"Fuimos unos mamarrachos"
Abominan The Horrors de la portada del NME que les puso en ¨®rbita. Corr¨ªa 2006, no hab¨ªan editado ni un disco y ya estaban en la cubierta del semanal musical m¨¢s influyente de Reino Unido, su pa¨ªs.
?La raz¨®n? Hac¨ªa tiempo que no aparec¨ªa una banda de aspecto tan llamativo. Parec¨ªan personajes de un remake punk de La familia Munster dirigido por Tim Burton. Con eso y fans como Chris Cunningham, que firm¨® su primer v¨ªdeo, eran carne de hype. "No nos reconocemos en esas fotos", recuerda en Madrid Rhys Webb, teclista y fundador del grupo. "Vale, llev¨¢bamos esas pintas, pero no era nada pensado para llamar la atenci¨®n, sino algo muy naif. Tienes 20 a?os, te est¨¢s construyendo como persona y la imagen es una forma de expresar tu personalidad. Entonces llega la prensa, que tiene una visi¨®n distinta, mucho m¨¢s anal¨ªtica, y te convierte en una especie de icono. Fue una putada, la verdad".
"La gente no conoc¨ªa las canciones, pero ven¨ªan a decirnos cu¨¢nto les gustaba la ropa"
Resulta dif¨ªcil de creer que un aspecto tan elaborado fuera espont¨¢neo. Por otro lado, casi les cuesta la carrera. Cuando debutaron en 2007 con Strange house, un disco de garage rock grit¨®n, canciones cortas, escasa melod¨ªa y ¨®rganos Farfisa, les llovieron los palos. "Nosotros cre¨ªamos que est¨¢bamos renovando el rock de garage de los sesenta, pero ¨¦ramos los mamarrachos a los que se acercaban todos los frikis modernos para hacerse una foto". Y adem¨¢s dur¨®. En noviembre de 2009 presentaban en Madrid su segundo disco, Primary colours, una sorprendente continuaci¨®n que demostr¨® que eran m¨¢s que unos ni?os monos. Producido por Geoff Barrows, de Portishead, era completamente distinto al debut: canciones largas y atmosf¨¦ricas de pop psicod¨¦lico. Al finalizar el concierto, la puerta de su camerino estaba asediada por una troupe de famosetes locales y groupies. "Era igual en todas partes, esa gente que no conoce tus canciones, pero que viene a decirte cu¨¢nto le gusta tu ropa".
Tampoco es que se ocultasen. Hay algo en The Horrors que les hace actuar como agitadores all¨ª donde est¨¦n. Las primeras menciones p¨²blicas a su nombre son una serie de apasionados art¨ªculos publicados en la prensa brit¨¢nica en 2005 sobre un lugar llamado Junk Club. A tenor de lo que se escrib¨ªa sobre aquel club que fundaron en el s¨®tano de un hotel de Southend On Sea, su lugar natal, un pueblo costero que hab¨ªa sido destino tur¨ªstico antes de que los brit¨¢nicos descubrieran Benidorm, parec¨ªa que se trataba del CBGB. "?ramos unos adolescentes que quer¨ªan hacer cosas, que buscaban su propia identidad, escapar de lo que les rodeaba, y que lo hac¨ªan todo de una forma muy apasionada". Algo deb¨ªa de tener ese club, que apenas dur¨® un a?o. En ¨¦l tambi¨¦n naci¨® otro de los grupos m¨¢s peculiares de su generaci¨®n, These New Puritans. Cuando se mudaron a Londres se convirtieron en el alma de Brick Lane, un barrio que se ha gentrificado r¨¢pidamente. Ahora se han ido a Shackelewell, una zona m¨¢s barata, que seguramente pronto se pondr¨¢ de moda.
Recuerdan todo esto los dos componentes que est¨¢n en Madrid para la promo de su nuevo disco, Skying. La verdad es que no resultan demasiado llamativos. Especialmente apreciable es el cambio de aspecto del guitarrista Joshua Third (apellido real, Hayward), que ahora luce melena en vez del llamativo cardado entre Robert Smith y Joan Collins que le tapaba media cara. Charlan comiendo en un restaurante del centro. En una apretada parada. Los otros tres componentes del grupo, el cantante Faris Badwan, el teclista Tom Furse (hermano mayor de Freddie Cowan, guitarrista de The Vaccines) y el bater¨ªa Coffin Joe (Joseph Spurgeon), est¨¢n en otra capital europea cumpliendo la misma funci¨®n. Promo a la carrera antes de juntarse en el cuartel general de Londres para los ensayos de la gira.
A pesar de las prisas, se les ve felices. "Lo m¨¢s asombroso que nos ha pasado es esto. Venir en un avi¨®n desde Par¨ªs escuchando nuestro disco y pensando: 'T¨ªo, nos estamos ganando la vida con esto".
Esto es un disco que est¨¢ en el n¨²mero cinco de los m¨¢s vendidos de Reino Unido: Skying ("una antigua t¨¦cnica de empalmar cinta anal¨®gica a mano, que hac¨ªa que el resultado metiera un extra?o sonido, como de viento", explican). Un ¨¢lbum con vientos y sintetizadores a lo Simple Minds, pero tambi¨¦n guitarras a lo Sonic Youth, grabado en su propio estudio. "No es nada profesional, un viejo almac¨¦n con los instrumentos tirados por el suelo. Un sitio para jugar. Tenemos todos una llave y vamos cuando queremos. A veces me tocaba pinchar en alg¨²n garito del centro de Londres y me llamaban estos: '?Qu¨¦ haces?'. Se ven¨ªan, nos agarr¨¢bamos un buen pedo y toc¨¢bamos. Parece mentira que hayamos sacado cosas de esas sesiones. Supongo que esa es nuestra manera de hacer las cosas".
Skying est¨¢ editado en XL / PopStock!
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