?o descalabro y ya en mi actividad profesional, por primera vez en 40 a?os he comprobado que la paridad no existe en mi peque?a empresa distribuidora. Resulta que somos 39 trabajadores fijos de los cuales 25 son mujeres y tan solo 14 hombres. ?Vaya dilema! Y yo sin darme cuenta hasta el d¨ªa de hoy. ?Qu¨¦ hacer en el futuro? ?Deber¨ªa despedir a unas cuantas mujeres para ser paritario? Probablemente ser¨ªa lo aparentemente correcto pero muy problem¨¢tico: muchas de ellas ocupan los cargos de mayor responsabilidad y adem¨¢s tienen una antig¨¹edad superior a los 20 a?os. Claro que podr¨ªa hacerlo y sustituirlas por becarios (hombres, eso s¨ª) con la ventaja econ¨®mica que me supondr¨ªa aunque acarreara un grav¨ªsimo deterioro profesional. Dada la confusi¨®n mental que tengo en estos momentos no s¨¦ muy bien qu¨¦ hacer: si anteponer la eficacia a las normativas o seguir con el equipo que tengo, aunque haya un sexo predominante.

Pero volviendo al Premio Nacional, estoy seguro de que las mujeres que nos sustituyan hoy lo har¨¢n igual o mejor que nosotros, los destituidos. Pero nunca ser¨¢ por una cuesti¨®n de su sexo sino por su val¨ªa e inteligencia.

Y es que en la aplicaci¨®n de toda normativa deber¨ªa imperar el sentido com¨²n.

Parece ser que esto se olvida en algunos casos.

Enrique Gonz¨¢lez Macho formaba parte del jurado del Premio Nacional de Cine como presidente de la Academia. Tras la decisi¨®n del Ministerio de Cultura de anular el lunes pasado la composici¨®n del jurado, Gonz¨¢lez Macho ser¨¢ sustituido en el fallo de hoy por Judith Colell, vicepresidenta segunda de la Academia.