El sue?o de un doblete imposible

El Tour dise?ado para ser el mejor escenario de la revancha tan esperada entre Alberto Contador y Andy Schleck, m¨¢s monta?a para favorecer a ambos y al espect¨¢culo, menos contrarreloj para darle m¨¢s ox¨ªgeno y esperanzas al joven luxemburgu¨¦s, se lo llev¨® finalmente un corredor de perfil m¨¢s soso, menos explosivo, el rey de la paciencia y la coherencia, Cadel Evans, que responde al arquetipo inaugurado por Indurain, resistente en la monta?a, inteligente en la ocultaci¨®n de sus defectos, en la eficiencia, en la gesti¨®n de los momentos malos sin perder la cabeza, brillante en la contrarreloj. Un hombre, un sue?o de casi un decenio: Evans, de 34 a?os y cinco meses, es el ganador de Tour m¨¢s viejo de la posguerra.

Es una forma de verlo, obligatoria como es obligatorio siempre el elogio al campe¨®n. "Y Evans se lo merece", dice Contador, el ganador de los dos a?os anteriores. "No ha tenido fallos. Ha sido el m¨¢s fuerte".

Hay otras formas de mirarlo, claro. La mirada, por ejemplo, fija en el derrotado, la compasi¨®n que permite decir que Evans gan¨® porque Contador perdi¨®. De los hermanos Schleck se puede decir que los derrot¨® porque subestimaron a Evans y sobrestimaron a Contador hasta la altura del miedo paralizante, el miedo a lanzarse en los Pirineos, donde, como un condenado a muerte al que se concede un aplazamiento de la sentencia a ¨²ltima hora, el campe¨®n de Pinto recuper¨® la esperanza, pues la noche anterior, incluso, estuvo tentado de irse a casa, de abandonar. "El d¨ªa de la segunda ca¨ªda, cuando me enganch¨¦ con Karpets

[camino de Saint Flour, novena etapa, la v¨ªspera del primer d¨ªa de descanso] y me volv¨ª a golpear en la rodilla da?ada en la ca¨ªda anterior, me preocup¨¦ bastante", dice Contador, "pero decid¨ª continuar".

A Contador le perdonaron en los Pirineos, dieron ox¨ªgeno a sus sue?os de doblete Giro-Tour -termin¨® quinto finalmente el espa?ol, pero si hubiera ganado habr¨ªa sido el primero que desde Pantani en 1998 lo lograba-, pero en los Alpes le ejecutaron finalmente. "Supe que hab¨ªa perdido el Tour definitivamente a seis kil¨®metros de la cima del Galibier, el d¨ªa del ataque de Andy en el Izoard", dice. "Si no he podido ganar el Tour este a?o ha sido por diversas circunstancias adversas. Tuve muy mala suerte el primer d¨ªa cuando perd¨ª 1m 14s en el corte por la ca¨ªda. Luego no pude eludir otras ca¨ªdas y, sobre todo, la segunda que sufr¨ª, que me da?¨® mucho la rodilla derecha, lo que merm¨® mi rendimiento en la monta?a. Luego tampoco ten¨ªa la frescura del Giro, que me ha pasado factura en este Tour. Desde luego que el Giro no es la mejor preparaci¨®n para el Tour".

Aquel d¨ªa del Izoard, cuando Andy atac¨®, Contador sufri¨® tambi¨¦n la soledad del que se ve sin equipo. Ninguno de sus equipiers logr¨® mantenerse en la fuga del Agnello, donde habr¨ªa servido de hombres puente para Contador, como los Leopard que guiaron a Andy por el valle hacia el Galibier. Ni Bjarne Riis, el due?o del equipo, ni Contador estaban plenamente satisfechos con la plantilla del Saxo, v¨ªctima del desmantelamiento provocado por los Schleck, que se llevaron con ellos al Leopard a los mejores del a?o anterior: Cancellara, Voigt, Fuglsang... Cuando Riis tuvo la confirmaci¨®n del patrocinador, ya no hab¨ªa tan buenos corredores en el mercado.

Tampoco lleg¨® Contador en las mejores condiciones al Tour, en una temporada condicionada por la incertidumbre de los flecos del clembuterol, del recurso al TAS por parte de la UCI y la Agencia Mundial Antidopaje. Contador lleg¨® en su mejor forma al Giro, donde arras¨®, y mantener la mejor forma en el Tour, un mes despu¨¦s, ante corredores que solo planificaban la grande boucle, parec¨ªa imposible. "El doblete Giro-Tour en el ciclismo actual es muy dif¨ªcil. Se necesita suerte en las dos, que el recorrido de ambas se adapte a tus caracter¨ªsticas y contar con un superequipo. Dadas esas condiciones, quiz¨¢s sea posible", dice Contador. "Si este a?o no lo he conseguido no ha sido tanto por la incertidumbre sobre la temporada que plantea el recurso al TAS, pues ya en diciembre hablamos de ir a por el doblete, como por las circunstancias adversas".

Despu¨¦s de la experiencia sufrida, no parece que Contador, consciente de que la gran gloria la otorga el Tour sobre todas las cosas, est¨¦ predispuesto para el pr¨®ximo a?o, contando con que el TAS refrende la absoluci¨®n espa?ola, volver a intentarlo. Sus planes, y ya se lo ha dicho a Riis, el que so?aba con el triplete, pasan por preparar el Tour sin pasar por el Giro y, si acaso, cerrar con la Vuelta, menos dura y m¨¢s gratificante, donde le esperar¨ªa un ba?o de masas cotidiano.