No quedan habitaciones en el hotel Chelsea
El establecimiento neoyorquino, inspiraci¨®n de m¨²sicos y escritores, cierra a la espera de la resoluci¨®n de su venta
Un nuevo fantasma se cierne desde ayer sobre el hist¨®rico hotel Chelsea de Nueva York. Esta vez no se trata de Nancy, la novia de Sid Vicious que muri¨® apu?alada en una de sus habitaciones, ni del poeta Dylan Thomas, que tambi¨¦n "solt¨® amarras" en este edificio, como reza una de las placas que decoran la entrada. El espectro que las ¨²ltimas semanas asusta a los trabajadores y residentes de este m¨ªtico refugio de artistas y bohemios es la quiebra. "A¨²n no sabemos qu¨¦ va a ocurrir, si finalmente se cerrar¨¢ la venta, pero el hotel ha cancelado todas las reservas", explicaba ayer Jerome, un negro tocado con un elegante sombrero de paja, que empez¨® a trabajar en el hotel hace 25 a?os.
Construido en 1884 en la calle 23 entre la Octava y la S¨¦ptima Avenida, el Chelsea fue uno de los primeros edificios de apartamentos constituidos como una cooperativa. En 1905 fue transformado en un hotel. La lista de insignes hu¨¦spedes que ha hospedado en sus habitaciones y apartamentos ofrece un repaso a la vida art¨ªstica de Nueva York. Desde Patti Smith hasta Arthur Miller, Janis Joplin, Bob Dylan, Jack Kerouac, Andy Warhol, y Leonard Cohen, que le dedic¨® una canci¨®n. Algo destartalado, el edificio -declarado Patrimonio de la Ciudad- mantiene todo su encanto y a¨²n conserva a un centenar de hu¨¦spedes fijos que ocupan los apartamentos en r¨¦gimen de alquiler. El m¨ªtico hotel respira vida bohemia y se ha resistido, como pocos lugares de esta ciudad, a convertirse en un parque tem¨¢tico para turistas. El s¨¢bado fue la ¨²ltima noche en que era posible reservar habitaciones. Varios blogs se hicieron eco de la noticia y un buen n¨²mero de fieles y admiradores se acerc¨® hasta las fiestas que all¨ª se celebraron. El domingo muchas de las tuber¨ªas fueron colapsadas con hormig¨®n provocando inundaciones, quiz¨¢ para desalentar al posible comprador de cerrar el trato.
A un lado de la mesa de negociaciones est¨¢ la hija de Julius Krauss, uno de los tres propietarios que lo regent¨® desde 1939 hasta principios de los setenta. Marlene, una de las estafadas por Bernie Madoff, tom¨® las riendas en 2007. Sus planes de venta del Chelsea a¨²n no cuentan con la aprobaci¨®n de toda la junta de propietarios, pero hay un cliente muy interesado: Joseph Chetrit.
Otro de los nombres planteados es el del glamuroso hotelero Andr¨¦ Balazs, propietario del Standard o el Jane Hotel en Nueva York y del Ch?teau Marmont, el Chelsea de Los ?ngeles. Los residentes y el sindicato est¨¢n dispuestos a plantar cara y resistir. En la barra de El Quijote, el restaurante espa?ol que ocupa los bajos del hotel desde 1930, el encargado Jos¨¦ P¨¦rez quita hierro al asunto. El alquiler de este local lo tienen cerrado hasta 2048. "Aqu¨ª en el restaurante siempre estamos tranquilos. Este hotel tiene mucha, mucha historia. Los inquilinos resistir¨¢n y la ciudad no dejar¨¢ que se toque el edificio".
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