Profeta en su tierra

La corrida de ayer se hab¨ªa preparado con mucho mimo por parte de la empresa y de los ganaderos. Los hermanos Uranga, guipuzcoanos, hab¨ªan elegido la plaza de Azpeitia para lidiar su primera corrida y lo pudieron celebrar con un importante ¨¦xito: tres toros muy buenos y un cuarto excelente, que fue premiado con la vuelta al ruedo. L¨¢stima que los dos ¨²ltimos no estuvieran a tan alto nivel y la tarde se acab¨® sin el ¨¦xtasis que se vivi¨® tras el cuarto astado.

Luis Uranga abandon¨® su barrera de sombra en la Bombonera para acomodarse en un burladero del callej¨®n junto al exmatador Jos¨¦ Ignacio S¨¢nchez, su mano derecha en la ganader¨ªa que pasta en tierras salmantinas. El otrora presidente de la Real Sociedad puede decir que fue profeta en su tierra: fue el triunfador de la tarde y, sin duda, el nombre propio de los saninazios 2011.

Fue la primera vez que esta divisa lidiaba una corrida de toros y el debut se firm¨® con excelente nota, aunque no se tradujera en orejas: solo hubo un trofeo en una tarde donde los tres espadas debieron salir en hombros.

Alberto Aguilar fue el ¨²nico en pasear esa oreja despu¨¦s de un trasteo atropellado, en el que debi¨® mandar m¨¢s a su enemigo para que colaborase en la faena. Con todo, una buena estocada le sirvi¨® para tocar pelo.

Mat¨ªas Tejela lleg¨® por la v¨ªa de la sustituci¨®n del mexicano Arturo Mac¨ªas y no estuvo a la altura de los astados que le cayeron en suerte. Entre desganado y mec¨¢nico el madrile?o acab¨® por no interesar a los tendidos.

Pero mayor pecado tiene el caso de Leandro, quien dej¨® irse el triunfo con la espada. En¨¦simo fracaso con los aceros del vallisoletano, que debi¨® estar mejor en el primero, un toro noble y de excelente embestida, y que no supo exprimir las condiciones del cuarto.

Sombreto de nombre y herrado con el n¨²mero 23, fue el triunfador de la tarde. Cuando fue arrastrado en vuelta al ruedo, los ganaderos corrieron hacia el desolladero. All¨ª, seguro que buscaron la forma de que pueda tener descendencia en la ganader¨ªa mediante t¨¦cnicas de inseminaci¨®n. Este colorado de m¨¢s de 600 kilos -en el tendido corri¨® el rumor de que pes¨® 690 en el desembarque- lo hizo todo bien. Empuj¨® en el caballo, acudi¨® con alegr¨ªa en banderillas y se arranc¨® con la transmisi¨®n de los toros bravos a la muleta de Leandro. Atento siempre al torero, dispuesto a seguir embistiendo y apretando al matador cuando no hac¨ªa lo debido. Para que luego digan que los toros de 600 kilos no se mueven... Los tendidos vibraron tanto en las series templadas como en las embarulladas, que de todo hubo.

Fue el espect¨¢culo del toro bravo, ese que ans¨ªa el p¨²blico de las plazas grandes, el que persigue el aficionado y del que, desgraciadamente, huyen los profesionales del toreo. Azpeitia apost¨® desde hace unos a?os por que el toro sea el protagonista de su feria taurina y lo ha conseguido. El p¨²blico espera al burel que sale por la puerta de chiqueros y exige al torero despu¨¦s de haber examinado al astado. Se trata de una isla del taurinismo franc¨¦s en nuestra tierra, como un oasis de pureza taurina dentro del acartonado panorama que puebla las plazas de hoy en d¨ªa.

La vuelta al ruedo al cuarto de la tarde dej¨® claro qui¨¦n es el protagonista de la fiesta: ayer Sombreto, con la divisa de Pedraza de Yeltes, unos ganaderos guipuzcoanos que fueron profetas en su tierra.