Cu¨ªdenla
Manuel Galduf, actual director de la Joven Orquesta de la Comunidad Valenciana, fue titular durante varios a?os de la Orquesta de Valencia, la formaci¨®n del Palau de la M¨²sica. El mi¨¦rcoles lo vimos, sin embargo, aplicando su dilatada experiencia a la Orquesta del Palau de les Arts. Con ella se abri¨® el festival Sagunt a Escena.
La velada demostr¨®, de nuevo, la calidad impecable de esta agrupaci¨®n. La sonoridad, a cielo abierto, fue muy distinta, como es l¨®gico, a la que presenta desde el foso de la ¨®pera, y tambi¨¦n -por motivos distintos- a la del Auditorio superior del Palau de les Arts. El volumen result¨® m¨¢s restringido, y el empaste algo menor, pero la transparencia del conjunto y la delicadeza en los matices tuvo el perfume de la m¨²sica al aire libre cuando se dan las condiciones ac¨²sticas adecuadas. Y el Teatro Romano las tiene.
ORQUESTA DE LA COMUNIDAD VALENCIANA
Director: Manuel Galduf. Bar¨ªtono: David Men¨¦ndez. Obras de Rodrigo, Mahler y Haydn. Teatro Romano. Sagunto, 27 de julio de 2011.
Con todo, el programa result¨® mermado por la desaparici¨®n de la pieza de Schnittke (Moz-Art ¨¤ la Haydn) debido a la enfermedad de una de las solistas. Esta obra presentaba un delicado nexo con la Sinfon¨ªa 85 de Haydn que se tocaba luego, debido a la alusi¨®n, en ambas, a otra partitura del compositor de Rohrau: la n¨²m. 45 o Sinfon¨ªa de los Adioses. Fue sustituida por una p¨¢gina muy breve de Rodrigo, Berceuse de Primavera. Tambi¨¦n Rodrigo hab¨ªa protagonizado el inicio de la sesi¨®n, con Soleriana: a destacar, en ella, la Pastoral, por la elegancia con que fue le¨ªda. Vinieron luego las Canciones para un camarada errante (Mahler), y pasamos a otro mundo, el de una agrupaci¨®n que pareci¨® pisar entonces un terreno amado y conocido. El de un director atento al m¨¢s m¨ªnimo detalle de las intervenciones, vel¨¢ndolas con mimo. Y el de un bar¨ªtono con un agudo tirante y un instrumento problem¨¢tico que, sin embargo, no le impidieron entregarse hasta plasmar la sempiterna angustia de Mahler. Fue el momento m¨¢s bello de la noche. Luego Haydn, como Mozart: siempre la prueba de fuego. Una prueba que se super¨® con creces.
Cuiden a esta orquesta, se?ores. No es un fuego fatuo m¨¢s. Vale lo que cuesta, o quiz¨¢s m¨¢s. Por una vez se ha invertido en algo que merece la pena.
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