El mito vuelve a la arena

Vino tal como se fue. Vestido de luces. Quince meses despu¨¦s de una terrible cornada en Aguascalientes (M¨¦xico) que pudo costarle la vida. Con el compromiso de volver a jugarse el todo por el todo. De no defraudar. De exigirse m¨¢s all¨¢ de lo exigible. Jos¨¦ Tom¨¢s (Galapagar, 1975) reapareci¨® ayer por la tarde en la plaza de toros de Valencia rodeado de la expectaci¨®n propia de un Mes¨ªas de los ruedos.

Los nervios de los aficionados comenzaron a crecer horas antes del suceso. A las 10 en punto de la ma?ana y bajo un cielo encapotado, abrieron las taquillas del coso de la calle de X¨¢tiva. Fue entonces cuando el madrile?o ?lvaro de Pablos cumpli¨® junto a su primo Sergio el sue?o de conseguir boleto para la corrida de la tarde. Estos dos veintea?eros fueron los primeros afortunados en lograr dos entradas por cabeza, a 32 euros cada una, del 5% del aforo que debe venderse el mismo d¨ªa del festejo por imperativo legal (de un total de 9.300, en el caso de Valencia). ?lvaro y Sergio llevaban aqu¨ª desde la una de la madrugada del pasado jueves. Vestido con pantalones pirata y tocado con un pa?uelo de color naranja que dejaba salir por la coronilla unas estupendas rastas, ?lvaro dec¨ªa ser estudiante de Biolog¨ªa con cierta afici¨®n a la lidia. Pero la penitencia de estos d¨ªas se deb¨ªa en realidad a una sorpresa que quer¨ªa dar a su abuelo Victoriano, de 79 a?os y amante del toreo. "Est¨¢ llegando con mi abuela desde Madrid enga?ado, pensando que pasar¨¢ un fin de semana en la playa. Pero esta tarde va a ver a Jos¨¦ Tom¨¢s. Las dos entradas que he conseguido son para ¨¦l. Yo voy a entrar con mi primo. Dicen que verle torear corta la respiraci¨®n. A ver si es verdad". Ante la nube de c¨¢maras que poco despu¨¦s rodeaban a ?lvaro, un vecino de fila grit¨®: "?Ah¨ª lo ten¨¦is! ?Hasta los rastas vienen a ver a Jos¨¦ Tom¨¢s!".

Las reventa de entradas alcanz¨® los 300 euros. El torero cobra 300.000

El Juli y Andr¨¦s Calamaro estaban entre los espectadores

En realidad, ?lvaro era el ¨²nico con ese aire desenfadado en la cola junto a las taquillas de la plaza. Nada que ver con los otros dos centenares de personas que aguardaban por lograr entrada, mayoritariamente hombres con cara de sue?o. Las ventanillas dejaron de vender boletos apenas una hora despu¨¦s de comenzar, llegando hasta el n¨²mero 136 de una lista de 169 elaborada por los propios aficionados para mantener la fila. A dos tiques por cabeza, no cuadrar¨ªa el medio millar de entradas que los gestores de la plaza calculan que salen a la venta el mismo d¨ªa del festejo. Pero el delegado gubernativo confirm¨® que se hab¨ªa efectuado la venta del 5% del aforo. Algunos de los que se quedaron a las puertas de lograr su anhelado pase presentaron hojas de reclamaciones.

A las 11 de la ma?ana circulaban all¨ª mismo con facilidad ofertas de 200 euros por la reventa de una entrada que acababa de comprarse por 35. Esos mismos precios de reventa a¨²n se manten¨ªan poco antes del festejo, llegando a pedir 300 euros por una entrada en contrabarrera de sombra que en taquilla marcaba 111 euros. Cifras, en cualquier caso, muy alejadas de otras de tres ceros con las que se ha especulado estos d¨ªas.

