El Gobierno valenciano rompe su hucha
El sometimiento de la c¨²pula de la CAM a los intereses del ejecutivo regional del PP y su arriesgada inversi¨®n inmobiliaria abocaron a la caja a la nacionalizaci¨®n
Tres lustros de Gobiernos del PP en la Generalitat Valenciana han deparado un desolador saldo en el ¨¢mbito de las finanzas aut¨®ctonas. Los dos pilares financieros regionales, a saber, Bancaja -hegem¨®nica en las provincias de Castell¨®n y Valencia- y Caja Mediterr¨¢neo (CAM) -l¨ªder en la provincia de Alicante- pr¨¢cticamente han abdicado en el ¨²ltimo a?o con motivo del proceso de reestructuraci¨®n financiera.
En el caso de la CAM, en el fondo de este hundimiento subyace el sometimiento de la c¨²pula de la entidad a los intereses del Ejecutivo regional del PP, y en concreto a sus proyectos far¨¢onicos, con el parque tem¨¢tico Terra M¨ªtica de Benidorm como exponente principal; su arriesgada pol¨ªtica de inversi¨®n inmobiliaria; y en tercer lugar, un consejo de administraci¨®n incapaz de controlar la estrategia de la caja, programada y ejecutada por los directivos, a veces a espaldas del m¨¢ximo ¨®rgano de la caja.
Terra M¨ªtica fue la primera aventura en la que el PP embarc¨® a la caja
Al consejo de la CAM le falt¨® car¨¢cter para dirigir la estrategia
El peso del ladrillo en el cr¨¦dito de la entidad superaba el 22% en 2010
La caja se qued¨® con m¨¢s de 3.200 millones en suelo, promociones y pisos
Bancaja opt¨® por el realismo y la discreci¨®n para coronar una fusi¨®n fr¨ªa, aunque fuera con un papel secundario, en la nueva entidad Bankia. La c¨²pula de la CAM, en cambio, en un arranque de prepotencia, inici¨® el periplo de la fusi¨®n fr¨ªa con la ambici¨®n de liderar el grupo resultante.
Todas las alternativas que explor¨® la CAM resultaron fallidas. El Banco de Espa?a ha optado por clausurar el gallinero en el que en las ¨²ltimas semanas se hab¨ªa convertido el consejo de administraci¨®n de la entidad y desde las cero horas de ayer, como futuro socio mayoritario accionista del nuevo Banco CAM, se dispone a reflotar la entidad crediticia, con un nuevo equipo gestor al frente. El Banco de Espa?a, a trav¨¦s del Fondo de Reestructuraci¨®n Ordenada Bancaria (FROB), entrar¨¢ en el capital social del nuevo Banco CAM con 2.800 millones, cifra que seg¨²n algunos consejeros supone el 85% de las acciones. Adem¨¢s, el FROB completa su intervenci¨®n con una inyecci¨®n de 3.000 millones para atender eventuales problemas de liquidez, en el supuesto de una retirada masiva de dep¨®sitos.
El PP valenciano, desde su desembarco en el poder regional merced a la victoria electoral de Eduardo Zaplana en las auton¨®micas de 1995, ni pesta?e¨® a la hora de instrumentalizar las dos cajas valencianas para financiar sus proyectos estrella, que con el paso del tiempo acabaron acu?ando el t¨¦rmino de grandes eventos. Pero el Consell se vali¨® de la CAM para otros menesteres urgentes, como la compra de deuda p¨²blica emitida por la Generalitat. Este mismo a?o la CAM compr¨® 500 millones de deuda p¨²blica al 4,7% y a 18 meses. En los tres ¨²ltimos a?os, los p¨¦stamos de la caja alicantina a la Generalitat ascienden a 348 millones. En apartado, de partidos pol¨ªticos, la entidad tiene un cr¨¦dito por tres millones con el PP valenciano y del doble con con los socialistas.
El primer proyecto del Gobierno valenciano al que se vio obligada a sumarse la CAM fue el parque tem¨¢tico Terra M¨ªtica de Benidorm. El complejo fue presentado Zaplana como el mascar¨®n de proa del turismo valenciano. Sin embargo, una d¨¦cada despu¨¦s se ha convertido en el negocio semip¨²blico m¨¢s ruinoso de la historia del Gobierno valenciano. El parque comenz¨® su andadura en 2000 en manos del Consell, Bancaja y la CAM, con un 66% de las acciones a partes iguales (en total 420 millones de euros).
