La gaviota / La gavina

Narrativa. Aquella aseveraci¨®n de Nabokov de que un gran escritor es un gran embaucador, creador de un sistema de enga?os y sortilegios, le viene a S¨¢ndor M¨¢rai (1900-1989) como anillo al dedo. Es bien conocido de sus lectores que sus novelas apenas var¨ªan en su estructura, y que se nutren, por lo com¨²n, de un largo di¨¢logo -o mon¨®logo dialogado- sostenido en el transcurso de una noche. Ciertamente la noche parece el ¨¢mbito propicio para las sugerencias del alma. Y en La gaviota el alma, reconocida como el "¨®rgano inmaterial capaz de reaccionar ante Eros", acaso sea aqu¨ª quien crea la acci¨®n novelesca, que consiste en el encuentro en una ciudad de Hungr¨ªa, en los a?os de la Segunda Guerra Mundial, entre un importante funcionario ministerial y una joven que, a ojos del hombre, es id¨¦ntica a la mujer que am¨®, muerta a?os atr¨¢s. El hombre vive alarmado por la convicci¨®n de que, cuando termine la guerra, tendr¨¢ cincuenta a?os y el tiempo ser¨¢ infecundo. El encuentro reaviva, por tanto, no una pasi¨®n actual, sino la pervivencia de su fracaso amoroso y la fragmentaci¨®n del yo, del que se dice que no es "necesariamente personal". Lo admirable de esta novela, como siempre en M¨¢rai, es c¨®mo consigue mantener una alambicada y alusiva conversaci¨®n entre desconocidos sobre el propio destino y la posibilidad del milagro, a la vez que impregna la narraci¨®n de un escepticismo que permite sospechar que todo sucede en un escenario mental, en un mundo que no se concreta en los hechos, sino en la interrogaci¨®n sobre la realidad, a trav¨¦s de "una historia", dir¨¢ el funcionario, "tan absurda y retorcida como la nuestra". Los desastres de la guerra condicionan la peripecia de los personajes, pero no sus sentimientos. Y aqu¨ª es donde la literatura de S¨¢ndor M¨¢rai, con su prestidigitaci¨®n del alma, se escabulle de la pesadilla de la historia.