A mediod¨ªa, tras el sorteo de astados de la ganader¨ªa de El Pilar para el orden de lidia, el franc¨¦s Sim¨®n Casas, empresario de la plaza de Valencia que prefiere considerarse "productor", explicaba a este peri¨®dico que toda la expectaci¨®n que Jos¨¦ Tom¨¢s despierta antes, durante y despu¨¦s de la corrida forma parte "del catalizador de emociones, sue?os y recuerdos que representa el arte del toreo llevado a sus m¨¢ximas consecuencias".

Casas cuenta que el proceso de traer a Tom¨¢s a Valencia para su regreso a los ruedos transcurri¨® a la velocidad del rayo. "Su apoderado, Salvador Boix, me cit¨® en Barcelona y me dijo: 'Jos¨¦ Tom¨¢s reaparece en tu plaza. Contigo'. Econ¨®micamente llegamos a un acuerdo enseguida. La cifra final va a rondar los 300.000 euros. No me parece mucho si consideramos el impacto econ¨®mico que Tom¨¢s repercute en las ciudades donde torea". Cierto es que horas antes de la corrida los bares y restaurantes cercanos a la calle de X¨¢tiva estaban a rebosar, mientras que la ocupaci¨®n hotelera en Valencia se ha acercado estos d¨ªas al 80%, un 20% m¨¢s de lo habitual en estas fechas seg¨²n datos de la Uni¨®n Hotelera de la Provincia de Valencia difundidos por la agencia Efe.

El entorno de Tom¨¢s asegura que lo mejor de ¨¦l est¨¢ por llegar. Que todav¨ªa no hemos visto todo lo que puede dar de s¨ª esta enigm¨¢tica figura. Con ese mismo fervor cerca de diez mil personas desbordaron ayer todo el aforo de la plaza de toros . Junto a m¨¢s de un centenar de medios de comunicaci¨®n acreditados para cubrir el espect¨¢culo. Respecto a las reticencias televisivas que Tom¨¢s impone, Sim¨®n Casas cree que mantiene esta actitud "porque considera especulativo el tratamiento que se hace de la imagen del torero". "Conoci¨¦ndole", prosegu¨ªa Casas, "creo que si fuera posible transmitir esa imagen de la corrida a trav¨¦s de pantallas en las inmediaciones del coso para acercarla al pueblo ¨¦l lo admitir¨ªa, pero lamentablemente el contrato de gesti¨®n de una plaza de toros es demasiado restrictivo".

Las ansias por verle tambi¨¦n hicieron acto de presencia en los rostros de otras figuras del toreo. Entre ellos estaba El Juli, quien tras su intervenci¨®n la tarde anterior en este mismo ruedo quiso quedarse para ver lidiar a un hombre del que se considera "muy partidario". "Creo que lo de hoy va a ser un pelotazo", coment¨® a EL PA?S en la zona VIP habilitada junto a la plaza. Por all¨ª tambi¨¦n apareci¨® minutos antes de la corrida el cantante Andr¨¦s Calamaro, admirador confeso de Tom¨¢s. Y proclam¨®: "Durante las dos pr¨®ximas horas la Historia va a estar clavada en Valencia. Parece dif¨ªcil que la expectaci¨®n est¨¦ a la altura de lo que pase en la arena, pero hablamos de Jos¨¦ Tom¨¢s. Su reaparici¨®n deber¨ªa de trascender la fiesta". A las siete en punto de la tarde lleg¨® la hora de la verdad. Se abri¨® la puerta de arrastre para recibir a Tom¨¢s junto a sus compa?eros de cartel, V¨ªctor Puerto y Arturo Sald¨ªvar. Minutos antes, el diestro de Galapagar exhib¨ªa un semblante hier¨¢tico y tan delgado como para mostrar pliegues en la taleguilla de su vestido lila y oro. Esper¨® en completo silencio el toque de clarines. Dispuesto, una vez m¨¢s, a oficiar el tr¨¢gico ritual que da sentido a su existencia.