Murdoch visto por Murdoch

La permanente saga del esc¨¢ndalode las escuchas cada vez se parece m¨¢s a dos esc¨¢ndalos en vez de uno. El primero es el abuso de poder y privilegio de un peri¨®dico, el News of The World. Los lectores esperan que aquellos que informan sobre la vida de otros lo hagan con integridad. En el ahora difunto tabloide de News International, esa confianza parece que hab¨ªa sido traicionada. El segundo concierne a News International. Es la cuesti¨®n de si, a medida que emerg¨ªa la escala de las escuchas, la compa?¨ªa intent¨® sacarse el problema de encima; mir¨® cuidadosamente hacia otra parte; fue demasiado altanera como para ver sus propios fallos. En una palabra, la cuesti¨®n es si hubo encubrimiento".

El p¨¢rrafo anterior no es de un editorial del peor enemigo de Rupert Murdoch, sino de uno de los diarios de su propiedad, The Times. Es una muestra de que, por bajo que sea el nivel en sus tabloides, Murdoch siempre ha tenido la habilidad de tener tambi¨¦n medios cre¨ªbles. El Times, aunque dicen que no es lo que era, ha informado con encomiable distancia sobre la crisis, quiz¨¢s para que no le confundan con el periodismo basura de otros medios del mismo grupo.

El Sunday Times ha salvado la papeleta publicando la exclusiva sobre la pol¨¦mica estancia en un balneario del jefe de Scotland Yard, sir Paul Stephenson, que acab¨® por empujarle a dimitir. Y su dimisi¨®n acab¨® por arrastrar tambi¨¦n a su n¨²mero dos, John Yates, el hombre que por dos veces hab¨ªa decidido en el pasado cerrar las investigaciones sobre las escuchas del News of The World.

The Sun ha sido fiel a si mismo, con las informaciones err¨¢ticas, parciales, medias verdades y manipulaci¨®n de la realidad con que acostumbra a servir a sus lectores. El caso de las escuchas ha tenido un perfil todo lo bajo que permit¨ªan las circunstancias. La cadena Sky ha dado gran cobertura al tema.

Al otro lado del Atl¨¢ntico, los estadounidenses que siguen los canales locales de la Fox quiz¨¢s no sepan que el patr¨®n de la cadena est¨¢ en serios apuros. Y si se enteraron es porque lo vieron, leyeron o escucharon en medios rivales. La narrativa se repite en todos los medios bajo el paraguas de News Corporation en EE UU, que incluye las cabeceras The Wall Street Journal y el New York Post.

El caso Casey Anthony y la tr¨¢gica muerte del ni?o jud¨ªo Leiby Kletzky permiti¨® a la Fox y al Post tapar la historia en el momento m¨¢s candente. Las referencias en el Wall Street Journal se concentraron en el impacto del esc¨¢ndalo en la operaci¨®n de toma de control de BskyB. Eso fue hasta que se anunciaron las primeras dimisiones. De ah¨ª se pas¨® en bloque a la defensiva y ahora a la carga. Para entender la cobertura que hacen los medios afines a Rupert Murdoch basta con fijarse en el comentario de Bill O'Reilly, la estrella del canal todo noticias Fox News. El conservador considera que la atenci¨®n en EE UU est¨¢ siendo generada por los medios "radicales de izquierda" y que todo es "ideol¨®gico". Lo cataloga directamente como una "caza de brujas".

Eso fue tras la comparecencia del patriarca Rupert Murdoch y de su hijo James en el Parlamento brit¨¢nico. En la v¨ªspera, el Journal publicaba un duro editorial atacando a la yugular a los medios m¨¢s cr¨ªticos. Como establece el antiguo dicho popular, la mejor defensa es un buen ataque. Pero en esta ocasi¨®n, los analistas opinan que puede volverse en su contra, porque pone en cuesti¨®n la independencia del medio frente al patr¨®n.