A esta cifra se suman los pr¨¦stamos de la CAM para inyectar liquidez a la empresa, pr¨¢cticamente en n¨²meros rojos desde el primer a?o de funcionamiento. En julio de 2009, Terra M¨ªtica ten¨ªa cr¨¦ditos vivos con las dos cajas valencianas por 24,7 millones. El complejo super¨® su primera quiebra seria con un expediente de suspensi¨®n de pagos en 2005. Pero dos ejercicios despu¨¦s volvi¨® a las andadas y las p¨¦rdidas afloraron en sus balances anuales. En julio del a?o pasado Terra M¨ªtica fue cedida, en r¨¦gimen de alquiler, a un grupo privado. Los nuevos propietarios aspiran a comprar el complejo por el valor de la deuda pendiente: 70 millones.
Tras la salida de Eduardo Zaplana del Ejecutivo valenciano, su sucesor en el cargo, el ahora dimitido Francisco Camps, no levant¨® la presi¨®n pol¨ªtica sobre la c¨²pula de la CAM para implicar la caja en sus proyectos. Camps tambi¨¦n apadrin¨® al empresario ilicitano de la automoci¨®n Modesto Crespo como presidente del consejo de administraci¨®n de la CAM, hace ahora dos a?os. Crespo, muy pr¨®ximo a las posiciones cristianas que caracterizan a Camps, ha sido un fiel escudero del expresidente de la Generalitat
El presidente Crespo y el director general de la CAM, Roberto L¨®pez Abad, han sido los art¨ªfices del frustrado plan de ajuste de la entidad en los dos ¨²ltimos a?os y del fallido proceso de fusi¨®n. Sin embargo, ni el uno ni el otro se dieron por enterados de las crecientes cr¨ªticas de parte del consejo de la entidad ante la ausencia de informaci¨®n "concreta" de las alternativas de fusi¨®n sondeadas.
Crespo y L¨®pez Abad tampoco se inmutaron cuando en abril pasado las asambleas de Cajastur, Caja Cantabria y Caja de Extremadura, expulsaron del SIP del Banco Base a la entidad alicantina, que se neg¨® a rebajar su participaci¨®n en el futuro banco resultante del proceso de integraci¨®n. Siguieron en huida hacia delante en busca de un salvador socio privado.
Un consejero de la entidad apunta dos elementos clave de la debacle final. "Primero, la prepotencia con la que se encar¨® el proceso de fusi¨®n", se?ala. "Y segundo, la falta de autoridad del consejo. En otras cajas, este ¨®rgano ha sido m¨¢s presidencialista y ha marcado la estrategia inversora, aqu¨ª ese aspecto ha estado en manos de los directivos, y, a veces, el consejo ha sido el ¨²ltimo enterarse", a?ade.
La ¨²ltima prueba de la debilidad de Modesto Crespo al frente de la CAM se produjo esta semana en la antesala de la nacionalizaci¨®n. Crespo apenas pudo sofocar la rebeli¨®n de un grupo de consejeros cr¨ªticos que reclamaban completar el consejo del Banco CAM (de 5 a 15 miembros) antes del aterrizaje del FROB. A este consejo, al que el Banco de Espa?a ya ha comunicado su defenestraci¨®n, le queda ahora el reducto de la Fundaci¨®n de la Obra Social, si la caja logra mantener el 10% del capital en el Banco CAM.
Otro factor que envenen¨® la salud de la CAM fue su arriesgada apuesta por el sector de la construcci¨®n. La entidad ha proporcionado cr¨¦ditos fallidos a promotores por unos 1.000 millones, entre ellos, a firmas como Martinsa, Polaris o El Pocero. El peso del ladrillo en el cr¨¦dito de la entidad era el pasado a?o del 22% y la morosidad, del 9,47%. Al margen de estos pr¨¦stamos, la caja, a trav¨¦s de la promotora Hansa Urbana, ha impulsado proyectos inmobiliarios por 700 millones. El de mayor calado es un macrocomplejo tur¨ªstico en el Caribe mexicano, paralizado a instancias de una denuncia de los ecologistas a la Unesco. Otra filial, TI Participaciones, emprendi¨® m¨¢s de un centenar de proyectos con una inversi¨®n de unos 200 millones en capital y m¨¢s de 1.700 millones en pr¨¦stamos no solo en espa?a, sino tambi¨¦n en Portugal, Polonia, Marruecos, M¨¦xico, Costa Rica... Los pr¨¦stamos fallidos e inversiones fallidas han obligado a la caja a quedarse con m¨¢s de 3.200 millones en suelo, promociones y pisos que lastran su balance.
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