EE UU se resiste a pedir la salida de El Asad
La ONU intenta negociar una resoluci¨®n de condena tras dos meses de bloqueo
La Casa Blanca ha condenado enf¨¢ticamente la represi¨®n gubernamental en Siria y ha centrado su actividad diplom¨¢tica en exigir al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas una reprobaci¨®n formal del r¨¦gimen de Bachar el Asad y en amenazar a Damasco con nuevas sanciones, dirigidas contra su comercio de petr¨®leo y gas. El presidente Barack Obama, sin embargo, se ha resistido a pedir que El Asad abandone el poder, aun en el contexto del uso de la violencia por parte de Damasco, y ha evitado sopesar en p¨²blico otro tipo de medidas m¨¢s dr¨¢sticas, como una intervenci¨®n armada. Ayer, la jefa de la diplomacia norteamericana, Hillary Clinton, se reuni¨® con representantes del exilio prodemocr¨¢tico sirio residentes en EE UU, que le urgieron a que pida inmediatamente la marcha del presidente de la Rep¨²blica siria.
EE UU y los miembros europeos del Consejo de Seguridad negociaban ayer una propuesta, redactada en abril, de condena formal al r¨¦gimen de Damasco. En los ¨²ltimos meses, el miembro m¨¢s reticente a una resoluci¨®n fue Rusia, que tiene un lugar permanente en el Consejo y que ha sido un aliado tradicional de Siria en Oriente Pr¨®ximo. En junio, Mosc¨² se hab¨ªa opuesto a la resoluci¨®n, alegando que Damasco no amenazaba la seguridad internacional. Un alto funcionario del Ministerio de Exteriores ruso, Sergei Vershinin, dijo ayer que su Gobierno no se opone ahora a una resoluci¨®n, siempre que no mencione una intervenci¨®n armada.
Los miembros europeos del Consejo (Francia, con sede permanente, y Portugal y Alemania como representantes de turno) negociaban para llegar a aprobar la declaraci¨®n de condena. Mientras, Clinton se reuni¨® con los disidentes sirios afincados en EE UU. Uno de ellos, Radwan Ziadeh, dijo que es imperativo "que el presidente Obama se dirija formalmente a la naci¨®n siria y pida la marcha de El Asad". Otro, Mohamed Alabdalla, argument¨® que una petici¨®n semejante incrementar¨ªa el n¨²mero de manifestantes prodemocr¨¢ticos. La Casa Blanca solo ha pedido hasta la fecha que El Asad abra la v¨ªa a la democracia, sin m¨¢s.
En unas medidas palabras, la secretaria de Estado asegur¨® antes de su encuentro con los disidentes que "el presidente El Asad ha perdido su legitimidad entre la ciudadan¨ªa siria. (...) EE UU apoya al pueblo de Siria y condena la violenta campa?a del r¨¦gimen de El Asad. (...) Pedimos al presidente El Asad que detenga en este momento esa carnicer¨ªa. Pedimos tambi¨¦n a los miembros del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas que se hayan opuesto a cualquier medida que reconsideren sus posturas".
Posteriormente, su portavoz, Mark Toner, a?adi¨® en rueda de prensa: "Tenemos en vigor diversas sanciones al r¨¦gimen de El Asad y estamos considerando nuevas medidas, como penalizaciones a la venta de petr¨®leo y gas". En mayo, Washington impuso una serie de sanciones econ¨®micas contra el r¨¦gimen sirio, tras una primera oleada de violencia. El Departamento del Tesoro orden¨® que se congelaran las cuentas que el presidente y seis de sus asociados tienen en instituciones bancarias norteamericanas, y prohibi¨® a empresas nacionales de EE UU que hagan negocios con ellos.
Desde el Congreso, sin embargo, s¨ª se ha pedido la marcha de El Asad. Dos influyentes senadores, el republicano John McCain y el independiente Joe Lieberman, enviaron el lunes un mensaje a la Casa Blanca en el que ped¨ªan "a la Administraci¨®n de Obama que, con la UE, Turqu¨ªa y otros aliados internacionales, exija que El Asad abandone el poder". Ayer, Lieberman, con el republicano Mark Kirk y la dem¨®crata Kirsten Gillibrand, anunci¨® que propondr¨¢ una ley que aumentar¨ªa las sanciones sobre el Gobierno sirio, prohibiendo que EE UU le compre petr¨®leo. Un tercio de las exportaciones de Siria provienen de la venta de crudo.
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