'Operaci¨®n cazafantasmas'
Los Mossos cercan durante tres horas un piso vac¨ªo de la Diagonal en busca de un hombre armado - Desplegados decenas de agentes de ¨¦lite y 24 veh¨ªculos"Se ha actuado pensando en la seguridad de los vecinos", defiende un mando
Un hombre armado atrincherado en un piso. Eso dec¨ªan ayer las primeras informaciones policiales sobre lo que ocurr¨ªa en el 2? 1? del n¨²mero 336 de la avenida de Diagonal. Otro hombre, de 27 a?os y de origen checo, con un tiro en una pierna acusaba a su compa?ero de piso de haberle disparado e insist¨ªa en que permanec¨ªa dentro de la vivienda.
Para reducirle, los Mossos d'Esquadra pusieron toda la carne en el asador, miembros de ¨¦lite incluidos: 24 furgones (en cada uno caben ocho personas), agentes de Seguridad Ciudadana y de ARRO, el Grupo Especial de Intervenci¨®n, mossos de paisano, los agentes de la comisar¨ªa del Eixample, m¨¢s varios refuerzos de otras comisar¨ªas cercanas, sumados a agentes de la Guardia Urbana. En la pr¨¢ctica, un tropel de polic¨ªas tomando un tramo de la Diagonal, que permaneci¨® cortada tres horas, armados y con chalecos antibalas, y el grupo especial apostado en el edificio de enfrente, armados. La estampa hac¨ªa temer lo peor.
"?Hay rehenes?", asediaban los medios con sus preguntas a los portavoces policiales, que no lo confirmaban. Tras tres horas de tensi¨®n, se oy¨® una peque?a detonaci¨®n. El grupo de curiosos y periodistas dio un saltito. ?Qu¨¦ era ese ruido? ?Un disparo? Los agentes hab¨ªan echado la puerta del piso abajo. Dentro no hab¨ªa nadie.Tras la puerta, no hab¨ªa nadie. S¨®lo un arma autom¨¢tica en el suelo. Los agentes sospechan que es la que el presunto agresor habr¨ªa usado para disparar a su amigo y compa?ero ocasional de piso (se quedaba en su casa a dormir de vez en cuando), seg¨²n el relato de la v¨ªctima.
Se ha actuado "pensando en garantizar la seguridad de los vecinos", defendi¨® ayer la intendente de los Mossos d'Esquadra responsable del distrito del Eixample, Roc¨ªo Rubio. La polic¨ªa dio credibilidad a la versi¨®n del hombre herido, seg¨²n cont¨® el mando policial. Y ante la posibilidad de que el agresor, armado, siguiese en la vivienda, optaron por el amplio despliegue policial.
El enredo del atrincheramiento empez¨® a las once y media, con la v¨ªctima entrando en calzoncillos y descalzo en el bar Brasilia, justo al lado de su casa. "Me lo encontr¨¦ de frente, con sangre en la cabeza y en la mano, y un torniquete en la pierna", cont¨® ayer Luc¨ªa Rolle, propietaria del bar.
A ella le pareci¨® que ped¨ªa auxilio, aunque no lo acab¨® de entender bien. Hablaba en ingl¨¦s. "Estaba en estado de shock. No me par¨¦ a pensar demasiado, llam¨¦ a la polic¨ªa y a emergencias directamente", relat¨®, enfadada por el retraso de los agentes. "?Tardaron media hora!", repet¨ªa.
Rolle puso luego la oreja, y escuch¨® c¨®mo el hombre le contaba a los agentes que le hab¨ªan "robado y disparado" y que el agresor segu¨ªa dentro. "Preguntaba por su mujer todo el rato", explic¨®. Esa pista hizo temer a los agentes que la novia de la v¨ªctima (que tiene un antecedente por violencia dom¨¦stica) pudiese estar dentro del domicilio.
Se hicieron pruebas, mediciones, para comprobar si hab¨ªa alguien dentro. La polic¨ªa logr¨® el tel¨¦fono de la mujer, pero ella en un principio colgaba. No ten¨ªan llaves de la vivienda, porque la v¨ªctima aseguraba que hab¨ªa salido corriendo, con lo poco que llevaba puesto...
La confusi¨®n complicaba la situaci¨®n. Los vecinos aseguraban que hab¨ªan o¨ªdo ruido. En alg¨²n momento se temi¨® que en el domicilio hubiese un ni?o. Tres horas m¨¢s tarde, los Mossos echaron la puerta abajo y vieron que en el piso (un domicilio de soltero normal y algo desordenado) no hab¨ªa nadie.
Entonces se reabri¨® el tr¨¢fico en la Diagonal. Parec¨ªa que todo hab¨ªa pasado. Faltaba la fotograf¨ªa del presunto malo, esposado. Pero entonces llegaron m¨¢s agentes, armados hasta los dientes. En hilera, entraron en el edificio. Una hora de subidas y bajadas. Los inquilinos del inmueble, asomados en las ventanas, curioseaban.
"No van a sacar a nadie", empez¨® a correr en la zona. Poco despu¨¦s lleg¨® la confirmaci¨®n: m¨¢s de 40 mossos hab¨ªan registrado el edificio de arriba abajo. All¨ª no hab¨ªa ning¨²n agresor. La polic¨ªa hab¨ªa montado una trinchera alrededor de un piso vac¨ªo.
Todas las hip¨®tesis est¨¢n abiertas, asegur¨® Rubio. Incluso que la v¨ªctima haya mentido (no aclar¨® los motivos de la pelea). Pero siguen creyendo en su versi¨®n. Posiblemente, el agresor se escap¨® cuando la v¨ªctima fue al bar. Los agentes han dictado una orden de busca y captura para el atrincherado, que nunca se atrincher¨®.
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