A la caza del inmigrante
Las olas baten suavemente la costa malague?a. Es una calma enga?osa. A pocos kil¨®metros de la l¨ªnea del horizonte, se adivina la costa marroqu¨ª. Estas aguas del Estrecho se han tragado cada d¨ªa, durante la ¨²ltima d¨¦cada, a un desesperado africano que hu¨ªa de la miseria. M¨¢s de uno al d¨ªa. Para ser exactos, ocho a la semana.
Vacaciones en la Cala de Mijas. Hojeo el peri¨®dico, en el chiringuito Pap¨¢ O. Esta semana, 62 sin papeles han sido interceptados en aguas de Almer¨ªa, Barbate y Algeciras. Siete de ellos viajaban en un artilugio hinchable de juguete. Tuvieron suerte. Salvaron la vida. Recuerdo el d¨¦cimo informe Frontera Sur, publicado hace un par de meses por la Asociaci¨®n Pro Derechos Humanos de Andaluc¨ªa (APDH-A.
Ofrec¨ªa estos terror¨ªficos datos: desde el a?o pasado, 131 inmigrantes que intentaron llegar a Espa?a perecieron ahogados. De ellos, 63 en las costas andaluzas. En los ¨²ltimos diez a?os, han muerto al menos 4.138 africanos. Por fortuna, al bajar el flujo migratorio irregular, ha descendido el n¨²mero de fallecidos. Estamos lejos de los 1.167 ahogados de 2006 o de los 921 del siguiente a?o.
Es un triste consuelo. Porque el hambre sigue empujando a los africanos a buscar refugio en una Europa que los rechaza cuando no los necesita como mano de obra barata.
Los dos polos de la tragedia est¨¢n estos d¨ªas en el primer plano de la actualidad: Somalia y Noruega.
En uno de los pa¨ªses m¨¢s pobres del mundo, Somalia, medio mill¨®n de ni?os padecen desnutrici¨®n aguda severa. El 30%, m¨¢s de 150.000, corre peligro de morir en un mes si la ayuda humanitaria no llega urgentemente. La peor hambruna en 60 a?os amenaza a 11 millones de seres humanos sumidos en la miseria. Aqu¨ª padecemos obesidad.
Miles de kil¨®metros al norte, un fan¨¢tico racista ha perpetrado una masacre en la fr¨ªa y acomodada Noruega. Al ultraderechista Anders Behring Breivik no le gustan ni los socialistas ni los inmigrantes. Por eso asesin¨® a tiros a m¨¢s de 70 j¨®venes noruegos, que asist¨ªan a un campamento organizado por el partido socialdem¨®crata, despu¨¦s de sembrar el terror en el centro de Oslo con un coche bomba.
Se ve¨ªa venir. La vieja y adocenada Europa est¨¢ cayendo en manos de la extrema derecha xen¨®foba. Una docena de pa¨ªses, otrora bastiones de la libertad y la democracia, tienen a derechistas en sus parlamentos: Finlandia, Noruega, Suecia, Dinamarca, Holanda, B¨¦lgica, Francia, Austria, Italia... M¨¢s Hungr¨ªa, Eslovaquia y Bulgaria. Les une el rechazo/odio al inmigrante.
La inmensa mayor¨ªa (22 de 27) de los pa¨ªses de la Uni¨®n Europea est¨¢ en manos de gobiernos conservadores que coquetean electoralmente con la xenofobia.
Espa?a no est¨¢ al margen del volantazo a la derecha. La Plataforma per Catalunya ha conseguido 70.000 votos en las ¨²ltimas elecciones municipales. El popular Xavier Garc¨ªa Albiol ha conquistado la alcald¨ªa de Badalona prometiendo mano dura contra el inmigrante. La gobernante Convergencia i Uni¨® (CiU) planea restringirles el acceso a servicios b¨¢sicos: salud, educaci¨®n, ayudas sociales. En Ceuta y Melilla, el PP, con el silencio c¨®mplice del PSOE, quiere impedir el voto en las elecciones municipales a los residentes marroqu¨ªes. Temen perder el poder. Lo ¨²nico que les importa.
La APDH-A habla de la "Europa fortaleza", que se blinda contra el inmigrante y chantajea "de forma indecente" a los pa¨ªses del norte de ?frica, a los que obligan a "realizar una fuerte represi¨®n sobre los inmigrantes en tr¨¢nsito".
Como ahora hay crisis y no los necesitan, deber¨¢n quedarse en su tierra. Azotados por la sequ¨ªa y la hambruna. Sin embargo, los m¨¢s audaces y desesperados intentar¨¢n escapar. Algunos encontrar¨¢n la muerte en el Estrecho. Otros chocar¨¢n con el muro de odio que levantan con indisimulado entusiasmo los racistas europeos.
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