Berm¨²dez arrebata el Fais¨¢n a los magistrados que lo alentaron

La especial complejidad del chivatazo a ETA en el bar Fais¨¢n ha propiciado que el recurso contra el procesamiento de los tres cargos policiales imputados -el exdirector de la Guardia Civil, V¨ªctor Garc¨ªa Hidalgo, el jefe superior de Polic¨ªa del Pa¨ªs Vasco, Enrique Pamies, y el inspector de Vitoria Jos¨¦ Mar¨ªa Ballesteros- vaya a ser estudiado por el pleno de la Sala Penal y no por su Secci¨®n Segunda que, en contra del criterio del fiscal, dio alas al caso y apreci¨® colaboraci¨®n con banda armada (hasta 10 a?os de c¨¢rcel) en el soplo policial.

La decisi¨®n la tom¨® ayer el presidente de la Sala, Javier G¨®mez Berm¨²dez, una vez que el instructor, Pablo Ruz, desestim¨® los recursos de reforma de los procesados. Su relevancia es alta porque supone apartar a los cinco magistrados que han avalado la investigaci¨®n de Ruz. Ahora, la decisi¨®n no corresponder¨¢ solo a ellos. Tambi¨¦n al resto de magistrados de lo penal (en total 18). Y para muchos de ellos, los indicios de colaboraci¨®n no est¨¢n tan claros.

La decisi¨®n puede caer en campa?a si se adelantan las generales

La deliberaci¨®n, que puede suponer el env¨ªo del caso a un juzgado de Ir¨²n al no existir ese delito de colaboraci¨®n -lo que lo desinflar¨ªa dej¨¢ndolo en una mera revelaci¨®n de secretos- tendr¨¢ lugar tras el verano y puede coincidir con la precampa?a o la campa?a si las generales se adelantan a noviembre. Tras la dimisi¨®n de Francisco Camps, el PP ha convertido el caso Fais¨¢n en su caballo de batalla contra el candidato del PSOE, Alfredo P¨¦rez Rubalcaba, al que se?alan como cerebro.

De la secci¨®n que queda apartada forma parte el pol¨¦mico magistrado conservador Enrique L¨®pez, eterno candidato del PP al Constitucional. ?l fue el ponente de la primera resoluci¨®n en la que el chivatazo fue considerado colaboraci¨®n, en febrero de 2010, antes incluso de que el entonces instructor, Baltasar Garz¨®n, apreciara el delito. L¨®pez fue acusado de endurecer el auto sin el permiso de los otros dos miembros del tribunal -?ngel Hurtado y Julio de Diego- incluyendo frases que afirmaban que el soplo a ETA era "de una gravedad sin precedentes en la historia de la lucha contra el terrorismo" o llamando al juez a "agotar la investigaci¨®n hasta los extremos que fueran necesarios".

Esa misma secci¨®n, formada esta vez por los conservadores Fernando Garc¨ªa de Nicol¨¢s y Julio de Diego, y el progresista Jos¨¦ Ricardo de Prada, volvi¨® a avalar la existencia del delito de colaboraci¨®n a finales de abril. El fiscal asegur¨® en su informe que, para la existencia de ese delito, era necesario partir de "cierta adscripci¨®n ideol¨®gica" con ETA, algo dif¨ªcil de achacar a los imputados, tres mandos policiales con larga experiencia antiETA. La resoluci¨®n dio alas a la investigaci¨®n, aunque fue muy criticada. Se basaba en una sentencia del Supremo que amparaba la tesis del fiscal. De Prada cuestion¨®, en un dur¨ªsimo voto particular, que sus compa?eros alentaban "la instrumentalizaci¨®n pol¨ªtica" del caso.