La fuga de informaci¨®n pone en apuros a los servicios secretos portugueses
Investigado un antiguo jefe del espionaje por pasar datos a un grupo empresarial
La peligrosa relaci¨®n entre servicios secretos y empresas privadas ha generado un esc¨¢ndalo en Portugal que ha destapado la caja de los truenos y acelerar¨¢ cambios profundos en el aparato de espionaje luso. La pol¨¦mica ha llegado hasta la Asamblea de la Rep¨²blica (Parlamento) y amenaza con salpicar al actual y al anterior Gobierno. El bombazo fue la noticia de que Jorge Silva Carvalho, que dirigi¨® entre 2008 y 2010 el Servicio de Informaciones Estrat¨¦gicas de la Defensa (SIED), dependiente del primer ministro, filtr¨® informaci¨®n desde su privilegiada posici¨®n al grupo empresarial Ongoing, para el que trabaja tras abandonar la funci¨®n p¨²blica en noviembre de 2010. Silva Carvalho tiene una carrera de dos d¨¦cadas en el espionaje luso, y los intereses de Ongoing abarcan sectores diversos como comunicaci¨®n, finanzas, energ¨ªa e inmobiliario, en Portugal, Brasil y Angola.
El caso ha llegado al Parlamento y se ha creado una comisi¨®n interna
El nuevo Gobierno prepara una amplia reforma de los servicios secretos
El esc¨¢ndalo ha revelado que los servicios secretos portugueses son menos secretos de lo que su nombre indica. A trav¨¦s de su abogado Nuno Morais Sarmento -exministro y conocido miembro del conservador Partido Social Dem¨®crata (PSD), en el Gobierno-, el exjefe del SIED neg¨® inicialmente haber "filtrado" informaci¨®n a Ongoing. En una entrevista posterior, reconoci¨® que a trav¨¦s de su ordenador personal envi¨® desde su casa algunos mensajes electr¨®nicos a su futura empresa, pero neg¨® que se tratara de informaci¨®n confidencial que pudiera violar alg¨²n secreto de Estado.
El socialista Jos¨¦ S¨®crates, primer ministro cuando se produjo la filtraci¨®n, ha negado haber autorizado al antiguo esp¨ªa a pasar informaci¨®n a una empresa privada. El actual jefe de Gobierno, Pedro Passos Coelho (centro-derecha), ha dicho lo mismo.
El caso ha llegado al Parlamento, donde la oposici¨®n ha pedido explicaciones y la Comisi¨®n de Asuntos Constitucionales ha tomado cartas en el asunto. El primer ministro confirm¨® en el debate quincenal del viernes que est¨¢ en marcha una investigaci¨®n interna a los servicios sobre la presunta fuga de informaci¨®n.
De momento, hay muchas preguntas sin respuesta. ?Qu¨¦ tipo de documentos filtr¨® Silva Carvalho a Ongoing?, ?eran secreto de Estado?, ?compromet¨ªan la seguridad nacional? El semanario Expresso asegura que el exjefe del SIED entreg¨® informaciones a Ongoing sobre dos empresarios rusos, sobre metales estrat¨¦gicos y sobre la relaci¨®n de Jos¨¦ Eduardo Moniz (vicepresidente de Ongoing Media) y Bernardo Bairr?o (ex administrador general de Media Capital, propiedad del Grupo PRISA) con el canal de televisi¨®n Zimbo de Angola.
Bairr?o iba a ser nombrado secretario de Estado de Interior en el nuevo Gobierno de Passos Coelho, y en el ¨²ltimo momento, cuando ya hab¨ªa dimitido de su cargo en Media Capital y el canal de televisi¨®n TVI, el primer ministro vet¨® su nombramiento. Este oscuro episodio abri¨® la puerta del esc¨¢ndalo de los servicios. Silva Carvalho ha amenazado con querellarse con la revista por "violaci¨®n de correspondencia privada".
La pol¨¦mica ha reabierto un debate nunca cerrado sobre el papel de los servicios de inteligencia del Estado. La legislaci¨®n portuguesa no establece incompatibilidades para un responsable de dichos servicios que decide pasar al sector privado. No existe un periodo transitorio, como sucede con los pol¨ªticos. Paralelamente a la investigaci¨®n en curso, Passos Coelho prepara una serie de cambios en los servicios secretos, que empezar¨¢n con la proposici¨®n de ley sobre un servicio ¨²nico, tras la fusi¨®n del SIED y el Servicio de Informaciones de Seguridad, y continuar¨¢n con una amplia remodelaci¨®n de unos servicios en los que el nuevo primer ministro no conf¨ªa, por considerar que est¨¢n "contaminados" por el Gobierno anterior. El aparato m¨¢s opaco del Estado es terreno abonado de lealtades y favores pol¨ªticos, en los que no es ajena la presencia de la masoner¨ªa, organizaci¨®n muy influyente en Portugal.
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