La carrera salvaje
Michael Phelps empieza en los 200m libre su plan de ataque para los Juegos Ol¨ªmpicos de Londres
Algunas de las mayores obras de arte son incomprensibles y, tal vez por eso, subyugantes. No admiten explicaciones claras. No es f¨¢cil saber por qu¨¦ Michael Phelps, despu¨¦s de su apoteosis en los Juegos de Pek¨ªn, sigue nadando una carrera tan torturante como los 200 libres. Mucho menos sencillo resulta comprender la presencia esta noche en Shangh¨¢i de Paul Biedermann, Ryan Lochte, Tae Hwan Park y Yannick Agnel en la misma coyuntura. Sin ba?adores de poliuretano ser¨¢ pr¨¢cticamente imposible que estos competidores excepcionales se aproximen al r¨¦cord del mundo. Son los mejores en su campo, representantes de 3.000 a?os de civilizaci¨®n. Sin embargo, se sienten atra¨ªdos hacia un desenlace salvaje.
"Una calle es todo lo que necesito. Me he regulado", afirma el nadador de Baltimore
Lo m¨¢s probable es que en los segundos que dure la experiencia en el agua experimenten en toda su amplitud la fuerza invencible de la naturaleza. El efecto del paso del tiempo, los l¨ªmites biol¨®gicos de la ambici¨®n, o el desamor de la multitud hacia los perdedores. Phelps permaneci¨® seis meses de vacaciones entre 2008 y 2009 y volvi¨® a dejarse tentar por la holganza entre 2009 y 2010. Los ocho oros ol¨ªmpicos de Pek¨ªn le situaron en una posici¨®n inaccesible para los nadadores de varias generaciones futuras. Perdi¨® est¨ªmulos. Consider¨® la posibilidad de retirarse. Se dedic¨® a administrar su fortuna, a jugar al golf, a comer pizza con sus amigos en Baltimore.
A sus 26 a?os, sin embargo, comenz¨® a sospechar que incluso para un multimillonario joven y fuerte todo puede resultar decepcionante cuando los d¨ªas de competici¨®n han quedado atr¨¢s. Su entrenador, Bob Bowman, ech¨® mano de las met¨¢foras para describir los sentimientos encontrados de su nadador: "Michael ya subi¨® al Everest. No necesita volver a escalarlo para demostrar que puede hacerlo".
En busca de un horizonte para la retirada definitiva ambos se propusieron un plan de ataque a los Juegos de Londres. Ahora emplean los Mundiales para seleccionar pruebas. La participaci¨®n en los 200 libres forma parte de esa experimentaci¨®n. Las referencias de Phelps en esta distancia con el ba?ador textil son escasas: no la nad¨® en los Juegos del Pac¨ªfico del a?o pasado y este a?o hizo su mejor tiempo en marzo: 1m 46,27s en Indian¨¢polis.
Las semifinales de ayer en Shangh¨¢i fueron una exhibici¨®n de los especialistas. Yannick Agnel, un joven franc¨¦s de 19 a?os, cubri¨® las cuatro piscinas en 1m 45,62s. Fue el mejor tiempo. Park y Biedermann, actual campe¨®n del mundo, hicieron dos demostraciones de control. Biedermann baj¨® de 1,46m y Park anduvo cerca: 1m46,23s. "S¨®lo he intentado entrar en la final", dijo Phelps, relajado tras la marcar 1m 46,91s. "Realmente no me ha preocupado d¨®nde colocarme en la piscina siempre que tenga una calle. Una calle es todo lo que necesito. Me he regulado. He respirado dos veces seguidas despu¨¦s de la tercera pared. No habr¨¢ nada de eso en la final. Va a decidirse en los ¨²ltimos 50. Puedo garantizar que ser¨¢ muy ajustada".
Phelps nunca fue un nadador de libre, a pesar de que lleg¨® a controlar esta prueba con la autoridad de los mejores de todos los tiempos. Su compatriota y amigo Ryan Lochte tiene el mismo perfil. Pero desde que gan¨® los Juegos del Pac¨ªfico en 1m45,30 se ha inclinado por preparar esta carrera pensando en los Juegos. Ayer, Lochte, que tiene 27 a?os, marc¨® el ritmo de su semifinal hasta que Biedermann lo super¨® en los ¨²ltimos 25 metros. Hizo 1m 46,11s. "Yo y Michael hablamos antes de la carrera y calculamos que tendr¨ªamos que nadar sobre 1m 46s para entrar en la final", dijo. "Ser¨¢ una carrera muy r¨¢pida con cinco o seis nadadores atacando la ¨²ltima pared con grandes probabilidades de ganar. Ser¨¢ definitivamente duro. Michael saldr¨¢ r¨¢pido. S¨¦ que buscar¨¢ el agua limpia. Ir¨¢ junto a m¨ª as¨ª que igual me salto la corchera y lo agarro para que no se escape".
Lochte demostr¨® el a?o pasado, en los Juegos del Pac¨ªfico, que est¨¢ preparado para relevar a Phelps en el lugar destinado a los nadadores de ¨¦poca. Ha sabido esperar su momento con optimismo y sentido del humor. Se ha dedicado al dise?o textil. Adora los colores metalizados, los diamantes, los chistes pueriles. Ha dejado de comer en el McDonald's tres veces al d¨ªa y ha cultivado la potencia con el entrenador de pesas de los Gators, el equipo de f¨²tbol americano de la Universidad de Florida. Solo as¨ª ha conseguido compensar la ventaja gen¨¦tica de Phelps, cuyos brazos m¨¢s largos le facilitaban las palancas.
Agnel, Park, Biedermann, Lochte y Phelps est¨¢n listos para la carrera salvaje.
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