Aranceles rec¨ªprocos: las claves de la medida con la que Trump ataca a la UE y a los emergentes
Las econom¨ªas en desarrollo, en su mayor¨ªa asi¨¢ticas, aplican grav¨¢menes superiores a los que reciben sus exportaciones. Europa, en el punto de mira por el IVA, que el republicano considera una carga sobre los productos estadounidenses
![Una barcaza portacontenedores, este mi¨¦rcoles en el puerto de Saint John (Canad¨¢).](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/NVDJTR72GVGHNVMEVZKOIBB2BY.jpg?auth=97f4b1ecd85ad2314b2f24e1468125b92cf449d3fd2e56c1a773f37fb5345f92&width=414)
![Ignacio Fariza](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/https%3A%2F%2Fs3.amazonaws.com%2Farc-authors%2Fprisa%2F3c3b7615-2ff0-43ed-8ecb-5e806ccfaec0.jpg?auth=20684b68cbb2e15420cfadad7663ab702bf8c6135656afee6cf34dfa00814656&width=100&height=100&smart=true)
A anuncio por d¨ªa, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha desvelado este jueves que aplicar¨¢ un arancel rec¨ªproco sobre todos los pa¨ªses que gravan la importaci¨®n de productos estadounidenses. La medida, de la que no hay precedentes, supone, en la pr¨¢ctica, gravar a todo el mundo. El efecto, sin embargo, no ser¨¢ el mismo en todos los casos: las econom¨ªas emergentes, muchas de ellas asi¨¢ticas, y la Uni¨®n Europea sufrir¨¢n m¨¢s que el resto. La tasa aviva, adem¨¢s, los temores a una guerra comercial a gran escala y aumentar¨¢ la inflaci¨®n en el pa¨ªs norteamericano.
El movimiento es, en palabras de los analistas de la consultora Eurasia, un ¡°desaf¨ªo global¡± y un intento de matar varios p¨¢jaros de un tiro: forzar al resto del mundo a negociar, aumentar la recaudaci¨®n fiscal y resucitar su alica¨ªda industria. Y, sobre todo, atajar un d¨¦ficit comercial que, aunque no es negativo en s¨ª mismo ¡ªrefleja, simple y llanamente, el boyante consumo interno estadounidense¡ª, Trump, fiel a su ideolog¨ªa mercantilista, ha convertido en una de sus grandes bestias negras. Estas son las principales claves de la medida:
?Qu¨¦ son los aranceles rec¨ªprocos? A falta de concreci¨®n, y como su propio nombre indica, quiere decir que Estados Unidos responder¨¢ con grav¨¢menes a todos los aranceles que otros pa¨ªses aplican sobre sus productos. Si ya existen en ambos sentidos, Washington igualar¨¢ sus grav¨¢menes a los que sufren sus exportaciones. Tanto esta reciprocidad como la creaci¨®n de una tasa universal de entre el 10% y el 20% fueron dos de las propuestas econ¨®micas estrella de la campa?a electoral republicana para las ¨²ltimas elecciones presidenciales.
?A qu¨¦ productos afecta? No hay, por definici¨®n, una relaci¨®n de productos sujetos al gravamen. Aprobados ya los aranceles espec¨ªficos sobre el acero y el aluminio, sin embargo, las prioridades de Trump ¡ªcon este y otros grav¨¢menes¡ª se centran ahora en tres sectores: el automovil¨ªstico, el farmac¨¦utico y el de semiconductores.
?Y a qu¨¦ pa¨ªses? Aunque los muchos tratados comerciales firmados en las ¨²ltimas d¨¦cadas ¡ªcon Administraciones republicanas y, sobre todo, dem¨®cratas cuando EE UU a¨²n hac¨ªa bandera del libre comercio¡ª han reducido los grav¨¢menes, pr¨¢cticamente todos los pa¨ªses aplican alg¨²n arancel sobre los productos estadounidenses.
Algunos, sin embargo, tienen m¨¢s que temer que otros. Dado que Trump ¡ªsin respaldo acad¨¦mico alguno¡ª considera el IVA un arancel, la UE tiene muchos visos de sufrir la nueva herramienta del republicano. Si antes no se aviene a negociar en los t¨¦rminos que este desea.
Chris Turner, economista del banco neerland¨¦s ING, ve ¡°escasa justificaci¨®n¡± a la herramienta en el caso europeo, dado que su r¨¦gimen arancelario hacia EE UU es ¡°relativamente benigno¡±. No cuenta, claro, con la fijaci¨®n del magnate por el IVA. El gran zarpazo para el Viejo Continente, recuerda en un informe reciente, puede llegar en abril, cuando el Departamento de Comercio publicar¨¢ su informe sobre los porqu¨¦s de los d¨¦ficits comerciales estadounidenses caso por caso.
Entre los principales afectados por la medida tambi¨¦n figuran la India ¡ªcuyo primer ministro, Narendra Modi, visita la Casa Blanca este mismo jueves¡ª, Turqu¨ªa o Brasil. Ambos, integrantes clave del grupo de los BRICS (Brasil, Rusia, China, India y Sud¨¢frica), a los que tanto se?ala el republicano.
¡°Las econom¨ªas emergentes son las que tienen aranceles relativamente m¨¢s altos hacia EE UU, lo que hace que sean m¨¢s vulnerables¡±, escrib¨ªa recientemente el economista Andreas Steno Larsen. Es l¨®gico que as¨ª sea: las pol¨ªticas industriales, aranceles mediante, fueron fundamentales para el desarrollo de pa¨ªses como Corea del Sur en la segunda mitad del siglo XX. La medida, en cambio, tiene menos l¨®gica en una econom¨ªa como la estadounidense, que dej¨® atr¨¢s hace tiempo el esplendor industrial para entrar en una era de dominio de los servicios. No le ha ido mal: es uno de los pa¨ªses ricos que m¨¢s crece en los ¨²ltimos a?os.
?De verdad el IVA es un arancel? No. Trump ha equiparado en varias ocasiones el impuesto sobre el valor a?adido ¡ªque no existe en EE UU aunque s¨ª haya impuestos estatales al consumo¡ª a un arancel: ¡°El IVA, que en la UE est¨¢ por las nubes, es algo similar¡±, dijo hace unos d¨ªas. Sin embargo, ambos conceptos no tienen nada que ver. Mientras que el IVA grava pr¨¢cticamente todos los productos y servicios, los preste quien los provea o preste, el arancel se aplica ¨²nicamente sobre los bienes importados.
?Qu¨¦ efecto tendr¨¢ en EE UU? De entrar finalmente en vigor ¡ªlos movimientos de Trump, tanto en su primer mandato como en los primeros compases de este segundo, parecen m¨¢s encaminados a endurecer su posici¨®n negociadora que a cumplir sus amenazas¡ª, la medida tendr¨ªa impacto directo sobre la inflaci¨®n. Los consumidores estadounidenses pagar¨¢n m¨¢s por bienes esenciales en su d¨ªa a d¨ªa, elevando la inflaci¨®n y reduciendo la probabilidad de que la Reserva Federal siga bajando los tipos de inter¨¦s. Una opci¨®n cada vez m¨¢s remota, con los precios picando de nuevo con fuerza al alza en enero.
La contracara es el fisco. Un arancel no deja de ser un impuesto: una forma tan v¨¢lida como cualquier otra para aumentar la recaudaci¨®n fiscal y reequilibrar, aunque sea parcialmente, las cuentas p¨²blicas estadounidenses. Cu¨¢nto recaudar¨¢ es, a estas alturas y a falta de detalles, una inc¨®gnita.
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